Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Ochoa y Sescosse se imponen ante el diluvio
Jesús María (Aguascalientes). Crónica novillada

Ochoa y Sescosse se imponen ante el diluvio

José Aguilera

Todavía en los tendidos del coso jesusmariense llegaba por sorpresa la noticia de la muerte del cantautor más importante de México en los últimos tiempos, Juan Gabriel, cuando se suscitó un problema entre las cuadrillas y la empresa, aún y cuando los novilleros ya se encontraban liados y dispuestos a partir plaza, lo que obligó a que éstos no pisaran el ruedo y a que el festejo se retrasara alrededor de cuarenta y cinco minutos en su inicio. Un verdadero petardo para la empresa que haya acontecido este hecho ligado al pago de honorarios y servicios. Es importante que los banderilleros y picadores, que también le salen al toro, hagan valer sus derechos; pero lo que no es permisible es el perjuicio que se ocasiona y todo por una mala previsión administrativa de quien organiza estos eventos taurinos.  Quienes salieron perdiendo en primer lugar fueron los novilleros, pues la demora acercó las malas condiciones climáticas que se veían venir, y en segundo el público que se tuvo que aventar un largo festejo. Afortunadamente, con todo y su prolongación, éste no fue aburrido y la parte final fue la que dio la nota importante para toda la afición y para los medios taurinos.

La novillada de la ganadería de San Marcos en términos generales cumplió en presentación, de acuerdo a la categoría de la plaza, aunque sobresalieron dos, primero y séptimo, que fueron fuertemente aplaudidos a su salida. El juego de los astados fue variado no obstante predominó en varias ocasiones la deslucidez y el desempeño complicado.

El clima esta vez no fue el mejor aliado de la tarde y la lluvia se hizo presente gran parte del tiempo. Mérito mayor yació al que le agregaron a sus actuaciones Patricio Ochoa y Mariano Sescosse quienes, fríamente, debieron haber dicho que no torearían por las muy malas condiciones en las que se encontraba el ruedo; pero, pudo más su ambición de demostrar porque están en este medio, tan difícil en estas épocas por cierto, manifestando su acierto para que el juez ordenara que saliera cada uno de sus respectivos bureles. Al final el haber dado todo de sí hizo que se alzaran merecidamente como los triunfadores.

Había fe en algunos de los otros novilleros acartelados; sin embargo, sus actuaciones no fueron lo que se esperaba. Por lo que en la reflexión personal de cada uno deberá pasar por la mente de ellos, insisto no de todos solo de algunos, el enderezar el rumbo o asentar cabeza para buscar otros caminos.

Rodolfo Mejía “El Tuco” lidió en primer lugar a Morito con el que tuvo un discreto saludo capotero, un vasto tercio de varas y uno malo de banderillas a cargo de las cuadrillas. En su inicio con la muleta comenzó doblándose con el novillo. No se le vio del todo firme en su actuación y el de San Marcos aprovechaba para trasmitir que ante esta situación podía hacer de las suyas en todo momento. El temple no estuvo presente en grandes momentos de la lidia como se hubiera deseado. Tres viajes dejó con la espada, dos de tres cuartos y uno de media de colocación arriba, que fueron suficientes para haber despachado al enemigo.

Manuel Gutiérrez en segundo término recibió a Arlequín con una larga cambiada de rodillas. No trascendieron a más los dos primeros tercios. Brindó al matador de toros, empresario y su apoderado Jorge Mora. Con la muleta intentó hacer las cosas con serenidad. Los naturales calaron fuertemente en el tendido. Por el pitón derecho ya no se le vio tan apacible como había gustado. El novillo acabó en la última parte de la faena con la cabeza arriba, sin humillar. Tras las manoletinas vino la precipitación al ejecutar la suerte suprema en la que dejó un bajonazo pellejero y posteriormente una entera arriba. Todo quedó en salida al tercio.

