Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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El triunfo del que quiere y puede
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El triunfo del que quiere y puede
Valencia. Crónica 4ª de la Feria de Julio

El triunfo del que quiere y puede

Luis María Garrido

Hace dos años se vivió uno de los momentos más intensos de las últimas temporadas tal día como hoy, domingo de la Feria de Julio. Lo protagonizaron el bravo Trastero-18 de Cuadri y un capaz Rafaelillo. A ese precedente se unían otros para hacer más que interesante la tarde de hoy. Como el regreso de Pascual Javier a su plaza tras años de forzoso exilio a las plazas mexicanas. Y sobretodo la oportunidad de ver de nuevo a Román. Encarna el joven valenciano las ilusiones de la afición valenciana que nunca debieron abandonarle. Tras casi un año en blanco apareció en Fallas renacido de sus cenizas, con un nuevo concepto. En su tarde del ciclo fallero se hizo un gigante en el ruedo de principio a fin. En San Isidro, la espada emborronó una intensa y emocionante faena frente a uno del Puerto de San Lorenzo en su confirmación. Hoy, entre los interesantes toros de Cuadri, un buen toro de Luis Algarra propició un triunfo legítimo que constanta su temporada de renacimiento.

Salió muy dormido el primer tren de Comeñunas. 583 kilos de seria negrura, era Tripulante. Apretó en un primer encuentro con el caballo mal colocado y puesto de largo en el segundo no se arrancó. Distraído, como expectante. Se fue largo en el inicio típico de Rafaelillo desde el tercio. Embestidas escasas, pero profundas, con interés por el volumen y la seriedad transmitida, aunque muy tardo el de Cuadri. De una en una y como a oleadas. Las tres primeras tandas, de dejar en la cara, esperar y tirar muy cruzado. Fue poco y supo a mucho. Con el toro muy a menos una última buscando la conexión tal vez le complicó la muerte. Dos pinchazos y estocada baja. Saludó desde el tercio una ovación sincera.

Fue el cuarto el toro prototípico del hierro onubense: pesador, largo, hondo y badanudo, acapachado de pitones y puntas negras. Una pintura. Dormido de inicio, peleó con violencia en una primera vara muy larga y dura. Criminal fue el segundo encuentro. Una sangría en el lomo del toro. Milagrosamente galopó en banderillas, arrancándose de lejos en tercio emocionante. Bien la cuadrilla del murciano. Brindó Rafael al pequeño Adrián. Apuntó de inicio que Peregrino podría ser "el toro" del sexteto de Cuadri. Pegajoso por encastado. Cuando Rafaelillo cogió la distancia óptima, al natural una serie importante arrancó la banda de música. Se tornó en áspero un toro ya más mermado. Acortó la distancia Rafaelillo en un arrimón importante por lo encastado del animal. El desplante final, de mérito. Ahora sí, estocada en lo alto. Aguantó la inminente muerte Peregrino en un último estertor de casta. Escasas las palmas en el arrastre, para un toro de ovación. Paseó la oreja el joven Adrián en una emocionante vuelta al ruedo con Rafaelillo. Detalles de grandeza, de un torero querido en Valencia y sin el cual no se concibe un cartel de corrida dura. Capitán general de "su liga", lo sigue demostrando tarde a tarde.

El segundo fue Lesnero, castaño de capa en virtud de las reminiscencias de la sangre Urcola. El joven Pascual Javier lo recibió de capote con más corazón que cabeza. Valiente el valenciano. Cumplió en la primera entrada y se arrancó alegre en una dura segunda vara. El inicio seguro desde el tercio le sirvió al propio Pascual para convencerse de que podía y debía. Cambió el toro a raíz de dejarla en la cara. Qué fácil decir y qué difícil hacerlo. Fueron tres al natural y el de pecho. Prendió la música y la faena. Bien colocado y de uno a uno fueron saliendo, con un toro que se resolvía tarde y a menos por segundos. Final soso y nobletón; si ya duele verlo en cualquier toro, más aún en uno de Cuadri. Lo hizo todo el valenciano matando muy en corto. Media arriba. Hicieron falta tres golpes de descabello para que Pascual Javier finiquitara a su toro, primer toro en España tras la alternativa. Ahí es nada. Palmas para Lesnero en el arrastre. Para cuando salió un tanque llamado Remendado en quinto lugar, la tarde se había puesto difícil para Pascual Javier, muy engarrotado en el saludo capotero. Cumplió en otro abundante tercio de varas. En banderillas otro toro que apretó, con susto incluido para Miguel Ángel García. Indeciso, sin estructura en los primeros compases de muleta. Comprensible en la situación del valenciano. Se aburrió el toro, pronto a la defensiva. Capítulo sin historia, silencio para ambos.

