Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
Volver
Sangre derramada de un gran torero
Sangre derramada de un gran torero
Sangre derramada de un gran torero
Sangre derramada de un gran torero
Sangre derramada de un gran torero
Sangre derramada de un gran torero
Sangre derramada de un gran torero
Sangre derramada de un gran torero
Sangre derramada de un gran torero
Sangre derramada de un gran torero
Sangre derramada de un gran torero
Sangre derramada de un gran torero
Sangre derramada de un gran torero
Las Ventas. Crónica de la Corrida de la Prensa

Sangre derramada de un gran torero

Ignacio Peláez

"Se va sin torear", gritó un hijo de puta. "Te voy a matar y cortarte la oreja", transmitió Fandiño por su entrega en la suerte suprema. "Te la voy a cobrar", manifestó el toro". Fandiño se sobrepuso a los dos animales con su mejor arma: la verdad. Faltaba el veredicto: "Oreja por torero y por cojones", acordó el público. 

No hubo dudas con la faena de Iván Fandiño al segundo de la tarde. Un toro nada fácil de Parladé al que supo entender y hacer embestir para que los olés fueran a coro en Las Ventas. Ya se habían oído en el saludo a la verónica y la media de remate. Aumentaron en sentimiento con el pase del desdén como colofón al inicio por estatuarios. Fandiño puso mando en la faena y acopló al toro a su muleta –no al revés, como marca la moda– a base de firmeza, entrega e impecable colocación. Y así ligó la primera por el derecho. Le dio tiempo y distancia para coger la izquierda a un toro que se había dejado muy vivo en el caballo. Dos naturales fueron eternos dentro de una serie notable. Pinchó en el primer encuentro y se volvió a tirar con la misma decisión. El toro lo hirió, lo giró sobre el pitón, después supimos que le había atravesado la pierna y 25 centímetros de cornada, y Fandiño se levantó, volvió hacia el toro esperando la muerte del de Parladé. Casi arrastras se lo tuvieron que llevar a la enfermería mientras su terno azul marino y oro se llenaba de rojo sangre. Sangre de torero. Palabras mayores y máximo respeto. También admiración. El resto era cosa del público. Le otorgó una oreja de ley paseada por su cuadrilla en la mano de Raúl Martín “Jarocho”.

Se quedaba la tarde en mano a mano. Vaya por delante que tanto El Cid como Daniel Luque quisieron despejar el ambiente y animar al entristecido público. Daniel Luque brindó al respetable el tercero. No era toro de triunfo, reservón y complicado pero en el momento era imprescindible despejarse. Como lo era, igual o más de importante, en el quinto, un colorado que provocó discrepancias por la colocación de Daniel Luque en cada muletazo. Al hilo, técnico y sin transmisión no consiguió la unanimidad del público, bueno, para silenciar sus dos faenas sí. Si nada dices, nada te responden.

Manuel Jesús “El Cid” se volvía a ver con tres toros en Madrid. Al primero, reseñado ensabanado de capa, de nombre Atención, hizo honor a su nombre y avisó de que a duras penas podía desplazarse con continuidad. Tan solo arreones, máxime tras la voltereta que lo terminó de partir por dentro. Con el cuarto destacó “Alcalareño” con los rehiletes y saludó una ovación. Brindó al público el de Salteras y buscó el cite largo ante el buen galope del de Parladé. Buen toro al que pudo someter en una tanda de altos vuelos, cuatro y el de pecho que hicieron presagiar una resurrección. Quizás incluso la segunda, por el mismo lado brilló como antaño. La labor se fue diluyendo tras probar al natural. A su vuelta a derechas nada volvió a ser igual. Ovación con saludos. Una ovación menor que la que provocó su brindis en el sexto a la cuadrilla de Iván Fandiño. Gesto de torero hacia otro torero que estaba siendo operado en la enfermería. Así los vieron los casi llenos tendidos de Las Ventas y así fue, un bonito brindis. Lo había saludado por delantales El Cid pero nada pudo ofrecer en el trasteo con la muleta. Puso ganas, es cierto, voluntad para gustar y gustarse pero nada de eso pasó. El animal de Parladé se apagó pronto.

A la salida ya se sabía la dimensión del percance de Fandiño. Aunque nunca hay que marcar plazos, no ya por la fuerza de los toreros sino por respeto, todo apunta a que no estará frente a los adolfos. Lástima, mala suerte. Un infortunio que se amarra a cada tarde de Iván Fandiño que por caprichos del destino sigue sin rematar con una Puerta Grande. Aunque hay toreros, como Fandiño, que lo son por su actitud, por dimensión lidiadora y no por el número de trofeos. Y hay orejas, como la de hoy, de un peso incalculable. Aunque alguno se fuera sin enterarse de nada.

 

  • Las Ventas. Corrida de la Prensa, presenciada desde una barrera por la Infanta Doña Elena. Casi lleno en tarde soleada. Se han lidiado seis toros de Parladé. Bien presentados. Flojo el 1º, bravo el 2º, complicado el 3º, de buena embestida el colaborador 4º, sin decir nada el 5º y a menos el 6º.
  • Manuel Jesús “El Cid” (verde oliva y oro): Estocada contraria atravesada y descabello (silencio). Estocada trasera, atravesada y tendida (ovación con saludos). En el sexto, pinchazo y estocada (silencio).
  • Iván Fandiño (azul marino y oro): Pinchazo y estocada (oreja). Pasó a la enfermería.
  • Daniel Luque (azul marino y oro): Estocada (silencio). Media desprendida y dos descabellos (silencio).

Parte médico de Iván Fandiño: Herida por asta de toro en tercio medio cara interna de muslo derecho, con una trayectoria ascendente de 25 cms. que causa destrozos en músculo cuádriceps, contusiona el fémur y alcanza cara externa en tercio superior de este muslo. Contusión de vasos femorales, con rotura de colaterales. Contusión en región dorsal. Pronóstico grave que le impide continuar la lidia. Es intervenido bajo anestesia general en la enfermería de la plaza y se traslada a la Clínica La Fraternidad. Fdo: Dr. García Padrós.

 

Sigueme en Twitter Sígueme en Twitter @ignaciopelaez
Comparte y comenta esta noticia: