Había una cita pendiente con Aguascalientes, sí; el percance sufrido el pasado mes de noviembre, con la fractura de clavícula, en la misma plaza, dejó sin redondear su compromiso -por completo- de presentarse ante sus coterráneos. Pero, más que ello, el propio Luis David Adame tenía una cuenta aplazada consigo mismo: la de reencontrarse con su propia carrera, independiente de esos lazos compenetrados que dentro del mundo de los toros no llegan a ser tan buenos, trazando su conveniente camino a costa de lo que le cueste. Ayer, aunque no tuvo materia prima a su favor, se volvió a ver a ese hombre lleno de torería, con la capacidad de resolver circunstancias y con una tauromaquia ya sea a base de valor o de clase (se le da mucho mejor esta última), pensando delante de la cara de los enemigos y realizando cosas de su propio sello personal. ¡Qué artístico remate con el capote solventó en el quite de su segundo astado!, como si fuese a hacer una zapopina, no cruzó el brazo por atrás de la esclavina, ejecutó un “remangueo” que motivó a elevar los vuelos del capote, al tiempo que pasaba el burel y lo acompañaba, con la suerte cargada, para haberle confeccionado un soberbio recorte (como si le pegara un desdén pero con el percal) ¡Olé, torero, por el recuerdo de ese instante!
Luis David Adame, reitero, considerando que enfrentó astados poco potables en juego, estuvo bien, sería un error decir lo contrario. El apéndice que se llevó de premio tuvo mayor peso que el cortado por su paisano, Arturo Macías, el cual seguramente le fue concedido por la buena estocada que le propició al quinto de la tarde, de ahí en más no se encuentra otra explicación por el momento. Es por eso que podemos decir, referente a los galardones entregados, que existió de oreja a oreja. Tal vez otros medios cataloguen por igual a los toreros triunfantes aunque en realidad no debiera pasar así.
Hablando de Macías le tocó en suerte el mejor astado, o quizá el menos malo, el quinto. Le extrajo una buena tanda por el pitón derecho, un mejor derechazo dentro de ella y nada más. Al igual que toda la tarde, su actuación redundó en haber intentado realizar un toreo serio y por momentos, en el otro extremo, recayendo en la espectacularidad, transitando en un vaivén que trajo entre altibajos a los tendidos.
Los bureles lidiados fueron de Villa Carmela (sustitutos de los de Teófilo Gómez anunciados en un principio), algunos un tanto acochinados, el cuarto resultó ser el mejor presentado pero tuvo que ser devuelto por su inminente falta de fuerza, aunque en términos generales disminuyó la presencia de como había estado el primer festejo de feria; además de que predominó en el encierro la debilidad y la falta de transmisión al graderío.
Morante de la Puebla cumplió en su primero, 57 aniversario, aunque duró poco el astado. Con su segundo, 4º bis de nombre Va-por-ustedes y que sustituyó a Gran-ejemplo (devuelto por débil), no quiso saber nada; y, en el de regalo, Gitano de Teófilo Gómez, ante lo bobalicón y mal presentado, solo puso contentos a los “ístas” en algunos ratos.
Arturo Macías se retiró al callejón entre división de opiniones al haber pasaportado a Gran Familia. Tras las dos largas de rodillas se llevó un “achuchón” en el quite por chicuelinas que ejecutó después del tercio de varas. Con la muleta sacó al astado de la zona de tablas, con pases por abajo. El torero en ocasiones le ayudó, ante el poco motor que tuvo, saliéndole adelante, en otras no. Hubo algunos enganchones y ligeras protestas del respetable durante la lidia. Con el quinto, Siempre-con-nosotros, poco pudo hacer por el infumable pitón izquierdo del burel. Hubo cambiados por la espalda, una buena tanda por el derecho, molinetes de rodillas, manoletinas y buena estocada entera. Le otorgaron una oreja.
Luis David Adame con Amor Eterno sobresalió cuando en el último tercio, despatarrado, le dejó la muleta en la cara para conseguir ligar, con clase, por el lado derecho ya que por el otro era menos potable el astado, tocando a pitón contrario y marcando buenos pasajes. La estocada entera y desprendida fue de efectos fulminantes. Cortó una oreja. Lo mejor con el capote, de todo el festejo, ocurrió en el sexto, llamado Siempre-juntos, en el que Adame pudo elaborar buenas verónicas, media y revolera. El de Villa Carmela fue sumamente débil. El coleta lo fue consintiendo ante dicha condición. Al no dar el burel, más de sí, el torero fue el que decidió exponer, realizando faena a base de valor. Las bernadinas fueron sin ayudado. Culminó el diestro hidrocálido dejando tres cuartos de estocada de colocación delantera. Este torero deberá tener cuidado con los consejos que recibe desde el callejón por su gente (y que son muchos), como aquellos que le incitan a aventar, antiestéticamente y en contra de su personalidad, la muleta a la hora de hacer un desplante. No hay necesidad de ello.
Luis David Adame vuelve a hacer más interesante, de lo que ya era, el cartel que compartirá con Miguel Ángel Perera y Juan Pablo Sánchez, lidiando toros de San Miguel de Mimiahuapam, el próximo 29 de abril. Habrá que estar pendiente de lo que ocurra esa tarde.
Hoy torean en la tercera corrida, ante un encierro de Begoña, los diestros: Fabián Barba, José Mari Manzanares y Octavio García “El Payo”.
Sígueme en Twitter @Jose_AguiTal