El tercero llevaba marcado a fuego en el lomo el número 18. Como aquel Trastero que nos emocionó hace dos años. Inicio de lidiador de Román, con un toro pegajoso y de molesto cabeceo. Se defendía en su flojedad. Bien devuelto. Salió un escurrido castaño de Luis Algarra a poco más de un mes para los 6 años, con más estampa para la calle (bien cotizados los de Algarra por esta zona) que para la plaza. Alarde de valor en el recibo de Román, por si alguno no se acordaba. A la mínima, capote a la espalda, y cierre rodilla en tierra. Oigan, que estoy aquí, pareció decir por enésima vez el buen Román. Galleó con el capote a la espalda. Apretó hacia tablas con pies el de Algarra en un tercio de banderillas emocionante. Ovación de gala para Raúl Martí y "El Sirio". Brindó al público para iniciar con el cartucho de pescado por la espalda y estatuarios de infarto. Ya a diestras la ligazón del toreo reunido y capaz. Y al natural recuerdo de los tiempos no tan lejanos de figura de la novillería. Qué gusto. Fija la planta, todo por abajo. A diestras de nuevo la reunión en un palmo de terreno; el temple de Román y la clase del de Algarra en la mejor serie de muleta de toda la feria. La gran promesa valenciana reclamando su sitio legítimo. El final por bajo flexionado, delicioso. El último pase de pecho de frente, de cartel de toros. Estocada en todo lo alto, el delirio y las dos orejas de ley. La vuelta al ruedo para Fusilero de Algarra, sorprendente por discutible. Gran toro muletero, eso no se lo quita nadie, excelente compañero para la faena de la feria. Torería a raudales, actitud y aptitud, caricia y desparpajo, valor patente. Román Collado agarró las dos orejas saboreando el clamor sincero de su plaza.

Salió Remendado, el tren de las 21:45, el sexto de Cuadri con sus 640 kilos. No se veía un toro con esa seriedad en esta plaza desde hace temporadas. Se hizo presente Román en el ruedo con rapidez. Jugó los brazos con técnica en un saludo complicado. Sacó Jabalino al caballo más allá del tercio en la primera vara. Toro con poder, recibió dos varas más y otra en el caballo de la puerta al salir suelto. Muy complicada la lidia. Las banderillas de drama, con capotes y palos por doquier. Inició Román poderoso en los doblones más que necesarios. La cara por las nubes desde que salió por toriles, y ahora además la vista siempre fija en el torero. Plantarle cara a un toro de hule con las dos orejas en el esportón fue una declaración total de intenciones del valenciano. Deseó toda la plaza que se lo quitara de en medio, fue toro de los que hacen pasar miedo. La suerte de matar muy complicada con el toro siempre fijo con el torero. Una alimaña aún con la espada dentro. Esfuerzo sincero de quién quiere ser, pese a todo y ante todo. Palmas por ello.

Certificó Román, otra tarde más, que aquellos que anticipadamente lo enterraron hace más de un año estaban equivocados. El valor de siempre, las cualidades de temple y torería que hemos saboreado desde novillero, todo eso moldeado en forma de un nuevo concepto se ha convertido en su vía para el triunfo. Junto con su nuevo apoderado, Román se postula en la carrera a la cumbre que nunca debió abandonar. Otro nombre más para la nómina de jóvenes valores que pueden funcionar ya. El triunfo de Román ratifica hoy de nuevo que no solo quiere, sino que puede, figurar en los nuevos nombres a seguir de los toreros jóvenes.

 

  • Plaza de toros de Valencia. 4ª y última de la Feria de Julio. Menos de media plaza en tarde muy agradable. Se lidiaron cinco toros de Cuadri y un sobrero (3º bis) de Luis Algarra, de nombre Fusilero, premiado con la vuelta al ruedo, de recorrido y clase en la muleta pero discreto en varas. Muy bien presentados los de Cuadri, en tipo en sus redondas formas y astifinos pitones, con interés en líneas generales, nobles el tardo 1º y el castaño 2º aplaudido en el arrastre, encastado el 4º ovacionado en el arrastre, soso y deslucido el 5º, con peligro, poder y pies el enorme 6º.
  • Rafaelillo: ovación con saludos tras aviso y oreja.
  • Pascual Javier: silencio y silencio.
  • Román: dos orejas y ligeras palmas.

 

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