Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Victorino, casta y poder
Victorino, casta y poder
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Victorino, casta y poder
Victorino, casta y poder
Las Ventas. 29ª de la Feria de San Isidro

Victorino, casta y poder

Leo Cortijo

Los había, -muchos-, que ni por sorpresa esperaban que la corrida de Victorino Martín saliese como salió. Sorprendió. Interesantísimo encierro del hierro de la A coronada, sin duda, el más completo de toda la isidrada, con toros encastados, poderosos, exigentes y muy duros… alimaña incluida. Otra cosa no sé, pero aburrirse no se aburrió nadie. Emoción y miedo durante todos los tercios, vamos, la lidia completa que tanto añoramos. Vengativo, corrido en tercer lugar, fue el toro de la tarde… y, seguramente, de la Feria. Todo un torrente de casta y poder, con el que se las tuvo que ver Alberto Aguilar, que estuvo firme y meritorio, pues había que echarle un buen par para lidiar con él. En lidiador de otra época anduvo Antonio Ferrera, sobre todo con la alimaña que hizo quinto; mientras que Uceda Leal, desdibujado y sin ideas, desaprovechó un lote que ofreció infinitamente más posibilidades en la muleta que sus otros cuatro hermanos. La tarde dejó notas negativas, como la incomprensible actitud de una buena parte del público despidiendo con pitos y almohadillas a los toreros que se habían jugado la vida de verdad, sobre todo en el caso de Ferrera y Aguilar. Así como la grave cogida y lesión de rodilla de Manolo Rubio. Vamos, que la antepenúltima de San Isidro tuvo de todo.

Madrileño, primero de la tarde, fue una pintura de toro y el público lo recibió con algunas palmas. Manseó en varas, repuchando en la primera y huyendo tras la segunda. Uceda Leal cimentó toda su labor por el noble pitón derecho del victorino, por donde se dejó y dio opciones al torero del barrio de Usera, pero abusó del unipase sin ligazón y sin terminar de acoplarse y exprimir la condición del burel. Pedía distancia y no encimismo. Por ahí se podrían haber conseguido mayores réditos, pero Uceda no lo supo ver. Jaqueco, segundo del lote, fue muy mal picado por el del castoreño. Pero mal, mal. Con él, que ofreció posibilidades, no se acopló en ningún momento Uceda, abstraído y desconfiado totalmente. Sin meterse en la tarde ni entregarse, ofreció un trasteo insustancial y plomizo. Dicen que no hay que hacer leña del árbol caído…, digamos pues, que no fue ni mucho menos la tarde de Uceda Leal.

Antonio Ferrera anduvo magistral con el capote, muestra del gran lidiador que es. Hasta en tres ocasiones acudió Escritor a su cita con el caballo, arrancándose con brío en las dos primeras. El extremeño saludó una ovación tras banderillear con mucha personalidad, destacando el tercer par por los adentros. Pudo tener un resultado mejor o peor, pero por lo menos fueron dos primeros tercios con emoción. En la muleta ya fue otra historia. A izquierdas y a derechas se justificó Ferrera, pero el geniudo y exigente animal protestó cada muletazo, lanzando derrotes cuando se sentía podido. Fiereza y poder en su embestida, y el coleta, firme y digno, firmó una meritoria faena. Majito también escuchó las palmas de aprobación de salida, pero no se empleó en varas e hizo sonar el estribo. De nuevo Ferrera con los rehiletes, pero en esta ocasión el tercio no consiguió esa comunicación especial con los tendidos. Abrevió con la muleta, pues entendió que la única lidia que podía recibir el fiero y encastado animal, -una alimaña-, era el macheteo, y no hizo más que eso. Lo correcto, es cierto, pero sin poderle. La mala noticia vino cuando el veterano Manolo Rubio fue a apuntillar y el toro lo cogió causándole una grave lesión de rodilla. Lo que no se termina de comprender es que el toro fuese ovacionado y el torero pitado. Se perdió el norte…

No embarcó en el percal Alberto Aguilar a Vengativo, que peleó de buena manera en varas, en el jaco muy bien montado por Juan Carlos Sánchez. Empezó con la diestra el torero madrileño, pero por ese lado el victorino empezó a dar muestras de lo que atesoraba (casta y poder a raudales), y se comió al torero, directamente. No pudo hacerse con la acometividad, exigencia, franqueza y casta con la que el animal acudía al engaño. Tres cuartos de lo mismo al natural, siempre perdiéndole pasos, porque cuando Alberto Aguilar iba, Vengativo ya venía. Qué TORAZO, señores. Con mayúsculas. Mucho ojo, que pudo haber comprado casi todos los boletos para ser el toro de la Feria de San Isidro 2014. La ovación en el arrastre, más que ninguna otra del ciclo, merecidísima. Durante la lidia Alberto se cortó con la espada en el gemelo, por lo que tuvo que entrar en la enfermería, justo después de saludar una ovación, pues tuvo mucho mérito vérselas con un enemigo así. Con el ánimo helado tras la alimaña que se corrió en quinto lugar, salió al ruedo Cominero, con el que Alberto Aguilar optó por la abreviación tras entender que el toro no tenía ni un pase. Así lo creyó el torero; Las Ventas no opinó lo mismo y recriminó su actuación con protestas antes de marrar estrepitosamente con los aceros.

 

  • Las Ventas. 29ª de la Feria de San Isidro. Casi lleno en tarde agradable. Se han lidiado seis toros de Victorino Martín, bien presentados, encastados, con poder, exigentes y duros en líneas generales. El 5º fue una alimaña, y el 3º uno de los toros importantes de esta feria.
  • Uceda Leal (negro y plata): pitos y pitos.
  • Antonio Ferrera (ciruela y oro): palmas tras aviso y pitos.
  • Alberto Aguilar (azul turquesa y oro): ovación con saludos y silencio.

 

Parte médico de Alberto Aguilar: Herida incisa en la región gemelar izquierda. Puntazo en eminencia hipotenar mano derecha. Pronóstico leve que no le impide continuar la lidia. Fdo. Dr. García Padrós.

Parte médico de Manolo Rubio: Herida por asta de toro en región perineal, con orificio de entrada y salida, con una profundidad de 15 centímetros, que alcanza el pubis y contusiona uretra y recto. Luxación de rodilla derecha, con rotura de ligamentos cruzado, anterior y posterior y ligamento lateral interno. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería y se realiza la reducción de luxación de rodilla e inmovilización de la misma. Pronóstico grave. Fdo. Dr. García Padrós.

 

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