Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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El encierro, el triunfo y el triste indulto
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El encierro, el triunfo y el triste indulto
Crónica Aguascalientes. 4ª corrida de feria

El encierro, el triunfo y el triste indulto

José Aguilera

La emotividad a la salida al ruedo, la codicia para repetir, la transmisión de peligro a los tendidos, la bravura en pocas palabras, y la correcta presentación de los astados, fueron características del encierro enviado por los ganaderos de Jaral de Peñas el día de ayer en la Monumental de Aguascalientes. Así lo demostraron cinco de los seis bureles que mandaron; siendo el sexto el que menos juego dio y sin tampoco dejar de mencionar que el cuarto se apagó muy pronto en el tercio final. Indiscutiblemente es lo mejor que va de la feria en el renglón ganadero. Cuando sale el auténtico toro, con esas cualidades, la afición lo agradece. Ayer los tendidos lo demostraron al verse, sin tanta mercadotécnica de por medio, bastante poblados con tres cuartos de la capacidad del aforo; poco faltó para el lleno.

Exactamente después de un año con un día se volvió a presentar en el coso mayor aguascalentense el peruano Andrés Roca Rey. Aquella ocasión anterior no había podido tener un triunfo importante. Sin embargo, la afición lo espero. El día de ayer este polémico torero si tuvo de su lado las mieles de la victoria. Cortó dos orejas tras su estilo mediático de tremendismo y a la vez de instantes de toreo clásico, sacando una faena mediante la improvisación vibrante delante de la cara del toro. En términos generales estuvo bien.

Lo triste de la tarde fue el indulto no merecido que se concedió al corrido en quinto lugar. Si bien el encierro contó con las características descritas al inicio de esta crónica, a este burel en específico faltó verle la bravura en el caballo –únicamente recibió un breve puyazo-, fue abanto en el primer tercio, tanto que el diestro lo tuvo que torear por chicuelinas en el centro del ruedo para esperar a que llegará hacia él y así no tener que estarlo siguiendo, y en la última parte del tercio de muleta terminó por ser lidiado en la querencia rumbo a toriles, en donde más de alguna ocasión salió huyendo y pasando con la cabeza arriba. Tras una muerte digna y después de lo que duró, hubiera sido un toro de vuelta al ruedo en el arrastre de sus despojos. El hubiera no existe, el indulto fue concedido y las protestas por obviedad no faltaron. Silveti no había estado tan mal en comparación de cómo si lo estuvo en su primero, a como andaban las cosas en la plaza, hubiera tenido un triunfo importante (¡Qué el hubiera no existe!), pero el mismo decidió irse por el camino más fácil: el meter a la gente en la muleta y venderle el perdón de la vida al de Jaral, mismo que una parte compró rápidamente. Ojalá que los ganaderos no se den coba de esta acción. Porque hay una realidad, estas victorias ganaderas en ocasiones llegan a ayudar a combatir a los detractores de la fiesta allá afuera; pero como llegan a perjudicar dentro de ella.

Saldívar quiso, intentó, pero no pudo redondear su tarde. Obsequió uno de la ganadería de Santa Bárbara que poco pudo transmitir ante su condición un tanto pastueña, comparada con el comportamiento de los de Jaral de Peñas, aunque llegó a tener algo de calidad en la embestida. Pareciera que este torero hidrocálido no puede salir de esa situación desde hace tiempo.

Arturo Saldívar abrió plaza con Sidrero recibiéndolo con dos faroles de rodillas pegado a tablas y posteriores lances a pies juntos. Malo fue el tercio de banderillas. Con la muleta las series fueron cortas. El astado mostró fijeza. Llegaron a la brevedad las dosantinas. Parece que el coleta hidrocálido buscó más la espectacularidad que el toreo de clase. Decidió hacer faena a base de valor. Bernadinas, cambiado por la espalda y pase de pecho. Tuvo algunos problemas con los aceros. Fue sacado a saludar al tercio al haber terminado su primera actuación. Con Infiesto fue discreta la labor con el percal y la vara estuvo por la misma sintonía. El quite fue por zapopinas y el remate con una larga cambiada de rodillas. El tercio final inició con cambiados de espalda al centro del ruedo. Llegó la primera tanda por el pitón derecho en la cual mostró sus cualidades el astado. Sopló el viento. La distancia entre toro y torero se extravió. Hubo algunos enganchones. El astado terminó por venirse a menos. Tras pinchazo y estocada caída se retiró en silencio el matador al callejón. Con el de regalo Zacatecano las cosas no cambiaron mucho y estuvieron en el mismo tenor.

