Est claro que lvaro Lorenzo, Gins Marn y Varea llegarn a ser figuras del toreo. Bueno, entindanme, seguro alcanzarn ese estatus, pero bajo los parmetros modernos. Figuritas como la mayora de esos que en la actualidad se embolsan cantidades sonrojantes de dinero por matar lo ms cmodo y descastado del campo bravo. Juli, Morante o Manzanares son ejemplo de ello. Ellos son la referencia (nefasta) para todos los que empiezan y suean con ser toreros. Son el modelo a seguir por aquellos que quieren hacerse ricos sin esfuerzo. Pocos son los que se salen de la norma y, desde la independencia y la soledad, suean con llegar arriba pero como Dios manda: a base de sangre y sudor.
Vivimos un triste presente que, tras la novillada de esta tarde en Madrid, parece que no cambiar en el futuro. Y es que, a pocos das de convertirse en matadores de toros, tres novilleros hacan por primera vez el pasello en Las Ventas. En Nimes, dentro de nada, de la mano de las actuales figuras y con todo el glamour y apoyo meditico posible, tomarn una alternativa que pretende catapultarles a lo ms alto del escalafn. Una idea de ese empresario que se autodenomina productor de arte y que no es ms que un demagogo y uno de los principales responsables de la deleznable deriva que ha tomado la fiesta. As que, con los trajes relucientes bien cargados de oro, con una novillada a modo y de garantas esperando en los corrales, y con las crnicas triunfalistas ya preparadas para escribir, lleg el examen de Madrid. Y qu pas? Pues que pegaron un petardo. Ganadero y novilleros fueron responsables, a partes iguales, de una tarde verdaderamente insoportable. Para empezar, la novillada reseada de El Parralejo, con varios animalejos impresentables para Madrid, fue una autntica mansada. Qu vulgaridad!, qu falta de casta! Es lo que pasa cuando te empeas en buscar la nobleza y toreabilidad infinita; que al final, lo que encuentras, es mansedumbre. Pero no se crean que los tres artistas anduvieron a mejor nivel...
El nico que se salv, algo, de la quema fue el castellonense Varea. Una vez ms demostr su facilidad y soltura con el capote y firm uno de los pocos momentos de inters de la tarde al recibir a la vernica a su primero. Ganando terreno, meciendo los brazos y cargando la suerte, dej algunos lances de gran sabor y lo remat todo con una soberbia media. Ese mismo animal fue devuelto posteriormente por su manifiesta falta de fuerzas. En su lugar salt al ruedo un serio sobrero de Jos Vzquez un toro que pareci lesionarse en el comienzo de la faena de muleta y se acab convirtiendo en un invlido. Resignado ante los constantes derrumbes del astado, Varea tuvo que irse a por la espada no sin antes dejar detalles de su buen concepto. Con la espada, como en el ltimo, estuvo mal. Pareca que iba a tener algo ms de vida el sexto, pero fue un espejismo. Novillo noble, pero en el lmite de todo que no tuvo la suficiente transmisin como para que el esfuerzo del torero llegara a unos tendidos que, entre el fro, la lluvia, y el sopor, ya estaban deseando marcharse a casa. Aunque acab ponindose pesado como todos, al menos hubo momentos en los que Varea logr muletazos estimables en los que se puso en el sitio y acompa la embestida toreando con todo el cuerpo.
Una vuelta al ruedo tras peticin dio lvaro Lorenzo en el cuarto. Y todo gracias a la voltereta que se llev cuando se empeaba en alargar una labor inerte. Como buen aprendiz de las figuras contemporneas, el toledano finaliz sus dos trasteos metindose entre los pitones del novillo para el tpico e insoportable arrimn de turno. El animal, el ms encastadito del sexteto, no anduvo sobrado de fondo, pero por lo menos tuvo una veintena de buenas arrancadas en las que embisti por abajo con cierta transmisin. Por debajo de l, Lorenzo anduvo muy despegado, especialmente con la diestra. Como buen discpulo del toreo moderno, se dedic a citar desde la periferia para luego escupir las embestidas an ms all. Con la figura retorcida, tan slo dej tres o cuatro naturales de estimable trazo. Pero como le cogi... Le pidieron la oreja. Qu te coja toreando, fajndote con el toro!. Lo dems, cuento. Frente al zapatito primero, un moribundo, ms de lo mismo. Hay que ver lo bien que se aprenden los vicios y ventajas...
Otra de las grandes decepciones de la primera novillada del abono fue la actuacin de Gins Marn. Quizs porque le pes la tarde y la plaza, el jerezano estuvo irreconocible. Ni rastro de ese chaval que nos encandil a todos con su personalidad y pureza. Si bien es verdad que su lote, muy manso, no ayud nada, igualmente cierto es que aburri al personal a base de tirones y trapazos. A la deriva, sin planteamiento ni cabeza, evidenci una de las grandes lacras del escalafn actual: los toreros llevan hechas las faenas desde casa; a todos los toros los pretenden torear de la misma forma. Series y ms series de derechazos y naturales (sean buenos o malos), circulares invertidos, el arrimn de turno, las manoletinas o bernadinas finales... Cunta variedad seores! Ms all de la disposicin y algunos detalles como la media a pies juntos con la que remat el saludo capotero a su primero, o el inicio del trasteo al cuarto por doblones con la rodilla flexionada, el paso de Gins Marn por San Isidro supuso, como deca, toda una decepcin.
Sígueme en Twitter @AlexMartinezzz
