Román abrió la puerta grande de Las Ventas tras cortar una oreja a cada toro de su lote, el primero de La Reina y el segundo del Tajo, en la corrida celebrada con motivo de la festividad de la Virgen de la Paloma. Iván Vicente, por su parte, saludó una ovación en el cuarto, mientras que Juan Leal fue silenciado. La corrida, seria y con romana, contó con tres toros ovacionados en el arrastre.
El tercero fue un toro encastado y con cierto peligro que volteó a Román a mitad de la faena. Tuvo mucha sinceridad a la hora de ligar muletazos con ambición y ganas. Destacaron series al natural, pero también molestó el viento. El final tuvo un aire más torero con ayudados por bajo y el espadazo aseguró el primer premio. Otra oreja paseó tras un estoconazo certero al sexto. Fue un buen toro pero sólo duró tres series, dos por el pitón derecho y una por el izquierdo. Fue suficiente porque el toro humilló y transmitió en series que tuvieron eco en los tendidos. Había brindado el toro a doña Laura, una conocida aficionada incondicional de Las Ventas y el público ovacionó el gesto.
De Iván Vicente destacó el inicio genuflexo con la muleta en el cuarto. La faena tuvo clase y elegancia, con cierto detalle y sin estridencias pero le faltó continuidad en los muletazos frente a un toro que embistió con entrega y transmisión. Tras el pinchazo y la estocada saludó una ovación. La labor con el primero careció de transmisión y no tuvo ligazón, también por la condición del animal que fue tardo. Mató de pinchazo, media estocada y descabello.
Juan Leal llegó a los tendidos en el inicio de rodillas en el centro del ruedo citando en largo. Tuvo emoción el toro en ese inicio aunque le faltó recorrido. Cuando el francés optó por acortar distancias fue recriminado por el público que no le aguantó el arrimón. El segundo se afligió pronto. Lo intentó metido entre los pitones pero cuando se fue a por la espada el toro se echó y fue apuntillado.