Nicolás Gutiérrez  ante Monosabio sufrió una voltereta, sin aparentes consecuencias, en el primer tercio. Tuvo una sencilla rivalidad en quites con su siguiente alternante después de la suerte de varas. Brindó al buen aficionado Juan Carlos “Chacho” Morales y a otro amigo de los que se hizo acompañar. El de San Marcos no fue fácil con la muleta pues en el viaje constantemente tiraba un derrote en la última parte de cuando hacía éste. Cuando el novillero hidrocálido logró templar fueron buenos los muletazos, con calidad. No hubo el aseo deseado más no así la intención de no hacer las cosas con torería, como los buenos doblones finales. Mala fue su actuación con la espada y se retiró en silencio una vez que pasaportó al socio.

José María Pastor se enfrentó a Pollito en donde sobresalió, después del primer tercio, su quite por gaoneras con el que le respondió al  soberbio que había realizado minutos antes Hermosillo por saltilleras. Él mismo colocó los palos a su burel.  En la parte final de su actuación el de San Marcos no humilló por completo; sin embargo, Pastor aprovechó para llevarlo con despaciosidad en la muleta lo que llegó de inmediato al graderío. Por las condiciones de Pollito la faena vino de más a menos. La estocada fue trasera y todo quedó en ovación al tercio.

José María Hermosillo, ante Soñador, destacó con el capote por tafalleras con todo y su emotivo remate. Brindó al matador de toros en retiro Fermín Espinosa “Armillita Chico”. Se enfrentó en el último tercio ante un novillo que exigía ser templado para no engancharle. El comportamiento del de San Marcos se tornó deslucido, no fue fácil. Hermosillo acortó distancias para hacer faena de valor. Saludó al tercio después de haber matado de pinchazo y tres cuartos de espada, a pesar de lo difícil que se volvió el burel al echar la cara arriba en la ejecución precisa de la suerte de matar.

Patricio Ochoa en presencia de la fuerte lluvia vio salir por la puerta de toriles a Catarino. Fue bueno el saludo capotero con el que le dio la bienvenida. Después del tercio de varas, el de banderillas tuvo que ser pasado atinadamente con un solo par a causa del mal clima. Con la muleta el michoacano mantuvo la disposición en alto y extrajo muy buenos pases. El de San Marcos fue cada vez más deslucido. Ochoa dejó tres cuartos de acero, en muy buena colocación. El juez otorgó merecido auricular.

Mariano Sescosse no se echó para atrás y pidió que saliera el último de la tarde de nombre Cominito. En un inundado ruedo lo recibió con un farol de rodillas. Las verónicas y la media que siguieron fueron lo mejor de la tarde con el capote. El quite fue por chicuelinas y revolera. Después del brindis al público, vino una faena que llegó a los tendidos al hacer uso de ese temple maravilloso que posee. Hubo soberbios trincherazos por parte del novillero zacatecano. Predominó la labor por el lado natural –entendible tras el peso excesivo que ocasiona la empapada muleta armada por el derecho-. Sescosse transmitió a los tendidos. La suerte suprema se compuso de media delantera y una entera. Tras petición mayoritaria, y a regañadientes del propio juez, se concedió también justa oreja.

 

  • Jesús María (Aguascalientes). Plaza de Toros “Xonacatique”. Novillada en tarde con lluvia. Dos tercios de entrada. Seis novillos de San Marcos que cumplieron en presentación, destacando 1º y 7º, que fueron aplaudidos a su salida, y de juego variado.
  • Rodolfo Mejía “El Tuco” (burdeos y oro): ovación al tercio tras aviso.
  • Manuel Gutiérrez (marfil y oro): ovación al tercio.
  • Nicolás Gutiérrez (azul rey y oro): silencio.
  • José María Pastor (malva y plata): ovación al tercio.
  • José María Hermosillo (celeste y oro): ovación al tercio.
  • Patricio Ochoa (lila y oro): una oreja.
  • Mariano Sescosse (burdeos y oro): una oreja.
  • Se inició el festejo cuarenta y cinco minutos tarde por no haber acuerdos entre la empresa y las cuadrillas por sus honorarios.
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