No se ha hecho esperar. Tras el anuncio de la Fundación del Toro de Lidia en el que solicitaba la plaza de toros de Olot para organizar un festejo taurino, el alcalde de este ayuntamiento, Josep Maria Corominas, ha salido al paso para poner tierra de por medio. En una entrevista radiofónica en RAC1, el regidor catalán manifestó que le «extrañaría mucho» que una sentencia le obligue a dar corridas de toros «a una ciudad en la que su mayoría ha decidido que no se quieren dar».

Corominas mostró su rechazo a que los toros vuelvan a Olot, así como su intención de no autorizar la cesión de la plaza argumentando que «el Ayuntamiento irá en la línea de lo que le piden sus habitantes, que es que no se hagan espectáculos en los que se maltratan animales». El primer edil del municipio gerundense reconoció que su equipo estudiará la instancia de la Fundación del Toro de Lidia, pero volvió a incidir en que «Olot es una ciudad donde no se hacen fiestas en las que se torturan los animales».

De hecho, Corominas se enrocó en la idea de que si la Fundación del Toro de Lidia tiene que pedir permiso al Ayuntamiento, será éste y su alcalde quienes tengan la última palabra. «Si piden permiso, el alcalde tendrá algo que decir; si fuera tan obligatorio no haría falta. El que recibe la petición tiene derecho a decidir», explicó.