- De forma general. ¿Cómo calificaría su temporada de 2015?
- La califico como una temporada casi soñada. Ha sido así de principio a fin, sobre todo al tratarse de un novillero sin caballos que está empezando. Y más cuando es el primer año en el que te pones a torear en serio y las cosas salen de esta manera. ¿Que se podía mejorar algo? Pues claro que sí. Siempre se pueden mejorar ciertas cosas, como todo en la vida, pero en ese sentido estoy muy contento y satisfecho por cómo han salido las cosas esta temporada.
- ¿Dónde cree que se ha visto al mejor Marcos del año?
- Buena pregunta... En mi opinión, el mejor Marcos de la temporada creo que llegó en el tramo final, desde el mes de septiembre. Ese mes arrancó con una novillada de Alcurrucén en Borox, en la que se vio muchísima evolución con respecto al inicio. Después llegaron las novilladas de Algeciras, Murcia, La Torre de Esteban Hambrán, –que fue una corridita de toros–..., y todas salieron como yo quería. Creo que en ese periodo es cuando ofrecí el nivel más alto de toda esta temporada.
- El Certamen Soy Noviller@ y el triunfo en el mismo marca de forma clara su temporada. ¿Qué supuso para usted?
- Para ser realistas y muy directos te diría que para mí Soy Noviller@ ha sido lo que me ha dado la vida para que esta temporada haya sido tan especial, por larga y bonita. La verdad es que antes del certamen no había nada hecho y a partir de entonces empezaron a salir muchos festejos por toda España hasta llegar a torear 33 tardes como he toreado este año.
- Fue el triunfador del certamen y también el numérico de todas las ediciones celebradas. ¿Hasta qué punto se notó el cambio en su carrera?
- Al día siguiente de terminar Soy Noviller@, además de contestar dando las gracias a multitud de mensajes de enhorabuena y apoyo, ya noté la diferencia y empecé a entender que la temporada y mi carrera habían cambiado. Ya se veía todo más rotundo, y se veía que la gente te miraba de otra manera, que ya no eras un novillero más del escalafón, sino que podías ser uno de los punteros esta temporada.
- Soy Noviller@ marcó la temporada de forma espectacular. ¿Hasta qué punto eso le dio moral y le lanzó hacia adelante?
- La verdad es que me costó asimilarlo. No fue el mismo día en el que me di cuenta de que aquello había salido genial y de que la temporada podía ser bonita, porque al día siguiente de ganar todavía no me creía que había sido capaz con todo el nivel que vimos y con las novilladas que hubo. No fui consciente hasta dos semanas después.
- ¿Qué evolución ha notado desde la primera tarde de este año hasta la última?
- Fundamentalmente he notado cambio delante de los novillos desde esa primera tarde en Illescas hasta la última en Torrejón de Velasco el 10 de octubre. He visto una madurez que se ha reflejado y se ha dejado notar en el público, que me han visto de otra manera. Ha habido una madurez como torero, una evolución en el aspecto estético y hasta en el andar en la plaza. Y claro está, al torear un número considerable de festejos, la técnica también evoluciona.
- ¿Qué fue lo más difícil de todo el certamen?
- Sin duda, la presión de sentir que nos habíamos juntado 18 novilleros allí y que éramos los punteros de España y alguno también francés como era Adrien Salenc. Todos mis compañeros estaban arreando muchísimo y venían de hacer una temporada 2014 que fue tremenda, y eso asustaba. Pero bueno, al final fueron rodando las cosas y te ves capaz de que puedes con todo.
- Si echa la vista atrás. ¿Con qué recuerdo se queda del certamen? ¿Qué fue lo más especial de toda la experiencia?
- Sinceramente, me quedo con un novillo de Encinagrande, que fue el que me dio el punto de moral necesario para seguir en el certamen. La novillada de José Vázquez fue extraordinaria y le corté tres orejas, pero la tarde de la novillada de Encinagrande, que fue la semifinal del torneo, me dio un punto de moral que me ayudó una barbaridad para afrontar el resto del certamen y verlo todo mucho más claro. Ese momento lo pasan todos los toreros y me di cuenta de que así fue.
- Soy Noviller@ supuso un antes y un después este año, pero el anterior también. Le ha quitado y le ha dado. ¿Verdad?
- Así es. Soy Noviller@ me quitó la moral y la idea de ser torero el año pasado cuando no pasé las rondas eliminatorias, pero justo un año después me la devolvió y fíjate lo que he conseguido después de aquello.
- Su paso por el certamen fue arrollador. ¿En qué se basó esa consistencia y rotundidad?
- Era consciente de que mi momento era bueno porque había toreado bastante en el campo y la preparación fuera de la plaza había sido intensa. Además de eso, una de las claves fue la personalidad diferente de mi toreo. Creo que sorprendió verme torear como yo sentía, entregado al 100% y sin condiciones.
