Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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La verdad tiene un precio
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Madrid. Crónica Corrida de temporada

La verdad tiene un precio

Alberto Bautista

Alberto Lamelas brindó en Madrid una gran tarde. Se le pidió la oreja a la muerte del tercero, un toro serio y con romana que no dio el juego esperado. Manseó el de Conde de la Maza de forma incansable buscando la salida. Con esos mimbres, lo más granado de su actuación fue al natural, donde puso al público de acuerdo. Labor larga y asentada que contó con momentos desdibujados y que cerró con unas ceñidas manoletinas antes de dar paso a una estocada caída al encuentro. Con honores, saludó una ovación desde el tercio. Al tercero bis, a base de esfuerzo y pundonor, consiguió sacarle muletazos sueltos sin rubricar; un toro reservón por el derecho y mirón por el izquierdo. De corto recorrido el sobrero de El Cortijillo ante el que jienense aguantó y se la jugó sin más miramientos que la dignidad. Madrid se rindió ante una soberbia actuación, y Lamelas continuó su estela lidiadora y tejió una faena de mucha dignidad en la que se jugó la vida de principio a fin. Apostó a caballo ganador y justificó con creces, a base de garra y pundonor su incursión en Las Ventas. Saludó una merecida ovación con saludos desde el tercio.

Con áurea de figura llegaba Rubén Pinar tras un verano antológico y habiendo salido dos tardes consecutivas a hombros en Albacete. Muy seria fue su actuación con el cuarto, un toro imposible y de corto viaje ante el que se impuso gracias a una labor de disposición. No se dejó ganar la partida en ningún momento ante el deslucido burel de Conde de la Maza, de aviesas miradas. No se dejó nada en el esportón, firmando una actuación solvente y comprometida. Lo peor ocurrió cuando fue volteado con la desgracia de cobrarse dos cornadas. Saludó una ovación desde el tercio, antes de irse camino a la enfermería. Anodina fue la labor ante el inválido que hizo segundo, que fue muy protestado durante los primeros tercios, pero el Presidente decidió mantenerlo sobre el ruedo venteño. Comenzó el de Tobarra con poder, dándole tiempos y distancias haciéndolo todo por abajo, pero la faena no llegó nunca a coger vuelo. Tuvo su impronta por naturales y eso que el animal llevaba la embestida irregular y echaba la cara arriba en los finales. Tampoco anduvo aseado en la suerte suprema y fue silenciado.

Comprometida fue la tarde de Sergio Serrano en Madrid. Faena de orgullo la del sexto bis. Labor medida y aseada en la que conjugó de forma acertada el capote a la verónica y mantuvo su impronta con la muleta. Se quitó la coraza de su primera labor y dejó muletazos de altos vuelos para saludar una ovación. Con el toro de su confirmación se le vio acelerado y nervioso, aun así suplió su falta de oficio con temperamento. El abreplaza de Conde de la Maza, protestado de salida, se acrecentó en varas y descabalgó al picador en sus dos encuentros. Actitud insolente del albaceteño, que brindó a sus apoderados una labor llana y plena de enganchones, y que no llegó a entender del todo, a un toro que pedía distancias. Se pegó el arrimón al natural, pero lo estropeó todo con la espada y recibió palmas tras aviso.

La corrida de Conde de la Maza, remendada con dos toros de El Risco, no cumplió las expectativas. La tarde la salvó del naufragio un Rubén Pinar que tuvo poder y facultades y que tuvo que pegar el peaje de una cornada. Lamelas se la jugó durante toda la tarde, y Sergio Serrano, a priori el de menos oficio, hizo méritos para repetir. Los tres por el camino de la verdad, aunque eso suponga un alto precio como el tener que recurrir a corridas destartaladas y en las que embista un toro es poco menos que una quimera.

 

  • Madrid. Plaza de toros de Las Ventas. Corrida de temporada. Algo más de un cuarto de plaza en tarde agradable. Se lidiaron tres toros de Conde de la Maza, desiguales de presentación, mansos y descastados en su mayoría; uno de El Risco (4º); uno de El Cortijillo (5º bis) y otro de Conde de Cabral (6º bis). Manejable el 1º; inválido el 2º; manso y sin fuerzas el 3º; deslucido el 4º; manso el 5º bis; y deslucido el 6º bis.
  • Rubén Pinar (nazareno y oro): Silencio y ovación con saludos.
  • Alberto Lamelas (blanco y oro): Ovación con saludos tras petición y ovación con saludos.
  • Sergio Serrano, que confirmó alternativa (tabaco y oro): Palmas tras aviso y ovación con saludos.
  • Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del ganadero salmantino Antonio Pérez Tabernero, conocido como Antonio Pérez de San Fernando”. Juan Navazo recibió palmas tras parear al tercero y Alberto Zayas tras hacer lo propio en el cuarto. Víctor Cañas, en el sexto.

Parte médico de Rubén Pinar: Dos heridas por asta de toro. Una en tercio inferior cara posterior del muslo derecho, con una trayectoria ascendente de 15 centímetros que contusiona nervio ciático común y arteria y vena poplítea, causando destrozos en músculos isquiotibiales; y otra en tercio inferior cara anterior de pierna izquierda de 10 centímetros que afecta a tejido celular subcutáneo. Pronóstico: Grave. Trasladado al Hospital San Francisco de Asís, con cargo a La Fraternidad. Firmado: Dr. García Padrós.

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