La segunda semifinal del certamen Kilómetro 0 dio inicio en el Palacio de Vistalegre, esta vez en horario matinal, con un nuevo buen ambiente en los tendidos a pesar de la excesiva duración de una novillada sin picadores.
A la puerta de toriles se marchó Luis Rivero a recibir a «Vinatero» de Hermanas Ortega, primer novillo en saltar al coso madrileño. En una muestra de ganas y actitud se hizo cargo de un intermitente tercio de banderillas. De hinojos en los medios comenzó su trasteo exigente, de mano baja ante un astado pronto y con fijeza. Acusó el inicio el animal desarrollando complicaciones, no pasando de la irregularidad en tandas desiguales con algún atropello. Faena fría y larga que rubricó en un segundo intento.
Rodillas en tierra recibió Adrián Centenera con firmeza y querer al segundo de Hermanas Ortega. Su inicio por doblones en los medios comenzó a meter al público en la faena. Estructuró un trasteo cómodo, pero sin transmisión con las telas por el pitón derecho aprovechando la prontitud y repetición del animal. Ligó series profundas, de mano baja, pero la faena no cogió vuelo ante la falta de temple. Se atascó con los aceros.
«Zampabollos» de Cerro Longo fue el tercer astado en pisar el Palacio de Vistalegre al que Alberto Donaire intentó cuidar desde el inicio ante la vigente falta de fuerzas. Se vislumbró buen concepto en el valenciano quien buscó el acople ante la dificultad de un incierto y reservón astado que no paró de buscarle. Dejó detalles con algún natural ayudado en una faena valerosa que no tenía sentido seguir alargando. Erró con la tizona en exceso.
En cuarto lugar, saltó un bonito astado de pelaje de nombre «Fundador» de Cerro Longo correspondiente a Curro Muñoz – ganador del I Certamen de Invierno de Escuelas Taurinas de la CAM–. Un cadente y personal capote permitió pronto mostrar sus buenas formas. Novillo exigente y con un incómodo cabeceo ante el que no mandó ni supo imponerse el novillero pasando varios apuros. Se presupone buen trazo en su muletazo y tuvo la virtud de no alargar, aunque se atascó en la suerte suprema. Vuelta al ruedo arropado por el público.
A la verónica con temple y torería saludó Moli de Ronda al quinto de Cerro Longo dibujando los lances más vistosos con la capa. Deslucido y justo de fuerzas, no terminó de romper en las telas del rondeño quien intentó a base de oficio y disposición extraerle algunos muletazos sueltos de bella factura. Quiso hacerle las cosas bien y demostró con detalles el buen concepto que emana de sus muñecas. Se atascó con los aceros.
Tal y como comenzó el festejo, López Ortega también acudió a porta gayola para pasaportar a «Jerezano» de Hermanas Ortega. En el quite Luis Rivero resultó cogido de manera violenta. En la muleta del mexicano se pudo ver un novillo pronto y repetidor, el mejor de la novillada, ante el que pudo ligar tandas y muletazos con verticalidad, profundidad y recorrido. Estuvo entregado y firme elaborando una faena completa por ambos pitones aprovechando las virtudes del astado. De hinojos finalizó una faena de premio. Enterró la espada a la primera y obtuvo el doble trofeo para salir en hombros.
Ficha del festejo:
Plaza de toros de Vista Alegre. 1/3 de entrada. Reses de Cerro Longo y Hermanas Ortega: bien presentados, cuajados y de variado juego, siendo los de Hermanas Ortega de mayores opciones.
Luis Rivero (ET. José Cubero «Yiyo»): Ovación.
Adrián Centenera (ET. Fundación El Juli): Ovación tras aviso.
Alberto Donaire (ET. Valencia): Ovación.
Curro Muñoz (ET. Valdemorillo): Vuelta al ruedo.
Moli de Ronda (ET. Ronda): Ovación.
López Ortega (CITAR de Anchuelo): Dos orejas.