La tarde de ayer en Aguascalientes, por lo acontecido en ella, probablemente será de aquellas que navegue más en el olvido que en el recuerdo de los asistentes. Técnicamente el triunfador fue Octavio García “El Payo” con la concesión de dos orejas, cortesía del juez de plaza (para que hayan sido protestadas por el respetable y en feria ya es mucho decir). Es indiscutible que se la jugó en el sexto, haciendo una faena a base de valor, poniendo de carnada inclusive los propios muslos; pero mal haría el coleta si con ese “triunfo” decide darse coba en su carrera. Al final terminó haciendo lo conducente, se guardó las auriculares para aminorar las recriminaciones del respetable y así pudo dar la vuelta sin los incómodos reclamos.
Los propietarios de Begoña enviaron un encierro variado en presentación, donde la diversidad de pintas se hizo presente, pero dejó mucho a desear en cuanto al juego que desempeñó. Predominó, a la salida de los bureles, lo abanto –por naturaleza dijera el cronista Addiel Bolio q.e.p.d.- siendo tardos en embestir al cite y bastante deslucidos en distintos momentos de sus respectivas lidias. El menos malo fue el quinto de la tarde que no fue aprovechado en su totalidad por el coleta en turno.
El mejor librado fue Fabián Barba, quien dentro del límite aceptable, cortó un auricular al primero de la tarde. Tuvo momentos interesantes en su actuación aunque no acabó siendo tan completa como él hubiera querido.
José Mari Manzanares muy lejano estuvo de ser aquél torero que en 2012, dentro del marco de la Feria Nacional de San Marcos, se coronara triunfador con aquella tarde en las que expresó dos muy buenas faenas y el corte de cuatro orejas; eso no se olvida y sí permanece en el recuerdo de muchos; alternó ese día, por cierto, con Sebastián Castella, Juan Pablo Sánchez y Arturo Saldívar quienes enfrentaron astados de la hermana casa ganadera que la de esta ocasión. El oriundo de Alicante dejó ir al destazadero el astado más potable, el quinto. Dio la impresión que este coleta solo se bajó del avión para cumplir con el compromiso, pasaportar a sus correspondientes astados y llevarse el sueldo intacto en dólares o en euros; sin embargo, se quedó ese sabor de boca que, con su técnica vaciando por alto a los animales, desahogándose de ellos y abriéndolos constantemente, no desquitó la que seguramente debió haber sido una jugosa paga.
Además del error del juez de haber otorgado los premios a “El Payo”, trajo consigo, al igual que el festejo anterior, un relajo con la música. Ésta llega a sonar en momentos no idóneos y se escucha fatal que a cualquier vuelta al ruedo ordene que se toque la “Pelea de gallos” como premio para el torero. Es entendible que esta medida se use para mitigar el no tocar esta canción popular durante las faenas; pero, en ocasiones hay quienes ni se acuerdan de esta música característica de la verbena y el incitarla de esa manera vuelva avivar las ganas del cotarro para que sea tocada en muy próximas ocasiones.
Fabián Barba abrió plaza con 2 diecinueve. Con la muleta, por el pitón derecho, fueron buenas las dos primeras tandas. El astado acusa ser tardo en embestir y deslucido. Fabián llegó a encontrar la distancia adecuada para extraerle los pases al burel. Por el izquierdo el de Begoña fue poco potable. La estocada fue desprendida y se otorgó una oreja al diestro aguascalentense. Con Eterno Amor poco pudo hacer con el capote ante la misma condición tardía de arrancar a la provocación del torero. Gustavo Campos saludó al tercio después de haber intervenido con las banderillas. El tercio final, después del comienzo con los muletazos genuflexos, predominó en la zona de toriles. Hubo dos naturales buenos. El burel le hizo un extraño por el lado diestro. Mató al de Begoña dejando una estocada de colocación baja.
José Mari Manzanares al darle algunos lances con el capote a Vida Mía remató con buena media trazada a compás abierto. En el tercio de muleta sopló el viento. Probó por ambos lados. Ejecutó un gran trincherazo. Pasaportó al burel con dos estocadas; una de colocación baja y otra en lo alto. En quinto lugar salió Vida Plena. Las verónicas y la media que ejecutó el diestro, un tanto enganchadas, fueron coreadas por el graderío. El coleta no encontró la distancia adecuada para ligar con la muleta. Recurrió en varias ocasiones a desahogar la embestida vaciando por alto. Tras haber tenido problemas con los aceros escuchó un aviso y cayó el burel.
Octavio García “El Payo” se enfrentó a Amantes, que tenía un trote andarín, desparramando la vista, después del puyazo. En el tercio final el astado estaba muy al pendiente de los movimientos del torero. El diestro queretano insistió saliéndole adelante, cruzándose para provocarle la embestida, aunque el burel continuó en su línea de ser probón. No le ayudó el de Begoña en la suerte suprema, le dejó dos pinchazos y media estocada en colocación baja. Se retiró al callejón entre división de opiniones. Por siempre cerró el festejo. Las verónicas por parte del matador se presenciaron ante el viento fuerte. El puyazo fue arriba y vino el derribo de la jaca. Sacó al toro a los medios con la muleta. Intentó sin éxito por el lado natural. El astado fue débil y el coleta decidió hacer faena a base de valor por la zona de toriles. Se la jugó y le transmitió ello a los tendidos. Dejó una estocada tendida, el palco de la autoridad otorgó dos orejas y gran parte del público asistente las silbó a su entrega, ocasionando que el torero las guardara dentro de la casaca después de que le fueron entregadas por el aguacil.
Esta tarde se presentan, en la Monumental de Aguascalientes, Arturo Saldívar, Diego Silveti y Andrés Roca Rey lidiando un encierro de Jaral de Peñas.
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