Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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¡Arte para el alma!
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¡Arte para el alma!
¡Arte para el alma!
Ciudad de México. 13ª de la Temporada Grande

¡Arte para el alma!

José Aguilera

El encabezado de la crónica de este día lo estaba guardando para una ocasión muy especial. Para aquella en la que sentir el toreo se volviera algo sublime, una cosa fuera de serie, que fuese síntoma de erizar la piel, de que se nublaran los ojos, que provocara desgañitarse la voz al gritar uno o varios ¡Olés!, algo que desgarrara las emociones, que indujera a sentir un nudo en la garganta, a ponerse de pie, simplemente: ¡Arte para el alma!

Emotiva era la tarde desde que se anunció el cartel de ésta. Un importante de la fiesta de los toros en México, Eulalio López “Zotoluco”, marcó su adiós definitivo de los ruedos. Habrá quien piense que el coleta, oriundo de Azcapotzalco, tardó en tomar esta decisión; otros que consideren, en efecto, era el momento adecuado. También entrará en la polémica si éste fue una auténtica figura del toreo; o si simplemente fue alguien que resaltó más que los del resto del escalafón. ¡Qué más da!, algo indudable es reconocer como llevó su carrera hacia arriba. Intentó, buscó, perseveró, tardó pero al final encontró ser el torero más destacado (y de mucho tiempo) en este país. A punto de cumplir 50 años de edad, y 30 como matador de toros, él mismo finalizó un ciclo; aquél que empezó desde aquella odisea en San Buenaventura, Coahuila, cuando se doctoró de manos de Fermín Espinosa “Armillita” y Javier Escobar “El Fraile”. 

Eulalio López “Zotoluco” no pudo haber tenido mejor despedida que compartiendo cartel con Enrique Ponce. El de Chiva, Valencia, venía de realizar una gran faena a un toro no fácil de Xajay, un día antes en Querétaro, pero en México el clímax fue mayor. A su primer astado, bueno en términos generales, le hizo una faena llena de clase, de profundidad, logró cortar dos merecidas orejas. Con su segundo vino lo más destacable de la temporada ¡Qué señora faena!, superior, simplemente, no se puede estar mejor. Solo una auténtica figura del toreo de su talla puede hacer lo que él realizó –como no hay ninguno que lo iguale, seguirá siendo único-. Tal vez, el mejor de los últimos tiempos. Poderle a un toro de la forma en que lo hizo, en la zona de tablas, e incluso ocasionando que intentara brincar al callejón en la última parte de la faena; encontrando las distancias adecuadas, haciendo algo que de menos se fue a más, templando, mandando, en definitiva no hay más. Cuando se torea así, y se entrega cuerpo y alma de esa manera, no importara si fueron seis pinchazos, descabello y dos avisos el epílogo de la faena, la correspondencia de todos los asistentes será igual y ésta será recordada porque, a pesar de todo, el reconocimiento del público, en su totalidad, hizo que el diestro diera una sentida vuelta al ruedo dejando de lado los premios, que también para esto, simplemente serán retazos de toro. Es cierto, dejó ir el corte de un rabo el valenciano.

Los detalles en toda la tarde nunca faltaron. Siempre le dieron categoría. Eso de que caída la noche, al son de las golondrinas, como gesto solidario con el que se retiró de los ruedos, la gente encendiera las luces blancas de sus teléfonos y dieran un brillo solidario al coleta, jamás se olvidará. Hoy en la plaza se sintió un gran ambiente. Ese que peca de arte y solera. Ojalá haya más tardes como ésta.

Eulalio López “Zotoluco” abrió plaza con Arete. Le pesaron los kilos al astado. La vara fue en buen sitio. Con la muleta por el pitón izquierdo el diestro intentó. Por el derecho decidió salirle adelante para ayudarlo. Las ganas nunca faltaron. Su segundo se llamó Voy y vuelvo¸ al igual que toda la corrida procedió de la dehesa de Fernando de la Mora. Destacó Christian Sánchez en banderillas. El burel no se prestó mucho desde un inicio. El coleta le logró extraer algunos muletazos importantes. El socio se vino a menos. Se le concedió una oreja, algo floja, al torero. Toda una historia marcó la despedida de los ruedos de Zotoluco al que recibió con dos largas cambiadas de hinojos. Chicuelinas desde el principio hasta la colocación del toro al caballo fue el lance que predominó. Con la muleta el diestro comenzó de rodillas. La faena se desarrolló en distintos terrenos del redondel. Media estocada, el uso del descabello y un aviso fue con lo que terminó la carrera de Eulalio López “Zotoluco”. Sus hijos en conmovedor acto, y como testigos los niños de la fundación que preside el ya matador en el retiro, fueron los encargados de quitarle la coleta que lo simbolizaba como torero en activo.

Enrique Ponce triunfó al lidiar a Venadito. Atropelladas fueron las verónicas y buena la media en el recibimiento. Malo fue el segundo tercio. Brindó la muerte de su astado a Zotoluco. El comienzo del último tercio fue con excelsos trincherazos y cambiados de mano. Predominó la faena por el pitón derecho, el mejor lado del astado. Pinceladas de torería vinieron durante ella. La clase y el temple nunca estuvieron ausentes. Dos poncinas fueron sensacionales, profundas, artísticas ¡Bordadas!, la estocada arriba coronó una labor a la que se premió con dos merecidos auriculares y arrastre lento al bueno de Fernando de la Mora. Tumba Muros se quedó parado a su salida. El tercio de muleta tuvo sus principios con pases genuflexos. La tanda buena fue con la mano diestra allá por la puerta de cuadrillas. Los cambiados de manos eran largos y sentidos. La despaciosidad, el temple y el estar a la distancia adecuada fueron cualidades para que Ponce se hiciera poco a poco del enemigo. Ligó varios muletazos y se embraguetó al toro cuantas veces quiso. El deleite del hacer las cosas con lentitud se disfrutaba tanto en el tendido como por el propio torero. Estuvo mal con los aceros. Clamorosa fue la vuelta al ruedo después de dos avisos. Aroma de Azahar se prestó poco para el lucimiento. Aún así el diestro español le logró ligar pases de buena factura en la tercera tanda. El astado no fue fácil y terminó con la cabeza arriba. Lo pasaportó con estocada trasera y caída. Finalizó el festejo con la salida a hombros de ambos toreros.

Hoy, en el aniversario número 71 de la inauguración de la plaza México, actuarán José Antonio “Morante de la Puebla”, Julián López “El Juli” y la confirmación de Luis David Adame ante un encierro de la dehesa de Teófilo Gómez.

 

  • Ciudad de México. Monumental Plaza de Toros México. 13ª Corrida de la Temporada Grande 2016-2017. Aproximadamente dos tercios de entrada. Toros de Fernando de la Mora desiguales en juego y presentación. Destacó el cuarto de la tarde.
  • Eulalio López “Zotoluco” (grana y oro): palmas, una oreja y vuelta al ruedo.
  • Enrique Ponce (tabaco y oro): Dos orejas, vuelta al ruedo tras dos avisos y palmas.
  • Se ordenó arrastre lento al segundo de la tarde. Christian Sánchez saludó al tercio después de haber colocado banderillas en el tercero de la tarde. El picador Ignacio Meléndez se despidió de los ruedos en ese mismo astado. Eulalio López “Zotoluco” marcó su adiós con el toro Toda una historia.

 

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