Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Castella y su diseminado triunfo
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Castella y su diseminado triunfo
Castella y su diseminado triunfo
Ciudad de México. 12ª de la Temporada Grande

Castella y su diseminado triunfo

José Aguilera

Volvió a entrar el público a la México, aunque no como se sigue esperando. Por lo menos ya no se vivió ese panorama tan desolador de ver los tendidos demasiado despoblados. Sin embargo, no hay que cantar victoria. El cartel que se anunció ayer, como doceavo festejo de la temporada, debió haber registrado una mayor gran entrada, en otros tiempos hasta el propio lleno. Ojalá la afluencia de gente aumente en las próximas corridas de aniversario. Ya lo hemos comentado, en varios textos anteriores, no hay mejor manera de defender la fiesta brava que a través de la suplencia del cemento por espectadores –a pesar que los empresarios no quieren que ocurra así con el manejo de precios exorbitantes en la adquisición de entradas-.

El de ayer fue un festejo infrecuente. La esperanza se asomó desde el segundo astado de la tarde, primero de los de a pie. Un pequeño paréntesis: Hubo rejoneador de compromiso (utilizar el término relleno puede sonar muy feo aunque así haya sido) al inicio de la corrida y su actuación pasó desapercibida como la anterior que tuvo en la corrida de rejones. Regresando, ese toro de Los Encinos retornó la ilusión de que se podían ver muchas cosas interesantes a lo largo de toda la corrida. Si bien no fue un burel fácil, por su pronto volver sobre sus manos, alejó aquel horizonte tan comúnmente visto lleno de descastamiento. No ocurrió así en todo los posterior. Hasta la desgarradora debilidad en las reses, tan común en recientes fechas, se dio su asomada por la plaza.

En una breve síntesis Sebastián Castella tuvo el mejor desempeño en su primero, al que se privó de desorejarlo por su fallo con la espada, en su segundo realizó una interesante faena que hubiera sido correctamente premiada con un apéndice. Se le dieron dos, nadie protestó y tal vez ahí se compensó un triunfo diseminado. Octavio García “El Payo” estuvo entre altibajos y Andrés Roca Rey, por la misma sintonía con todo y que regaló el primer sobrero de la temporada, cortó una oreja producto de la buena ejecución de la suerte suprema al cuarto de la tarde. El ganado de Los Encinos fue desigual tanto en juego como en presentación. También actuó con un astado de El Vergel el rejoneador Jorge Hernández.

Después del paseíllo el público asistente sacó a saludar al tercio a Octavio García “El Payo” quien hizo lo propio con sus compañeros alternantes de a pie.

Jorge Hernández  inició el doceavo festejo con Centauro, de la ganadería de El Vergel. Un rejón de castigo, 4 banderillas en colocación dispareja, banderillas cortas, toreo con el tradicional sombrero charro de Manolo, rejón trasero y contrario, varios descabellos y el retiro al callejón en silencio fueron elementos de su actuación.

Sebastián Castella se enfrentó en primer lugar a Jardinero, de Los Encinos, al que recibió con buenas verónicas y mejor media para rematar. El puyazo al toro fue arriba. El quite después de la vara también fue por sensibles verónicas. El tercio de banderillas fue discreto y desigual. El principio de muleta fue realizando ayudados por alto, trincherilla y desdén. El astado no tuvo embestida a modo, volvía las manos pronto. Por el izquierdo se tuvo que poner el torero para no permitir verse menos ante la dificultad del burel, ya una vez que éste le había tirado un derrote a la altura de la cara. Hubo buenos naturales. Alargó faena y terminó el torero galo metiéndose entre los pitones, aguantando, cosa que el respetable entendió y agradeció. Estocada trasera y caída, un aviso y el reconocimiento del público fueron el epílogo de su primera comparecencia.   El quinto de la tarde fue Arbolero. El quite fue por chicuelinas. Malo fue el segundo tercio. Con la muleta conectó al buscar el recurso del cambiado por la espalda. Hubo destellos de calidad entre toro y torero. Perseveró Castella a pesar de que hubo necesidad de entender la embestida del astado a una altura no tan humillada. La estocada fue trasera y le concedieron excesivas dos orejas que nadie protestó.

Octavio García “El Payo” recibió a Pasturero con cinco verónicas del lance fundamental y dos medias. Puyazo breve ante el toro que se empezaba a quedar corto. El brindis fue al público. La debilidad se hizo presente en el último tercio. El coleta queretano extrajo buenos momentos por el pitón izquierdo. Pinchazo y media fueron suficientes para despachar al enemigo. Con Vaquero, el sexto de la ya noche el intento de una buena labor con el capote quedó solo en eso. Volvió a brindar la muerte del astado. No pudo bajarle mucho la mano ya que la falta de fuerza del astado no ayudó en mucho. El viento sopló. Por momentos se le vio entre altibajos, sin decisión. La gente le exigió al diestro. Con estocada entera terminó su actuación.

Andrés Roca Rey comenzó sus labores con Caporal. Reservada fue su actuación con el percal. El puyazo al toro fue corto. El quite fue producto de mezclar chicuelinas con tafalleras. Malo fue el tercio de banderillas. También el diestro peruano brindó al público. La sosería predominó al de Los Encinos. Poco se pudo hacer. Buena fue la ejecución de la suerte suprema con la que pasaportó al burel y que le valió para que el juez de plaza le concediera una oreja.   El último del festejo, Guarda Puerta, fue recibido por el torero con verónicas y chicuelinas. El quite por gaoneras no tuvo el impacto esperado por la debilidad del de Los Encinos. La falta de fuerza no permitió hacer mucho con la muleta. Decidió regalar. El sobrero fue Regador de Los Encinos. Tras el enésimo brindis al público, principió con cambiados por la espalda en el tercio de muleta. Al embestir el burel exigía temple para no enganchar. Ligó Roca Rey saliéndole adelante. Predominaron los enganchones y los desarmes. No fácil fue el toro. Pinchazo, estocada y descabello fueron la conclusión del festejo.

Para este sábado 04 de febrero están anunciados: Eulalio López “Zotoluco”, en su despedida definitiva de los ruedos, en un mano a mano con el diestro de Chiva, Valencia, Enrique Ponce y astados de Fernando de la Mora.

 

  • Ciudad de México. Monumental Plaza de Toros México. 12ª Corrida de la Temporada Grande. Aproximadamente más de un tercio de entrada. Toros de El Vergel para rejones, y Los Encinos para la lidia a pie, en presentación y juegos desiguales.
  • Jorge Hernández (rejoneador): silencio.
  • Sebastián Castella (rosa y oro): un aviso y dos orejas.
  • Octavio García “El Payo” (lila y azabache): palmas y silencio.
  • Andrés Roca Rey (sangre de toro y oro): oreja protestada, silencio y palmas.

 

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