A la luz de la fundación del Toro de Lidia llegaba el por tercer año consecutivo la final de su circuito de novilladas de Andalucía a la Real Maestranza de Caballería. En este marco incomparable de la ciudad de Sevilla se lidiaban novillos de José Luís Pereda para los tres novilleros más “destacados” que han participado del certamen: Cid de María, Martín Morilla y Carlos Tirado. El ayamontino, se proclamaba triunfador del Circuito al finalizar la tarde, tras cortar una oreja a cada uno de su lote y salir a hombros por el patio de cuadrillas. Martín Morilla dejó lo más torero y caro de la tarde sin terminar de redondear nada.
Cid de María pasó sin pena ni gloria. El 1º y 6º de la tarde fuero los dos novillos de mayor posibilidades, en una novillada con escasa fuerza y bravura; muy descastada. Novillo alto, con poca cara y fino de hechuras, recibió dos puyazos traserísimos. Lo sacó Cristian por gaoneras del primer puyazo y quitó Martín por aladas chicuelinas y una buena media belmontina. Tras el brindis fuera del tercio, ligó varios naturales al animal que se le vino pronto. Novillo con gran clase y ritmo, que se abría mucho por el pitón izquierdo, deslizándose sin llegar a humillar, pero con gran cadencia. Poco calado tuvo la sosa faena, que acabó en las cercanías el guadalajareño. Ayudados por alto hacia tablas, dos pinchazos y estocada que hizo guardia. Tuvo que descabellar. Silencio tras aviso.
Novillo con mejores hechuras fue el cuarto de la tarde, aun sin tener mucha cara tenía mayor presencia. Algo abantito de salida, haciendo por irse desde el inicio. Puyazo trasero, mientras apretaba el animal al caballo contra las tablas. Volvía a salir suelto y otro puyazo un tanto trasero. Fue volteado Cid de María sin consecuencias al quitar por delantales. Con tendencias a rajarse durante toda la faena, terminó por hacerlo tras meterse el de Guadalajara en las cercanías. Pinchazo y estocada contraria. Silencio.
Apuntó dos hondas verónicas Martín Morilla en el inicio capotero al segundo, puyazo en la yema y quite muy pinturero por delantales; sacando bien los brazos. Se arrancó alegre el novillo en la segunda vara, esta cayó muy trasera -picotazo-, quitó Tirado por chicuelinas. Puso todo Morilla para ligarle los muletazos al soso y desclasado segundo. Daba bien el medio pecho y tiraba del utrero en todo momento, muy encajado y compuesto. Dejó ver su buena intención. Tras un pinchazo, le empaló el de Pereda y le dio una fea voltereta al entrar a matar, estocada perpendicular. Silencio.
Largo ramillete de verónicas volcándose mucho hacia el animal, con mucha soltura. Animal alto, pero sin cara alguna para una plaza de primera este quinto. Puyazo caído el primero, entró al peto de largo en el segundo. Quitó brevemente Morilla por chicuelinas y Tirado por delantales. Buen inicio genuflexo en el tercio, desarrollando ahí la primera parte de su faena. Pecó de no sacárselo a los medios para evitar la embestida protestona del novillo. Se fajó con él en varios muletazos, imprimiendo gusto y torería. Lo más relevante es su personalidad y el concepto que se le augura. Molinetes muy inspirados y final por manoletinas. Estocada entera, descabello y varios puntillazos. Vuelta al ruedo tras aviso.
Demasiado fino y sin ninguna cara fue el tercero de Pereda. Puyazo trasero sin llegar el piquero a la contra querencia. En su segundo picotazo salió suelto el novillo sin pelea alguna; volvió a pasar en una tercera ocasión. Quitó Cid de María por chicuelinas, banderillas traseras y al relance cogió a Raúl Francisco Martín -que se preparaba para poner los palos-, propiciándole una fea voltereta. Salió a saludar tras su par de banderillas. Protestaba y salía con la cara alta el deslucido novillo, no termino de verlo claro Carlos. Finalmente, el burel quería irse todo el rato. Los paisanos de Carlos para animar el cotarro pidieron a Tejera de su colaboración, tras la insistencia lo consiguieron. Estocada entera y descabello. Oreja.
Tuvo que embestir el novillo con mejores hechuras de la tarde, no pudo fallar, tras la nula presentación de los anteriores. Bonita arrancada y puyazo trasero en la primera vara, otro puyazo trasero en su segunda, Cid de María hizo un quite por saltilleras. El animal se desplazaba hasta el final, y tenía mucha mucho ritmo para poder torearlo a placer. Lo muleteó de buenas formas Carlos, sin llegar a ajustarse del todo. Obra con eco, pero demasiado acelerada. Buena estocada, aunque tardó el animal en caer. Oreja tras aviso con petición de la segunda.