Por el piton derecho
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Cuando lo Hermoso se hace cansino
CRÓNICA BILBAO. 1ª de las Corridas Generales

Cuando lo Hermoso se hace cansino

Darío Juárez

Siempre me ha parecido interminable la dilación y el hueco que deja San Fermín, hasta que llega Bilbao. Algo más de un mes después, la Semana Grande de la capital vizcaína arrancó con un cartel de rejones. Mejor dicho, el cartel de rejones más famoso del momento. Y no por su solvencia, su expectación, su poderío en la taquilla o su profesionalidad. No, más bien por el Juan Palomo a imagen y semejanza del señor Hermoso de Mendoza, para llevar de la mano a su hijo Guillermo en todos los festejos en los que se encuentra acartelado para lidiar novillos de preparación y rodaje en una feria de primera y, con ello, vetar a Diego Ventura en los ruedos que no le conviene al rejoneador navarro, que la mayoría son regentados por la Casa Chopera. Los cuáles parecen postrados a todas las premisas del de Estella, pese a ser sus apoderados, sin valorar ni tener en cuenta otros factores para que las distintas aficiones de la geografía española donde gestionan ferias importantes, puedan o tengan la oportunidad de disfrutar con otro tipo de toreros a caballo, que están en lo más alto desde hace mucho. Tarde tras tarde, todo es igual. Personalmente a esta juerga, yo ya no sé cómo llamarla.

Lea Vicens ha visto la luz en sus contratos por ser la sujetavelas, coloquialmente dicho, del tinglado de los Hermoso para la formación del junior. Abrió su tarde con Bach, tanteando al burel y clavando el primer rejón trasero y sin encontrar cercanías. El segundo fue a la espera y saliendo de costado. Por su patio personal, apareció Bético para ponerse a torear a dos pistas, clavando al quiebro y saliendo templando al toro y llevándoselo a tablas para seguir toreando. La segunda también vino de ese modo y de nuevo cosiendo el testuz de costado al estribo. El animal era pronto y le sorprendió a punto de derribarlo por los traseros, pero finalmente y por suerte sin mayor agravio. Pasó en falso y no clavó el palo que hacía tercero. Después sí, en corto. Greco citaba con el piaffé de espaldas y de nuevo pasó en falso hasta dos veces, siendo la vencida la tercera con otro quiebro. Hasta seis puso. El epílogo lo ofreció con la rosa, cayéndosele la que hacía su par. Metisaca y rejón trasero y contrario. Pese a ello, el público le pidió la oreja a Matías, y éste la concedió.

Al quinto lo saludó con la yegua Guitarra, dejando el primero y único de castigo. Gacela hacía las delicias efímeras con su toreo con la grupa en la media distancia, pasando y fallando en la arena. Lejos de las cercanías la francesa. De nuevo con Bético para torear muy templado y cosido a la silla. Vista Alegre se rompía las palmas tras citar con el paso español y clavar, saliendo con pirueta incluida. Un caballo imponente y con una torería descomunal, dejándose ver y llegar tras clavar, siempre. La plaza se entregaba con la torera gala, y con Deseado, que citando con el tierra-tierra, logró clavar dejando con buen sabor de boca al graderío. El animal era un mármol inmóvil al que tuvo que matar de medio rejón caído, provocando mucho el que se moviera. Descabello y otra oreja...

Bailador de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, inauguró esta feria de Bilbao. Un toro alto de cruz, distraído y con poco celo de salida, pero con clase, al que Pablo Hermoso de Mendoza recibió con Alquimista dejando el primer rejón de castigo cual banderilla, sin poder romper el palo. Con el segundo sí acertó. Amparito Roca sonaba cuando apareció con Brindis, nieto de una eminencia equina  como es Gallo. Pasó en falso después de clavar para seguir viendo las virtudes del toro que no aprovechó y que no quiso ver, me atrevería a decir. Tras clavar el segundo palo se lo llevó a las tablas para intentar torearlo a dos pistas pero se dejó tocar la parte baja de la grupa. Con Januca puso otra más que se hilaba a una pirueta en la cara del toro, clavando al quiebro. Un toro para entenderlo y apenas se esmeró para intentar coserlo al estribo o sacarle partido de otro modo, poseyendo éste un tranco exquisito. Tres cortas con Bacano antes de dejar un rejón tan trasero como efectivo, a ese toro que fue para cuajarlo y que no le vio el navarro.

