Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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No deberse a nadie
No deberse a nadie
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No deberse a nadie
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No deberse a nadie
No deberse a nadie
No deberse a nadie
No deberse a nadie
No deberse a nadie
No deberse a nadie
No deberse a nadie
No deberse a nadie
Valencia. Crónica 11ª de la Feria de Fallas

No deberse a nadie

Luis María Garrido

La historia de los valientes que se enfundan el traje de luces o que crían toros bravos siempre ha dado un valor especial a aquellos que han recorrido su camino por la vía de la independencia en base a unos principios bien definidos. Aquellos toreros que se han debido siempre a sus ideales a los que han dado forma con su espada y su muleta. De igual forma aquellos criadores de bravo con personalidad definida han gozado siempre del respeto de la afición. No se deben a nadie. No se debía a nadie la divisa gaditana de Núñez del Cuvillo cuando en su deambular en estos últimos 2 o 3 años, defenestrada por la gran mayoría de las figuras de la torería andante, acudía año tras año a una Valencia que la apreciaba con un encierro correcto de presentación y siempre un par de toros bravos e interesantes. Otra vez en el papel de divisa muy cotizada, su nexo con las figuras de nuevo tiene aparentes consecuencias según lo que hemos visto esta tarde. No se debe a nadie un Enrique Ponce que sigue como el primer día sin más deudas que las que tiene con el sentimiento propio que intenta satisfacer cada tarde desde hace más de 25 años. Tampoco se debe a nadie la afición, que aguanta una tarde de lluvia, de toros muy mal presentados y tras haber soltado un buen dinero en taquilla para estas corridas finales con localidades más caras.

El chorreado primero de 511 kilos fue devuelto por su insultante endeblez. Cada vez que cambian un toro en la plaza de toros de Valencia la presentación de la parada de mansos es de vergüenza ajena. Escuálidos hasta decir basta. Con la de buenas paradas que tienen las ganaderías de corro valenciano. En fin, un apunte. El tal Jarandero sobrero negro lució más lustre en sus 508 kilos. De fuerza cogido con alfileres. Brindis de Enrique Ponce a David Mora. En el límite de las fuerzas para dar cuatro pasos por embestida. Imposible el lucimiento por la falta de fortaleza, y de nada sirvió la calidad. Bueno, sí sirvió para que el maestro Enrique Ponce recetase algunos derechazos con una templanza exquisita. Ni un enganchón. Qué despacio. Los adornos finales antes de matar, para paladares exquisitos. Pero la posibilidad de sumar peso al esportón con la falta de fuerza del oponente era inexistente. Estocada caída de rápido efecto y ovación para el de Chiva. El anovillado cuarto cambió el galopar por el andar nada más tocar el peto. Esperanzador el inicio de muleta, un mínimo fondo del noble de Cuvillo y Ponce toreando con relajo, descolgada la figura, por el derecho. Molinete, pase de pecho y una serie al natural despacio y con gusto. Tan personales esas series de Ponce. El de las flores y un circular por derechazos tan templado que solo por eso lo aguanta el flojo de Cuvillo. Arrimón sincero como el que lleva dos días en esto, incombustible Ponce. Qué lástima el metisaca sin soltar, para después rodar al toro de estocada arriba. Oreja.

El segundo capítulo fue literalmente desesperante. Otro Cuvillo en el límite de la invalidez más absoluta, un mundo para que pasara por el muletazo, y un Sebastián Castella muy querido por aquí que porfió cuando el lucimiento era francamente imposible, hasta casi desesperar al personal. El jabonero quinto fue otro toro de Cuvillo de poca apariencia pero más fortaleza. En la lidia, todo a favor de obra en buena brega de José Chacón. Ese inicio tan espectacular y que tan hecho tiene el francés, en el que se vislumbró algún rayo de esperanza sobre el posible fondo del de Cuvillo. Para completar la obra, el pasodoble Concha Flamenca. Largo al natural el francés con un toro al que la falta de fuerzas le acortó más el viaje por el derecho. El arrimón final, sin ceder un centímetro. Firmeza de Castella en una faena que podría haber "vendido" más de cara a la galería. Por suerte la buena banda de música ayudó a que todo calara más, además ya era hora de disfrutar del buen nivel de nuestras bandas valencianas. Pinchó el francés por dos veces y media que valió después. La remontada de la tarde no se consumaba.

El tercero de nombre Dudosito, de buena hechura pero poca cara, tenía calidad pero se derrumbaba a cada lance. No tardó mucho en asomar el pañuelo verde. En su lugar salió el segundo sobrero de nombre Pocarropa. El más toro de todos los que habíamos visto. Largo el castaño, con un tranco superior ya en los capotes. Brindó al público David Mora. Clásico y regio desde los doblones de inicio. El ajuste y la verticalidad en una tanda por derechazos de nota alta y un pase de pecho a la hombrera contraría. Cuando cambió de terrenos la mansedumbre hacía acto de presencia. Una serie al natural con el toro más venido a menos. Muy torero David Mora sin renquear en absoluto de su lesión; así debe volver un torero a los ruedos. Estoconazo un poco trasero y el toro rodado. De poco aficionado no conceder la oreja tras petición mayoritaria y más viendo el cariz que tomaba la tarde. Vuelta al ruedo. Para cuando salió el impresentable jabonero sexto ya no tenía el respetable ni ganas de silbar. Parecía hasta normal que se cayera el toro al apretarle. En la muleta nadie se sorprendió de que se aplomara a los primeros lances. La estocada con la que finiquitó pronto al de Cuvillo dio paso a una rápida salida de la plaza por parte de una afición tras haber aguantado estoicamente una debacle ganadera en toda regla regada con lluvia intermitente. "Ja prou", como decimos por aquí. Ya saben que lo mejor, en el toro y en la vida, es no deberse a nadie más a que uno mismo.

 

  • Plaza de toros de Valencia. 11ª de la Feria de Fallas. Más de tres cuartos de entrada en tarde fría y lluviosa. Se han lidiado toros de Núñez del Cuvillo (1º y 3º jugados como sobreros), mal presentados, faltos de fuerza y raza en líneas generales. 1º bis soso, 2º muy parado, 3º bis con fondo hasta que se rajó, enclasado el flojo 4º, 5º noble a menos, el jabonero 6º aplomado de inicio.
  • Enrique Ponce: Ovación con saludos y oreja tras aviso.
  • Sebastián Castella: silencio y ovación.
  • David Mora: Vuelta al ruedo tras petición mayoritaria y silencio.
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