Tarde fría y muy ventosa en Madrid, en la que con una corrida descastada y deslucida de El Torero, Juan Ortega puso la pinturería y Pablo Aguado la garra. David Galván se topó con un lote sin ninguna opción de triunfo.
650 kilos de peso tuvo el primero de la tarde, al que Ortega le recetó un buen ramillete de chicuelinas con enjundia. Con el viento azotando sin piedad, David Galván pudo extraer algunos derechazos y naturales lentos. Inválido el toro desde los primeros compases de la lidia de muleta, además pecó del defecto de medir mucho al torero. Mató de dos pinchazos y estocada entera y trasera y escuchó palmas. Con el cuarto poco pudo hacer el torero de San Fernando ya que el toro, a pesar de su nobleza, no se tenía en pie. Se pidió con fuerza su devolución, pero el presidente hizo caso omiso y lo mantuvo en la plaza. Con el público muy a la contra, poco pudo hacer ya Galván. Lo mató de pinchazo y entera algo delantera y escuchó silencio.
Juan Ortega saludó con un buen ramillete de verónicas a su primero y mejores aún fueron las que le instrumentó tras el primer puyazo. En ese momento la plaza rugió. Le dio la réplica Aguado por chicuelinas muy ajustadas. Inició Ortega su faena de muleta con unos ayudados por bajo muy toreros. Hubo algunos derechazos y naturales muy cadenciosos y estéticos rematados siempre con mucha pinturería. Dos trincherazos fueron de cartel de toros. Demasiado pronto se vino abajo el toro. Mató de estocada muy baja y tras petición de oreja no atendida por el palco dio la vuelta al ruedo. El quinto fue devuelto pronto a los corrales por inválido y en su lugar salió un sobrero con el hierro de Lagunajanda, el cual resultó muy descastado y desclasado. Alargó Ortega innecesariamente parlamento ante un toro que no tuvo nada dentro. Mató de dos pinchazos, media tendida y un golpe de descabello. Palmas tras dos avisos.
Un buen quite por chicuelinas a su primero fue la carta de presentación de Pablo Aguado hoy en Madrid. Poco más pudo hacer ante un animal muy descompuesto. Molestó mucho el viento al torero sevillano que recibió una fuerte voltereta cuando lo intentaba meter en la muleta. Aun así se recompuso y engarzó varios naturales mandones y muy meritorios. Mató de media estocada tendida y trasera. Escuchó silencio y pasó a la enfermería. A su segundo toro le recibió con unas muy buenas verónicas de inicio. Acudió alegre el toro al caballo a un segundo puyazo a una considerable distancia. Quitó por chicuelinas muy ajustadas Galván cuando en un intento por justificar su mala suerte. En la muleta el toro desarrolló mucha violencia soltando la cara en cada embestida. Un toro de los de pasar paquete fue este sexto de El Torero. A pesar de ello, Aguado no se arrugó y le echó mucha garra. Sacó varios naturales de mucho mérito jugándose la cogida. Mató de estocada entera algo trasera y cuatro descabellos.
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