Tras no haber visto o querido ver al primer y encastado toro, Pablo apareció con la yegua Manizales de salida, doblándose en corto para frenar a Veleta. Dos rejones de castigo servían de antesala a lo que quedaba por ver, que sería extraordinario. Berlín salió y se puso a torear. Un quiebro ajustado y arriesgadísimo en el tercio de dentro a fuera encendió la caldera bilbaína. Hermosinas templadas cambiando el viaje a dos pistas. Otra de punta a punta esperando y arriesgando de nuevo al quiebro... Una delicia de caballo, pese a que el toro cada vez se venía más a menos. Salió el decano Dalí a citar con todo el peso sobre la grupa a escasos centímetros del murubeño y clavar, más una pirueta en la distancia sin trascendencia. Con Bacano de nuevo pasó a dejar una corta que cayó, con el toro parado y entablerado. Tras un pinchazo y un golpe de verduguillo, saludó una ovación.

Después de la preparación en una casa tan caballera y con las tardes que ya lleva en su primera temporada, Guillermo Hermoso de Mendoza tenía que llegar a Bilbao con una solvente carta de presentación. Y pese a su poco oficio e inmadurez torera, así lo hizo. Saludó al tercero con Napoleón, frenando y doblándose con el utrerito, que se dolió y reaccionó al castigo con brío, y toreándolo al quiebro con la bandera. El padre le aconsejaba desde el callejón y en los cambios de caballo. Extraño aparecía para pasar en falso tras un intento de quiebro, en un primer palo donde se le abrió el novillo en el embroque. Con desparpajo y ajustándose en el segundo, pero con carencia en la confianza para templarse con el toro. En este caso era Ágora el que salía a escena para doblarse muy solventemente tras clavar. Novillo con calidad y noble, al que le puso dos rosas antes de un metisaca y un rejón entero. Se le vio verde pero tiene decisión en lo que hace.

Cerró la tarde el heredero con Barrabás, frenando en corto también al novillo que hacía sexto y dejando el de castigo. Otro diamante en bruto, Disparate, aparecía para darle un porcentaje amplio de confianza al joven, que se quiso gustar de la mano de tal montura. Quiso rizar el rizo de su presentación en Bilbao con las hermosinas que no terminaron de cuajar, pese al apoyo y el calor de los tendidos. A ras de tablas, buscando el hilo de la grupa, queriendo mostrarse y, de nuevo, la hermosina. Esta vez más reunidas y concatenadas. Con Ícaro quiso torear en corto y en redondo para poner la guinda a su faena, antes de las cortas con Pirata, y a dos manos exponiendo pero fallando en el primer intento y sin lograr dejar el par íntegramente en los sucesivos. Con los aceros estuvo acelerado y nada acertado. Bilbao le premió con otra ovación.

 

  • Bilbao. Plaza de toros de Vista Alegre. 1ª de las Corridas Generales. Con algo más de dos tercios cubiertos, se lidiaron cuatro toros y dos novillos de Herederos de Sánchez y Sánchez, despuntados para rejones y de correcta presentación. Encastado el 1º, enclasado el 2º, noble y pronto el 3º, a menos 4º y 5º, y con transmisión y soltura el 6º.
  • Pablo Hermoso de Mendoza: silencio y ovación con saludos.
  • Lea Vicens: oreja y oreja.
  • Guillermo Hermoso de Mendoza: ovación con saludos y ovación con saludos tras aviso.

 

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