Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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El Clásico se jugaba en Las Ventas
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El Clásico se jugaba en Las Ventas
El Clásico se jugaba en Las Ventas
Crónica Madrid. Novillada de temporada

El Clásico se jugaba en Las Ventas

Darío Juárez

El hecho que implica venir a una novillada y que el final sea el acontecido en la tarde de hoy, ya es un clásico. Que el ambiente lo copen las pelusas de los árboles que propician la alergia de una primavera que tarda en llegar, lo es. El que hace que la terna cobre por todos lados en festejos del escalafón de plata, también es un clásico en esta plaza. Saber que un novillo o ninguno se salve por su falta de casta, entrega y condición son alicientes que alimentan días como los de hoy. Por no hablar del genio de la lámpara que ha vuelto a hacer escala en la monumental venteña regalando orejas por cornadas. Es el equivalente a lo que produce el sensacionalismo. Pero no sorprende, sinceramente no, porque realmente es un clásico. Hoy, se volvió a dar. Con una plaza bastante despoblada en alusiones al Clásico que se jugaba en el Bernabéu, la tarde se quedaría en aguas de borraja para tres novilleros con los que el bagaje pasó sin pena ni gloria para alguno y para otros, pecó de novato. Pocas luces y muchas sombras para desglosar una tarde tan áspera como acomplejada de bravura y de falta de conocimientos que a estas alturas dejan que desear para quienes quieren tener cierta cabida en esta profesión. Por el contrario, los dimes y diretes eran galantes por derecho.

Encabezaba el cartel Mario Palacios con el abreplaza Inductor. Un novillo muy bien presentado, cuajado de hechuras y que se quedó sin tinta para escribir el prólogo que había venido a narrar. Mejor dicho, se lo arrebató su matador. El animal, que pedía espacios, supo mostrar su actitud y aptitud en los primeros tercios con mucha soltura y prontitud. Metía la cara y quería que se le hicieran las cosas en orden. Sin embargo el cacereño no lo vio. Desentendido, sin llegar a templarlo y lo más curioso, sin saber por qué, le sacaba fuera de la suerte en todo momento. No transmitía ni hacía transmitir al tendido, aún repitiendo ininterrumpidamente, la falta de soltura para acoplarse con él, dijo mucho en su contra. La decepción de ver marchar a ese animal en el arrastre, pudo con todos los muletazos previos que se quedaron en la más absoluta obsolescencia. La tarde estaba en el descanso y las estadísticas no hablaban en nombre propio. Salió el cuarto colorado salpicado. Un novillo protestado de salida, escurrido y pecante de manso como gran parte de sus hermanos. Despedido en varas como alma que lleva al diablo, no quiso hacer lícita su clase puesto que carecía de ella en demasía. Lo que no vio con su primero lo plasmó con este en las primeras tandas. Ligado y templado en la primera, cambió de mano y con la zurda y de uno en uno, tiraba del burel obligándolo. En uno de esos, se descubrió y le propinó una cornada de 20 centímetros en la cara interna del muslo izquierdo. Maltrecho y con el reguero de sangre por el tobillo, volvió a la cara donde le sacó muletazos para finalmente dejar una estocada caída convertida en oreja.

Miguel Ángel Pacheco no pudo hacer gala de su presentación en Madrid. Un lote manso y peligroso rasgó el velo del templo para que su lucimiento fuera efímero y transparente. Su primero, un manso que huía de los varilargueros sin cohibirse de nada ni nadie. Empezó al faena de rodillas donde la condición lo decía todo, pudiéndole herir de primeras y saliendo del paso airoso. Ya en tandas, el animal no tenía clase, le avisaba hasta que le pegó la voltereta. Ésta, sin agravio. Del que no se libraría sería de Latero. Un novillo terciado que tiene en renta un chalet en las nubes. De donde nunca bajó la cara. Avisando y avisando y el gaditano insistiendo con valor. A la salida del muletazo, correría la misma suerte que su director de lidia; una cornada, esta vez de 25 centímetros en la cara interna del muslo derecho que le obligó a pasar a la enfermería sin poder entrar a matar.

La suerte correría a cargo de Adrien Salenc. El de Nîmes, tras la ejecución en buen sitio, del resabiado quinto, cerraría la tarde con Hojalatera. Que empujó bien en la primera vara pero se desfondó haciendo tirar de él al novillero francés. Quejoso y sin permitir ningún error, Adrien quiso lidiarlo de todas maneras. Se metía en sus terrenos pero hacía caso omiso. Tardo, y ayudado por el izquierdo no pudo sacar más del rizado negro. La presentación en Madrid la haría con Jardinero, que fue de todo menos un ramillete de rosas. Bronco, peleón hizo sacar la disposición y la entrega al joven galo que quería y no podía. Muy inteligente y capaz en conocimientos y sitios, se vio desentendido cuando al final, ya se venía hacia él y que el bajar la cara, hoy no iba a ser ni siquiera en la conjunción del embroque.

 

  • Madrid. Plaza de toros de Las Ventas. 3ª novillada de temporada. 1/4 de entrada. Se lidiaron seis novillos de Los Chospes, empleado y con transmisión el 1º; mansos por doquier 2º y 3º; escurrido y defensivo el 4º; muy desclasado el 5º y a medio gas el 6º.
  • Mario Palacios (tabaco y oro): ovación con saludos y oreja.
  • Miguel Ángel Pacheco (sangre de toro y oro): silencio tras aviso en el único que estoqueó. Pasó a la enfermería
  • Adrien Salenc (purísima y oro): ovación con saludos, palmas y ovación con saludos tras aviso.

Parte médico Mario Palacios: Herida por asta de toro en tercio medio cara interna muslo izquierdo con una trayectoria hacia dentro de 20 cm que contornea fémur y produce destrozos en vasto interno. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros, siendo trasladado al Hospital San Francisco de Asís con cargo a la Fraternidad. Pronóstico grave. Firmado: Dr. García Padrós.

Parte médico Miguel Ángel Pacheco: Herida por asta de toro en tercio medio cara interna muslo derecho, con una trayectoria hacia arriba de 25 cm que produce destrozos en músculo vasto interno y contusiono paquete vasculo nervioso. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros pasando al Hospital San Francisco de Asís con cargo a la Fraternidad. Pronóstico grave. Firmado: Dr. García Padrós.

 

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