- ¿Y al Marcos más dubitativo y gris de la temporada?
- Sin ninguna duda, creo que el tramo más gris de la temporada fue el de principios de agosto. Esos fueron momentos duros, en los que no me encontraba como me había encontrado durante toda la temporada. Estaba a un nivel bueno, pero no sentía lo que sentí en tardes anteriores a esas. Recuerdo, por ejemplo, una novillada en Tielmes que me hizo bastante daño, y después llegué a Málaga sin la moral suficiente con la que hay que llegar a una plaza como esa. Aunque es cierto que luego en septiembre me pude recuperar y recobrar la mejor versión del año.
- Ya fuera en novilladas o clases prácticas, tuvo importantes actuaciones en plazas como Alicante, Murcia, Soria o Algeciras. ¿Con cuál de todas ellas se queda?
- Hubo tardes muy bonitas... pero de esas que recuerdas toda tu vida me quedo con la de Murcia, porque es una plaza a la que le tengo mucho cariño. Allí había toreado el año anterior y el recuerdo era muy bueno. Este año tuve allí un triunfo rotundo. Y por otro lado Algeciras, que fue otra de las tardes de la temporada que no voy a olvidar nunca.
- Participó en dos certámenes : el Espárrago de Oro de San Adrián y la Naranja de Plata de Algemesí...
- Así es. En el de San Adrián no tuve suerte ninguna, pues maté una novillada de Victoriano del Río que no fue a lo que estamos acostumbrados a ver por parte de esta ganadería, que es la que matan las figuras del toreo ahora mismo y que se caracteriza por una regularidad máxima. La verdad es que no ayudó nada para el triunfo, aunque le pude arrancar una oreja al segundo de mi lote. No fue una tarde fácil. En Algemesí lidié una novillada de Pedro Jovaní. El primero te diría que fue uno de los novillos más complicados de toda la temporada le pude cortar una oreja. Al segundo, que fue muy bueno, le hice una notable faena, pero fallé con las espadas y todo quedó en una oreja. Con todo, fue una de esas tardes en las que sales vacío de la plaza porque sientes que tú te has entregado por completo.
- Es alumno de la Escuela Taurina de Cuenca. ¿Qué le ha facilitado esta institución esta temporada?
- La Escuela Taurina de Cuenca me ha facilitado todo y gracias a ella he toreado durante toda la temporada clases prácticas en plazas de pueblos de la provincia, anunciándo como alumno de ella, que eso es positivo. Todas esas oportunidades te sirven para aprender y te facilitan el poder torear, aunque el novillo baje con respecto a otros compromisos más serios de la temporada. Por eso le estoy muy agradecido a la Escuela Taurina de Cuenca, a todos los profesores y a mis compañeros.
- Es madrileño de nacimiento, pero conquense de adopción. ¿Hasta qué punto Cuenca forma parte de su corazón?
- Te voy a ser muy claro: cada vez que escucho la palabra Cuenca se me ponen los pelos de punta. Como bien sabéis todos, aunque yo sea de Fuenlabrada y pase mucho tiempo en el campo en Salamanca, Cuenca es mi plaza, la llevo por toda España con mucho orgullo y formo parte de su Escuela Taurina. Cuenca es la ciudad donde me vieron nacer y donde maté mi primer novillo. Sabéis también el vínculo especial que tengo con esta plaza gracias a mi padre Maximino Pérez, que ahora mismo es el encargado de confeccionar los carteles de la Feria de San Julián.
- ¿Hasta qué punto es consciente de que es el novillero sin caballos triunfador de la temporada?
- Hombre (risas)... La verdad es que mucha gente me lo ha dicho, y cuando la gente te lo dice y son personas que no están detrás tuya solo para tocarte las palmas... es para tenerlo en cuenta. De verdad te digo que no sé si llegas a ser consciente de ello o es que no quieres creer que has sido el triunfador, pero posiblemente sea así. No sé. Lo único que sé a ciencia cierta es que me siento al mismo nivel y a la misma altura que mis compañeros. Creo que los toreros no somos ni más ni menos unos de otros. El día que nos vestimos de luces es cuando hay que dar la cara y demostrar lo que vales.
- Hay un punto de inflexión con la novillada de Baltasar Ibán en Tielmes. ¿Cómo la recuerda?
- Fue un paso importante. Y lo fue porque fue una decisión propia, personal. Quería matar una novillada de un encaste minoritario y fue esa de Baltasar Ibán. Esa tarde me di cuenta de que todos los toros tienen su lidia, de que te puedes poner delante de todos. Y no fue una tarde como otra cualquiera, sino diferente o especial, la verdad.
