Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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La torería de Curro Díaz
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Crónica Zaragoza. 2ª Feria de San Jorge

La torería de Curro Díaz

Antonio Martínez

Seamos sinceros. Una corrida mediana con toreros medianos. Bien presentada, a excepción del cuarto y del devuelto sexto, y con nobleza almibarada en la muleta. El protagonista: Curro Díaz.

El primero de Algarra salió luciendo su condición de no humillar y de salir suelto desde que Curro Díaz se abrió de capote con unos lances jaleados de más. Manso repetidor en la muleta y con un linarense acompañando más que toreando, con nulo poder en su derecha. Ahora, qué gusto acompañando con la izquierda, erguido y encajado. Torerísimo. Una vuelta al ruedo tras fallar con los aceros. Y llegó el cuarto. Hizo de salida cosas realmente feas al venir cruzado y sin fijeza. El caballo, como casi siempre, medicina óptima. Muleta a la derecha, con distancia y encajado. Dos trincherazos toreados desde la arrancada del animal. Marca Curro, insustituible. Sí, es verdad. Curro se alivia tanto (o más) que los demás, pero el gusto y la “bolita” de Paula la tiene. Y lo sabe. La plaza era un manicomio. Para finalizar se tiró a morir al pitón. Sin puntilla el algarra. El torero, con una cornada, en el estribo sentado esperando a que doblara el toro. ¿Dos orejas? Pues sí; o no. Qué más da.

Paco Ureña debutaba en La Misericordia, teniendo que pechar con un primero al que ganó a sosería. No le gustó el imponente castaño desde que asomó por toriles y se le notó al murciano. Inédito por cuenta propia. El más complicado fue el ovacionado quinto. Un tío con toda la barba. También vino cruzado durante toda la capea que le dieron por lidia. Ureña, destemplado en un principio, pudo al animal a base de muletazos de uno en uno. Poderoso. Quizá pecó de dejar la muleta demasiado trasera y de no intentar ligar y apretar al final de faena. Quizá el toro no hubiera aguantado. Quién sabe. Otro susto al matar cuando el de La Escucha salió prendido del pecho. Pudo ser horrible. Por fortuna, nada de consideración.

Ginés Marín cuajó en Zaragoza una faena siendo novillero que aún se recuerda. ¿Qué queda de ese torero? ¿por qué esa necesidad de imitar a Talavante? El tercero, muy serio y noble hasta empalagar, mereció ser tratado de otra forma. Marín, además, se puso chuleta con el tendido. Como si hubiera hecho méritos para engallarse. El sexto, anovillado e inválido, fue devuelto por otro de la misma ganadería que se pareció bastante a su hermano de lote. Ginés también se pareció al otro de su lote. Desganado, sin ideas, como si no quisiera torear o no le hiciera ilusión. Sevilla ad portas. Quizá. Para pensárselo, Marín.

Se acabó San Jorge. ¿Y ahora hasta Pilares? Tendremos que recorrer España y Francia en busca de lo que no quieren ofrecernos aquí durante junio. Qué remedio.

 

  • Plaza de toros de Zaragoza. 2ª de la Feria de San Jorge. Algo más de un tercio de entrada. Se lidiaron seis toros de Luis Algarra, disparejos de presentación. Mansurrón el 1º; soso el 2º; muletero el 3º; noble el 4º; complicado el 5º; y soso el 6º bis.
  • Curro Díaz: vuelta al ruedo y dos orejas.
  • Paco Ureña: silencio y ovación con saludos tras aviso.
  • Ginés Marín: silencio y silencio.
  • Al acabar el paseíllo se ovacionó a la afición catalana desplazada a Zaragoza.

Parte médico de Curro Díaz: Herida por asta de toro a nivel de la cara interna del tercio medio del muslo derecho con orificio de entrada de cinco centímetros y dos trayectorias: una ascendente de 15 cm. que desgarra fibras del músculo vasto interno y otra externa que, tras superar el fémur llega hasta la cara externa del muslo de pronóstico grave que sí le impiden continuar la lidia. Firmado: Dr. Valcarreres.

 

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