La Puerta de Jerez, en pleno corazón de Sevilla, se llenó este jueves de capotes y muletas. Más de 1.000 sevillanos y visitantes observaron y participaron en esta actividad que pretende que el público tenga un contacto directo con la Tauromaquia a través del manejo de los trastos. Hasta un caballo de picar se utilizó en este encuentro, formándose colas para subir y fotografiarse sobre el animal.
Esta actividad ha contado un año más con la colaboración del torero Eduardo Dávila Miura al frente del Club de Aficionados Prácticos Taurinos de Sevilla. El encuentro comenzó a las 17 horas y enseguida el lugar se fue llenando de aficionados y curiosos, que no dudaron en coger capotes y muletas y seguir las lecciones del diestro, encargado de transmitirles los principios básicos del toreo en un acto de lo más práctico y participativo.
Todos los presentes tuvieron la oportunidad durante más de dos horas de vivir la sensación de torear con un capote y una muleta profesional e incluso poder poner un par de banderillas o subirse al caballo de picar.
El propio Dávila Miura valoró de este modo la experiencia: «Nunca deja de sorprendernos el interés de la gente. Aunque ya lo hemos hecho otras veces, siempre es bonito sentir el calor de los aficionados y el público en general. Lo de esta tarde es la demostración de que el toro interesa y que sacarlo a las calles es una experiencia bonita y gratificante».