Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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¿Refrendo de cara a la cúspide?
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¿Refrendo de cara a la cúspide?
¿Refrendo de cara a la cúspide?
¿Refrendo de cara a la cúspide?
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¿Refrendo de cara a la cúspide?
¿Refrendo de cara a la cúspide?
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¿Refrendo de cara a la cúspide?
¿Refrendo de cara a la cúspide?
Crónica Plaza México. 9ª Temporada Grande

¿Refrendo de cara a la cúspide?

José Aguilera

Son muchos los que pueden llegar al pináculo; pero pocos, o casi nadie, los que se pueden mantener. De ahí es que México adolece de figuras del toreo propias, han sido bastantes los prospectos, algunos incluso han tocado la cumbre y de plano no han podido prevalecer de forma constante. El día que alguien se atreva a mantener esa uniformidad taurina, para después crecer profesionalmente y como persona, habrá surgido una auténtica figura de pies a cabeza, una que reviva para abanicar la monotonía en la que el sistema tiene a la tauromaquia. Una que haga al sistema depender de él y no que sea él quien dependa del sistema. Sin embargo, el camino es largo, mucho muy largo, me atrevería a decir: más que antes. Las condiciones actuales, externas e internas, que rodean al mundo de los toros hacen una particularidad propia en la que se torna más complicado alcanzar la cima. Aunque nada es imposible.

Quien llega y no se mantiene cae terrible, parece un precipicio prolongado, en el que la amnesia parece apoderarse de todo aquel que alguna vez le vio en una plaza de toros. Es ahí donde se tiene que volver a empezar, con más ímpetu, pero con un panorama cada vez más difícil. Nada, de nuevo, es imposible.

José Mauricio dio el primer paso, importante por cierto, en esta nueva oportunidad que el destino le brindó. Hace ocho días triunfó, pero ayer refrendó y eso fue lo que verdaderamente valió. Nada está culminado aún, falta secundar en muchas más ocasiones y sobre todo: mantenerse para luego crecer. Solo será el futuro impredecible el encargado de decirnos que pauta marcará este coleta y todos los demás que se han quedado en prospectos. Por lo pronto, insisto, ayer José Mauricio volvió a levantar la mano en tan solo una semana.

Volver a repetir a los triunfadores funcionó para sacar figuras hace tiempo. En el festejo de ayer se repitió a dos de los que lo habían hecho una semana antes y gracias a ello, tras haber reafirmado lo realizado ocho días previos, la afición (por el momento tal vez más poca que mucha) hoy habla de alguien más en el radar: José Mauricio. Ojalá no se descarte el seguir poniendo en fechas próximas y reiterativas a quienes pongan de acuerdo al graderío y triunfen merecidamente.

Fermín Rivera poco pudo hacer ante el berrendo y manso Bambino, de Montecristo, a pesar de haber intentado hacerle faena en los medios y finalmente haber culminado por la zona de toriles. Nazareno, su segundo toro, fue un astado que se quedó parado desde el primer tercio. No hubo materia prima y poco lució el diestro potosino al enfrentar las medias embestidas, con la cabeza arriba, que le proporcionaba su enemigo. Alargó innecesariamente, escuchó un aviso y su voluntad le fue reconocida al haberlo sacado el respetable a saludar al tercio.

José Mauricio lidió a Viajero, astado protestado a su salida. En el tercio de muleta se fue haciendo del burel. Por ambos lados tuvo pases de gran empaque y profundidad. El de a pie intentó hacer bien las cosas ante su enemigo que terminó siendo tardo en embestir. La estocada quedó en colocación un tanto caída, sonó un aviso y la concesión de la oreja fue derivada de la petición mayoritaria, aunque tal vez excedida por donde había quedado colocado el acero mortal. Ello no le quitaba el mérito conseguido minutos antes de la suerte suprema. A Primazo, tras el saludo capotero, lo dejó prácticamente debajo del caballo de pica después de haberle ejecutado un manguerazo de Villalta. Vistoso fue el quite por fregolinas. En el último tercio el de Montecristo fue complicado, le propició una fuerte voltereta al de a pie. En el epílogo, el matador le toreo valiosa y artísticamente por la cara. Estocada entera que partió en dos al astado y le fue otorgada merecidamente otra oreja más al torero.

Juan Pablo Sánchez a Entrañable lo bregó con el capote, hacia los medios, en su ya característica forma templada cuando no les ve opción a sus astados para ejecutarles verónicas. En el último tercio el burel perdía las manos, fue mejor por el derecho que por el izquierdo. Sin prisas, el torero aguascalentense le extrajo muletazos de importante valor. Falló con la espada. Albaricoque, el segundo de su lote, fue un toro deslucido, sin fuerza, el cual no brindó opción alguna de triunfo.

 

  • Ciudad de México. Plaza México. 9ª corrida de la Temporada Grande. Con menos de un cuarto de entrada, se lidiaron seis toros de Montecristo, variados en juego y presentación.
  • Fermín Rivera (gris perla y oro): silencio y salida al tercio tras aviso.
  • José Mauricio (gris y oro): oreja tras aviso y oreja.
  • Juan Pablo Sánchez (rosa y oro): un aviso y silencio.
  • Saludaron al tercio Ángel González y Diego Bricio tras haber banderilleado al primero de la tarde. Gustavo Campos hizo lo propio en el segundo

 

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