- Entonces, ¿entiende que para crecer como novillero y para llegar a ser torero, tiene que matar ganaderías de todos los encastes?
- Sí creo que para llegar al puesto más alto es necesario. Cada torero tiene unas ganaderías predilectas porque son las que más le pueden facilitar el triunfo por su forma de ser o por su forma de interpretar el toreo, pero creo que de vez en cuando, no te digo toda la temporada, puedes alternar algún cartel con ese tipo de ganaderías. Sobre todo, por el reconocimiento que tiene para la afición, para que nadie dude de que tú puedes llegar a exigir a ese toro lo mismo que a otros que dicen que son menos duros. Vamos, que la gente no dude de tu existencia y de que así puedes llegar a lo más alto.
- ¿Quién ha sido su rival este año, el compañero con el que ha existido un pique sano en el ruedo?
- Por el número de tardes que he toreado con él esta temporada, te diría que Alejandro Gardel, y sobre todo en pueblos de su zona, como el mano a mano en Borox, donde sabía que jugaba fuera de casa y en las que he dado la cara como debía hacer. Ahora bien, si ha habido tardes con rivalidad total y manifiesta, esas fueron las del Certamen Soy Noviller@. En esas tardes sí que se mascaba la rivalidad entre todos nosotros porque nos jugábamos mucho y muy importante. Creo que me cambiaba hasta la personalidad.
- ¿Queda alguna espinita clavada a lo largo de esta temporada?
- Hombre..., siempre queda algo pendiente. Todas las tardes, por muy buena que haya sido la temporada, se puede mejorar algo. Eso está claro como el agua. Si tuviera que quedarme con una espinita en concreto, me quedaría posiblemente con la tarde de Málaga, ya que es la que más me duele de mi temporada.
- ¿Quién le ha acompañado esta temporada? ¿Cuál ha sido su equipo durante todo el año?
- Durante toda la temporada ha estado a mi lado mi padre, que es el que me ha acompañado todas las tardes. Y además, el equipo de su empresa MaxiToro. También me gustaría destacar a una persona como es Miguel Cubillo, más conocido por todos los amigos como Willy, que fue el que más cercano se mostró conmigo y el que estuvo conmigo en las duras y en las buenas. Es un amigo y una persona de total confianza.
- Tuvo una preparación considerable en el campo el invierno pasado. ¿Se notó en el ruedo?
- Sí, la verdad es que sí. Fue un invierno intenso. Estaba tomada la decisión de que tenía que arrancar mi temporada en Soy Noviller@, y que ese certamen iba a darme todas las oportunidades que me tenía que dar en la vida, y sobre todo en mi carrera de cara a 2015. Por eso nos preparamos a conciencia y muy fuerte, aunque no fue un invierno especialmente excesivo en el número de tentaderos, ya que hubo bastantes, pero siempre se puede tentar mucho más. Además, hubo una situación sobrevenida y es que tuvimos un parón importante de 20 días antes de la primera novillada en Soy Noviller@ por un accidente de tráfico. Eso me apartó un poco de los entrenamientos, pero bueno, con la ayuda de Willy y de mi amigo Álvaro Lorenzo nos pudimos reponer y llegar a la cita. No te digo que llegásemos al 100% a la primera novillada, pero sí al 80%, que después de lo que había pasado no fue algo fácil de conseguir.
- ¿Qué ventajas y desventajas tiene ser hijo de un empresario taurino y de una ganadera de bravo?
- Desde fuera parece que todo son ventajas, pero desde dentro, –pues soy yo quien lo vive directamente en primera persona–, la verdad es que creo que hay más desventajas que ventajas. Dentro las ventajas, está claro que a la hora de entrar en algunos sitios es más fácil o también a la hora de prepararte en el campo, porque lo puedo hacer en la ganadería de mi abuelo. Pero luego también te das cuenta de que por mucho que te pongan en dos carteles en concreto, si esas dos tardes no das la cara y te juegas la vida de verdad, no llegas a ningún sitio. Los favores en la familia... ¿qué quieres que te diga? Yo soy el primero que no quiere pedir favores en balde. Si tienes que pedir un favor un día por lo que sea, más vale que devuelvas ese mismo favor multiplicado por tres. Lo importante es que tú te tengas que ganar los contratos por ti solo en el ruedo.
- ¿Tiene ya en mente el debut con picadores el año que viene?
La idea la estamos debatiendo todavía, la verdad. Estamos viendo posibilidades. Estoy viendo mi evolución en el campo, mis limitaciones y también mis ventajas, y la intención es debutar con caballos, aunque no es algo seguro todavía, ni mucho menos. De producirse me gustaría que fuese a principio de temporada, para afrontar el resto como novillero con caballos.