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Miguel Uceda, una historia de superación
El 1 de abril torea en el tentadero de Villaseca

Miguel Uceda, una historia de superación

Jaime López

Miguel Uceda –Uceda Vargas en los carteles– es un joven novillero que labra su futuro en la tierra en la que su maestro, Tomás Campuzano, arrancó los pasos de su gloriosa carrera. Miguel ha demostrado su amor al toreo con la pasión y «locura» de los que se visten de luces siendo capaz de desafiar los consejos de médicos y padres al torear tras salir del hospital al superar una mononucleosis y una hepatitis el año pasado. Un chaval que concede su primera entrevista con la frescura del que sueña. Estos días sus sueños se dirigen a Villaseca, donde hará el paseíllo el próximo 1 de abril por Diego del Cerro junto a cinco grandes monstruos del toreo.

- Háblanos de la primera vez que te pusiste delante de un animal bravo…

- Fue a los ocho años en la finca de Albaserrada, en Gerena. El gusanillo me entró solo ya que no había antecedentes en mi familia, pero el toreo me gustaba desde pequeño.

- La finca de Albaserrada nos lleva a recordar los pasos de los hermanos Campuzano, forjados allí…

- Es un sitio muy taurino donde se hicieron los maestros José Antonio y Tomás. Allí trabaja un primo mío de vaquero y toreé en una fiesta en la que echaron una bacerrita. Fue mi primera vez y me llevé miles de volteretas por mi falta de experiencia. Desde ese día tuve claro que quería ser torero.

- Tras este primer paso, te inscribiste en la Escuela Taurina, ¿verdad?

- Me apunté primero a la Escuela de Camas y luego a Sevilla para acabar volviendo a la de Camas, donde estoy. El Almendro es mi profesor y es un gran profesional, una gran persona a la que admiro. He toreado solo clases prácticas, algunas de luces. La primera fue en 2014.

- ¿Por qué no has debutado todavía de luces?

- El año pasado tuve que cortar la temporada por mononucleosis y por una hepatitis. Fui a Francia y allí empezó, en España se me reprodujo. Me dieron un diagnóstico bastante malo. Me dieron el alta el 10 de septiembre y toreaba ese día. Me dijeron que si me cogía el novillo me iba a costar muy caro. Yo toreé, no podía estarme quieto. Tenía ese compromiso hecho y tenía que ir como fuera. Toreé en Camas y en La Algaba y este año espero debutar, voy a los tentaderos de Canal Sur.

- Imagino que la decisión de torear no gustó en casa, ¿no?.

- Ufff… ese día se lo tomaron muy mal. Esto me tuvo parado todo el mes de agosto y ni los médicos ni mis padres quisieron que fuera, pero tiré para adelante. Ellos me ayudan en todo lo que pueden desde que empecé pero ese día...

- El 1 de abril torearas, en collera, con Tomás Campuzano, ¿cómo le conociste?

- Por un sobrino de Gerena suyo con el que entreno muy a menudo. En un tentadero en Soto de la Fuente me sacó con él a una vaca. Empezamos a coger relación y ahora la tenemos muy buena. Le admiro como maestro y persona, me siento honrado de que me lleve a Villaseca con él. Es magnífico. Me enseña la técnica para torear bien y el gusto de sentirme. Él me enseña su técnica de torero poderoso. 

- ¿Cómo te enteras de que ibas a actuar en Villaseca?

- Estábamos entrenando y me lo propuso… y yo loco de contento. Estoy muy orgulloso de que confíe en mí y me lleve allí. Una plaza que he visto en vídeos y de la que conozco sus Alfareros

- Hacer el paseíllo con Ortega Cano, Manili, Tomás Campuzano, Morenito de Maracay y Juan Mora es algo al alcance de los elegidos, ¿no crees?

- Ni me lo creo, es impresionante. La admiración y respeto que les tengo es muy grande. Será un día soñado en el que me acompañarán mi familia y mis amigos. Vendrán conmigo. 

- Hablemos de tu concepto como torero…

- La idea del toreo que tengo es la del concepto de mis espejos. José Tomás, el maestro Campuzano y el capote y muleta de Morante. Esos tres conceptos me han marcado.

- Su frescura y juventud son contagiosas. ¿Cómo viven tus compañeros de instituto tu profesión?

- Estoy estudiando 2º de Bachillerato. Hay muchos antitaurinos. Uno de ellos, cuando debuté de becerrista, vino a verme. Me vio como un aficionado más. La madre es antitaurina, estuvo y me llevó un ramo de flores. Hay muchos que se lo toman muy bien, que les gustan los toros y van. Hay muchos que no conocen esto y otros antitaurinos, respetan, al igual que los profesores.

-¿Y si no funciona el toreo?

- Quiero ser preparador físico. Me gusta mucho eso. Las dos profesiones pueden ser compatibles. La preparación física te puede servir para ti mismo. Hay muchos toreros con preparador físico como Escribano y David Mora.

- Segundo de Bachillerato es un año más que complicado, ¿cómo lo compatibilizas?

- No me lo recuerdes. De 8 a 14:30 horas, en clase. Entreno de cinco a seis en mi casa y a las siete voy a la escuela taurina hasta las nueve y media. Y estudio cuando llego de comer y tras la escuela. Este trimestre ha ido mejor… si no, me matan mis padres. Cuando era chico me decían mis padres: «si sacas notables y sobresalientes te llevo a la escuela de Sevilla»… ¡y los saqué! Yo tenía claro que como fuera me tenía que apuntar. Ellos siempre me han dicho que tengo que estudiar y tener cultura para hablar, que no me quede callado en las entrevistas, aunque sea la primera.

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