Javier Cortés volverá a torear la próxima temporada porque se siente «más vivo que nunca». Este ha sido el gran titular de la rueda de prensa que el diestro madrileño ha ofrecido este lunes después de que el pasado 15 de septiembre sufriera una gravísima cornada en el ojo durante un festejo en la plaza de toros de Las Ventas.

El matador de toros, que ha revivido todo lo pasado desde aquel trágico percance, ha atendido a los medios de comunicación acompañado por el doctor David Antolín, jefe del servicio de Oftalmología del Hospital La Milagrosa de Madrid, y de su directora médica, la doctora Marta de la Fuente.

«Aquella tarde salí a la arena de Las Ventas como siempre hago: a triunfar o morir; tiré la moneda al aire con mi mayor sinceridad y salió cruz, con una cornada que pudo haberme traído consecuencias fatales, de esas que acaban con el torero y con el hombre, de esas que piensas que el final ha llegado», ha apuntado.

Cortés ha reconocido que las muestras de cariño de su familia, cuadrilla, apoderado y amigos «que no se separaron ni un segundo de mi lado», así como la cantidad de mensajes recibidos por compañeros y aficionados de todas partes del mundo, ha sido claves durante este tiempo. Un agradecimiento que ha extendido a todos los médicos y especialistas que le han atendido: «Ellos salvaron el ojo, resucitaron al torero y llenaron de ilusión a la persona, que ya está deseando dejar de pegar muletazos con cualquier trapo que se encuentra por casa y coger los trastos de verdad, empezar los entrenamientos y a planificar con toda la ilusión del mundo la próxima temporada».

Javier Cortés ha concluido su intervención parafraseando a la compositora Maika Makovski: «No voy a cambiar, no voy a perder, no voy a caer; me han crecido alas en las cicatrices».