Primer encierro de las fiestas de Santa Ana en Tudela protagonizado por novillos de Pietro de la Cal, un poco justos de presentación y veloces como demonios. Puntual sonaba el cohete. Cuatro utreros jaboneros, un castaño y uno negro, saltaban a las calles y ponían el comienzo a una semana de encierros en la capital de la Ribera de Navarra.
El novillo negro metía la directa desde el comienzo y como un cohete enfilaba en solitario gran parte del recorrido, imposible mantenerle el ritmo ni siquiera por los más expertos y buenos corredores. En la curva de Caritat ha chocado con el vallado ciego, pero ni con esas ha perdido la cabeza de carrera en solitario.
A partir de ahí, manada muy estirada con el morlaco negro poniendo emoción por delante, hemos visto preciosas y meritorias carreras por parte de los mozos. Los de Prieto lanzaban miraditas, pero mucho menos de lo que acostumbran. En la Avenida Zaragoza hemos visto un momento de peligro cuando el quinto novillo, uno de los jaboneros, lanzaba por los aires a dos mozos en carrera, afortunadamente sin mayores consecuencias. Muy vistoso el encierro en este tramo, donde ha habido deliciosas carreras hasta la plaza de toros con la manada tan estirada y los toros tan sueltos; verdaderas obras de arte.
En definitiva, encierro rapidísimo, emocionante y muy bonito para abrir boca en Tudela.