Sergio Galán consiguió en la tercera de rejones de la isidrada su séptima Puerta Grande de Las Ventas al cortarle una oreja a cada uno de sus toros. El rejoneador de Tarancón brilló más con su segundo, de Pallarés, al que le cuajó una faena redonda aunando espectacularidad y pureza en su toreo a caballo. Brillaron sobre todo caballos como Ojeda y Apolo. Rui Fernandes tuvo una aceptable actuación, especialmente ante el que abrió plaza; de hecho se le pidió la oreja aunque de forma minoritaria por el apenas medio aforo que registró el coso capitalino, y por tanto no le fue concedida. Por último, a Joao Moura los aceros le jugaron una mala pasada y ensombreció con ellos sus dos labores.