Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Alejandro Gardel triunfa en “Soy Noviller@”
Certamen “Soy Noviller@” de RTVCM.

Alejandro Gardel triunfa en “Soy Noviller@”

Leo Cortijo

Alejandro Gardel ha sido proclamado triunfador del certamen “Soy Noviller@”. El jovencísimo novillero de Borox, que debutó de luces en la novillada eliminatoria celebrada en Illescas, fue el justo vencedor de una final muy disputada. Torería, templanza, despaciosidad y sapiencia al natural y por abajo en una primera faena memorable. Lo más asombroso es que parece que lleva toda la vida en esto. Un talento precoz, un diamante a pulir. Como también lo fue la segunda de Leo Valadez, pero la espada le privó de optar al triunfo final. Segundo clasificado resultó ser Carlos Aranda, que contó con el apoyo mayoritario del público. Y cuarto, Ignacio Olmos, que dejó algunos destellos interesantes.

Aseado recibo de Carlos Aranda a Deseadito, novillo que abrió la final. Desde el principio quedó claro la disposición con la que venían todos los chavales, cuando Leo Valadez firmó un estético quite por chicuelinas rematado con un natural con el capote, replicado por faroles por el titular del novillo. De rodillas comenzó a instrumentar su labor el novillero de Daimiel tras brindar al público. Se justificó por los dos pitones del notable eral de Alcurrucén, llegando lo más logrado en el toreo al natural, pero la faena no terminó de ser el golpe en la mesa que debió haber sido. Por manoletinas cerró un parlamento extenso donde primaron los destellos, pero faltó rotundidad. Lanceó bien a la verónica a su segundo, con el que destacó la variedad con la capa de Valadez en el quite: caleserina, revolera y brionesa. Tras brindar a Marco Galán, comenzó en los medios con un pase cambiado por la espalda para firmar una primera serie de la que se recordará un gran cambio de mano. El quinto, tardo y sin ese brío, anduvo un peldaño por debajo de sus hermanos, y la faena del daimieleño nunca alcanzó cotas importantes. Lo que sí fue efectivo fue el estoconazo, que hizo venirse arriba al público, que pidió con insistencia los trofeos, que le fueron concedidos.

Le costó horrores a Leo Valadez embarcar en el percal a Clarinete, abanto de salida, salía suelto tras cada lance. Quitó Ignacio Olmos intercalando chicuelinas y tafalleras, a lo que replicó el mexicano por saltilleras rematando con una escobina. Lo intentó con los rehiletes y el resultado fue correcto, sobre todo con los dos primeros pares. Después de brindar al público, con doblones llevó al novillo del tercio a los medios, pero el animal, sin fijeza y sin clase, se sentía más cómodo pegadito a las tablas, y allí transcurrió todo. Un todo que fue nada. Un querer y no poder. Una desesperación que se hizo patente en el sainete del hidrocálido con la espada. El catálogo capotero del azteca no tuvo fin. ¡Qué barbaridad! Por morantinas recibió a Pianero, y replicó el quite de Olmos por lopecinas, -o zapopinas, que el novillero es de México, oiga-. Y como en su primero, no anduvo nada mal a la hora de parear… como tampoco en un trincherazo sensacional en el inicio de trasteo. Muy firme y asentado, hiló series de cinco muletazos por ambos pitones, rematados siempre por abajo, lo que imprimió más belleza a cada una de las tandas. Toreo del caro al natural, templando y gustándose el de Aguascalientes con el bueno novillo de Alcurrucén, como en una de esas faenas que todos los toreros sueñan. Haciendo memoria…, es mi opinión, la mejor faena de todo el certamen. Pero la espada tiene que entrar, y no entró. Una pena.

Vistoso fue el quite por faroles rematado con una serpentina de Ignacio Olmos a Chuflón, el novillo colorado que brindó a sus amigos de infancia, pasando solanera en el tendido toledano. En los medios y de rodillas comenzó encelando en la pañosa al eral. Buena disposición y maneras del de Mora, siempre dejándosela en la cara al noble animal, que humillaba y repetía. De esos que planean y regalan embestidas por doquier. Aunque alternó los dos pitones, lo más interesante vino a través de la mano diestra, cuando dibujó media docena de derechazos notables, con la planta erguida y la figura relajada. Toda la confianza y seguridad que había derrochado minutos antes se esfumó a la hora de entrar a matar, y le costó un mundo pasaportar a su antagonista, hasta el punto de escuchar dos avisos. Deslucido fue el negro girón que hizo séptimo, como también lo fue el tercio de banderillas. Correoso, ofreció una embestida descompuesta con la que Olmos nunca se sintió a gusto y su labor no levantó el vuelo.

Alejandro Gardel templó con gusto a la verónica la cadenciosa embestida de su primero, Naranjito, otro buen novillo del hierro toledano. Despaciosidad y torería en la faena muleteril del de Borox, fundamentada en el toreo al natural. Este jovencísimo novillero entendió a la perfección cómo la tomaba el animal, y se la dejaba puesta después de cada muletazo para fructificar en pasajes de toreo caro. Muestra de su inteligencia fue el no hacer una faena encimista y desistir cuando el novillo empezó a rajarse. El colofón imprescindible de la espada no acompañó y rebajó la alta temperatura alcanzada con la franela. Con mucha naturalidad movió el percal Gardel para recibir a Antequerano, que puso punto y final a la larga pero interesante última novillada del certamen. Demostrando un buen conocimiento de los terrenos, se fue a los medios con la intención de reeditar el toreo al natural que bordó en su primero, pero por el izquierdo el novillo tenía peor condición que por el derecho, por eso optó por fundamentar todo por el diestro. Asentado y firme, contabilizó muletazos notables en forma de goteo a un eral que adoleció de falta de transmisión.

 

  • Plaza de toros de Toledo. Novillada final del certamen sin picadores “Soy Noviller@” de RTVCM. Más de media plaza en tarde agradable. Se han lidiado ocho novillos de Alcurrucén, desigualmente presentados, encastados y con transmisión, fijeza y clase en líneas generales. Destacaron 1º, 3º, 4º y 6º.
  • Carlos Aranda (blanco y azabache): oreja tras aviso y dos orejas.
  • Leo Valadez (verde botella y oro): silencio y ovación tras dos avisos.
  • Ignacio Olmos (blanco y plata): vuelta al ruedo tras dos avisos y oreja tras aviso.
  • Alejandro Gardel (azul celeste y oro): silencio tras dos avisos y dos orejas.
  • Raúl Cervantes saludó una ovación tras parear al 8º novillo de la tarde.
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