Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Carrión, dos orejas y justo triunfador
Crónica Sevilla | Final del ciclo sin picadores

Carrión, dos orejas y justo triunfador

Ignacio Muruve

El trajín veraniego no hace excepciones en el orbe taurino y estar escribiéndoles la crónica de la final a tres del ciclo sin picadores de Sevilla, queramos verlo o no, es una alegría en los tiempos que corren. El único problema que tiene el toreo es que por más que los tiempos corran no se avanza, y únicamente queda la pesada huella en la conciencia de poder haber mejorado. Ejemplo: la inexplicable ausencia de Tristán Barroso en esta noche tras ser el qué mas hizo para estar en ella. Quitando esta circunstancia, tocaba disfrutar de un mismo concepto, el clásico, en tres formas diferentes de interpretarlo.

De Manuel Jesús Carrión, la tranquilidad de saber que haciendo lo más simple en el toreo, tiene asegurada la conexión irrompible de la emoción con el tendido: torear. Correr la mano. Relajar los hombros. Vaciar el muletazo jugando con la cadera. Cortó una merecida oreja a base de templar y encadenar series de profundidad bien cantadas por el tendido. Supo ver Sevilla la naturalidad del novillero y lo premió. El 5° fue un novillo altón y que desarrolló movilidad engañosa. Planeaba en el primero, pasaba en el segundo y disparaba en el tercero, pero si hay parecidos entre trasteos y faenas, se vio en este caso comparándose con el de El Exquisito en el tercero. Con previa rivalidad en quites con el de La Puebla, faena de intermitencias de Carrión. Con momentos de electricidad y buena conexión con el tendido y a las grandes estocadas, premios justos. Así sucedió en este penúltimo capítulo. Oreja.

El Exquisito tiene lo que nace en La Puebla, el torear con todo. Desde hundir el mentón en el pecho hasta hacer del mismo un mecanismo para empujar a los animales. El eral, deslucido aunque con idas y venidas de calidad, permitió al cigarrero dejar muletazos sueltos pero muy profundos. En los buenos tiempos taurómacos una gran estocada valía una pelúa y para sorpresa (por el ambiente de noche joven y veraniega), por un momento volvió la Maestranza a aquella época tras ver cómo Manuel le pegaba un soberbio puñetazo a su oponente. Oreja de ley. Segunda de la noche. Por desgracia para El Exquisito, el deslucimiento y la aspereza de su oponente no dieron opción alguna.

El primer finalista, Emiliano Ortega, relajó su cuerpo demasiado pronto. El novillo de Sampedro se deslizó con mucha clase y al mexicano le faltó moldear la embestida, terminar de hacerla. Lo acusaría en una faena de detalles sueltos y chispazos intermitentes, aunque con gusto y buena colocación. Sorprendió en cierto modo la vuelta al ruedo que dio el novillero cuando no hubo petición mayoritaria ni mucho menos. En su segundo anduvo fácil pero costándole conectar con los tendidos. Mucha voluntad y dentro de las dificultades andarinas y correosas del oponente propuso solvencia y facilidad. Se atascó con los aceros y volvió a sonarle un aviso.

 

  • Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Final del ciclo sin picadores. Erales de Fernando Sampedro, bien presentados en líneas generales. Buen 1°, con movilidad 2° y 4°, deslucido 3°.
  • Emiliano Ortega: vuelta al ruedo tras leve petición y aviso y ovación con saludos tras aviso.
  • Manuel Jesús Carrión: oreja y oreja.
  • El Exquisito: oreja y vuelta al ruedo tras petición.
  • Saludó Roque Vega en el 5°.
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