Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Un debut y una alternativa
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Un debut y una alternativa
Albacete. 8ª Feria de la Virgen de los Llanos

Un debut y una alternativa

Alejandro Martínez

Mérito. Esa es la palabra con la que, ante todo, podríamos calificar la actitud de Jorge Cordones y Pedro Jesús Merín. Y es que ambos tuvieron el coraje, no sólo de anunciarse y matar una novillada de gran trapío, sino de compartir cartel con el número uno de los novilleros. La distancia, el oficio, que separan a José Garrido de cualquier chaval que da sus primeros pasos en el escalafón novilleril es, simplemente, insalvable. Y así quedó demostrado en la segunda y última novillada del abono albaceteño. En el cartel se anunciaba el debut con caballos de Pedro Jesús Merín, pero también se debería haber anunciado la alternativa de José Garrido. La estrella actual de los novilleros recibirá el doctorado el próximo mes de marzo o abril, a principios de temporada, y esa superioridad se notó desde el primer capotazo que ejecutó el extremeño. Sobrado toda la tarde, Garrido llegó a Albacete, sin embargo, a medio gas. Muy lejos sin duda de esa histórica tarde en Bilbao en la que se entretuvo en cortar seis orejas. Ahí queda eso.

Así que hoy, para ser justos, no deberíamos medir igual a uno y otros. José Garrido no pudo apenas estirarse con el capote ante su primero. Todos esperábamos ese vuelo de capote del novillero extremeño, pero el frío segundo de El Cortijillo lo impidió. Después, ya con la muleta, destacó por su templanza y encaje, pero sólo sobresalió en el toreo accesorio. Hubo cambios de mano, remates y pases de desprecio de una belleza absoluta, pero cuando hubo que sacar a relucir el toreo en redondo, Garrido abusó en demasía del toreo periférico. Un detalle técnico que todos pudimos ver a la hora de correr la mano, fue que cogió el palillo de la muleta demasiado en el extremo; y, así, el ajuste no fue el recomendable. Tras una buena estocada (como acostumbra), cortó una oreja que no tuvo la rotundidad acorde a su categoría y a la expectación levantada. Si el segundo de la tarde fue un buen astado, que sin embargo por momentos embistió a media altura, el quinto fue el garbanzo negro del encierro. Se movió el de Alcurrucén, pero sin calidad y de forma muy deslucida. Por cierto, que ese animal fue el único justo de presentación del sexteto. Los demás lucieron, afortunadamente, una lámina irreprochable. Muy distinta esta novillada de los Lozano a la sospechosa y excesivamente cómoda de Buenavista. Ese trasteo al segundo de su lote no terminó de calar nunca en el tendido, y tras pasaportar a su enemigo, Garrido recogió una ovación.

Pedro Jesús Merín seguro hizo el paseíllo sabedor de que esta tarde era la más importante de su vida. El que hasta ahora ha sido uno de los pocos alumnos destacados y con cierto ambiente de la Escuela Taurina de Albacete, llegaba a la feria con la responsabilidad de debutar en su plaza, en pleno ciclo en honor a la Virgen de los Llanos, y con las cámaras de televisión en directo. Actitud, firmeza y personalidad. Esas fueron las virtudes de un torero que, sin embargo, dejó patente su escaso oficio. Centrado en la tarde, brilló ante el buen, aunque más paradito, tercero en un ajustado y meritorio quite por gaoneras. Después dejó patente su concepto vertical y encajado, pese a que por momentos faltó mayor mando en la muleta. Lo mejor de su trasteo fue una notable serie sobre el pitón derecho, y aunque dejó una buena estocada, el de El Cortijillo se amorcilló y Merín tuvo que coger el descabello. Ya con síntomas claros de estar muerto, el novillo se puso complicado para descabellar y tras varios golpes de verduguillo, se acabó echando para ser apuntillado y llevarse al desolladero cualquier opción de trofeo. En cambio, tras otra certera estocada, el sexto si se echó rápido y el ansiado apéndice cayó sobre las manos de Pedro Jesús. El que cerró plaza fue un ejemplar mansito que por momentos quiso rajarse, pero que tuvo casta y exigencia en su embestida. Dura prueba para el de luces que suplió sus numerosos enganchones con firmeza y actitud. Era difícil no dar el paso atrás, pero Merín aguantó en sus sitios las emotivas acometidas de su enemigo.

Abriendo cartel actuó un Jorge Cordones que dejó escapar un lote de cuatro orejas. Tanto el primero, como el precioso y serio cuarto, fueron esos novillos soñados por cualquiera. Con nobleza, clase y recorrido, los de los Lozano anduvieron por encima de un novillero al que también se le notó el escaso rodaje. A pesar de esto, Cordones mató a su lote con suficiencia y profesionalidad. Incluso, en algunas series principalmente con la diestra, se estiró corriendo la mano con templanza. No hubo demasiado lucimiento, pero tras matar muy bien al que abrió plaza, le dieron una oreja.

 

  • Plaza de toros de Albacete. 8ª de la Feria en honor a la Virgen de los Llanos. Con media entrada en los tendidos, se lidiaron tres novillos de El Cortijillo, dos de Alcurrucén (4º y 5º), y uno de Lozano Hermanos (6º). Bien presentados, salvo el 5º, y de buen juego en general. El 5º, más deslucido, fue el peor; mientras que el mansito 6º, fue encastado y exigente.
  • Jorge Cordones (azul marino y oro): oreja y silencio.
  • José Garrido (corinto y oro): oreja y saludos.
  • Pedro Jesús Merín (azul rey y oro), que debutó con picadores: saludos tras dos avisos y oreja.
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