Diego Silveti se enfrentó en primer término a Cudillero, astado ovacionado fuertemente al final tras la orden del arrastre lento. Con el capote no ocurrió nada importante. El puyazo fue breve. El quite fue por gaoneras. El tercio de muleta comenzó con cambiados por la espalda. Por el pitón derecho predominó la labor muleteril aunque si probó también por el otro lado. No aprovechó del todo al burel y parte de la asistencia lo recriminó al grito de “toro”. Después de haber pasaportado al enemigo se retiró entre división de opiniones. Con Tío Julio, llegaron prontamente las chicuelinas en los medios. El puyazo también fue breve. El quite fue por saltilleras. La faena de muleta la inició con ayudados por alto. Hubo un revolcón al coleta al quedarse en el viaje del astado y en el que le proporcionó una lesión. En ocasiones las prisas aparecieron. Hubo algunos momentos buenos. Se ordenó a la banda tocar la “Pelea de gallos”, se salieron de control los ánimos de la gente. Dosantinas, cambiados por la espalda y lo demás contado en líneas anteriores sobre el indulto protestado.

Andrés Roca Rey a Bable le hizo una interesante faena. El quite por saltilleras llegó después del intento de David Vázquez por ejecutar de buena forma el tercio de varas. Comenzó en la muleta con ayudados por alto. También vino una tanda suave por el pitón derecho. Por el izquierdo el toro tiene menos recorrido. Le logró extraer un buen natural. Volvió a ejecutar otra buena tanda por el lado diestro. De cuatro dosantinas la tercera fue sublime, larga, profunda y templada. Improvisó en las luquesinas y dividió opiniones al aventar la muleta en un último desplante. Mató de estocada recibiendo, en colocación ligeramente desprendida, de efectos fulminantes y se le concedieron merecidas dos orejas. A Pilaño, tras los dos puyazos proporcionados en ambas querencias, se fue la luz al fundirse la mitad de las lámparas de una de las torres que iluminan la Monumental. En el último tercio por el lado natural el astado es brusco y por el derecho algo tardo para arrancar en su embestida. Su labor muleteril no fue del todo pulcra. Bernadinas, estocada caída y ovación al tercio fueron el epílogo de su actuación.

En la novillada nocturna de hoy estarán presentes Javier Castro, José María Hermosillo y Arturo de Alba quienes enfrentaran astados de la ganadería de Salvador Rojas, en sustitución de los de Cerro Viejo que no fueron aprobados por la autoridad.

 

  • Aguascalientes, Ags., México. Plaza de Toros Monumental. 4ª corrida de feria en tarde agradable. Tres cuartos de entrada. Seis toros de Jaral de Peñas, bien presentados y de buen juego, a excepción del cuarto que se vino pronto a menos y el sexto que resultó un tanto complicado. Hubo uno más de regalo de la ganadería de Santa Bárbara.
  • Arturo Saldívar (turquesa y oro): al tercio, silencio y silencio en el de regalo.
  • Diego Silveti (blanco y plata): división de opiniones e indulto con protestas.
  • Andrés Roca Rey (sangre de toro y oro): dos orejas y al tercio.
  • Se ordenó merecido arrastre lento al segundo de la tarde. El toro del indulto lleva por nombre “Tío Julio” No. 166 de 521 kg. Saludaron al tercio los banderilleros Heidegger Chávez, Héctor García y Juan Ramón Saldaña en el quinto de la tarde y en el séptimo volvió a repetir Heidegger Chávez junto a Jonathan Prado.
  • El parte médico preliminar sobre Diego Silveti señala una cornada de 20 centímetros en el hueco poplíteo pero sin dañar ningún vaso importante.

 

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