Lo ha vuelto a hacer. Faenón para el recuerdo de José Tomás en Alicante. Una nueva muestra de que el toreo del maestro de Galapagar es único y que, hoy por hoy, no tiene ningún tipo de paragón. La pureza, la verdad y la naturalidad, hecha muletazo. La tarde explotó en el quinto toro, cuando Cacareo saltó al ruedo y JT se encontró con él. Tras una faena llena de emoción, temple, estética y profundidad, el público pidió emocionado las dos orejas para el torero.
Hemos criticado por activa y por pasiva sus planteamientos de temporada. Y de igual forma lo que mata, empezando por ésta última actuación en Alicante, en la que la presentación de los toros dejó mucho que desear. Así como que no se deje televisar y que no haga por la Fiesta todo lo que podría hacer. Pero lo cierto es que cuando coge los trastos no hay otro. José Tomás, y nada más.