Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Paulita, justo triunfador
Valdemorillo. 3ª de la Feria de San Blas

Paulita, justo triunfador

Leo Cortijo

Desmonterado hizo el paseíllo Paulita en la corrida que cerraba la Feria de San Blas de Valdemorillo. Esperemos que el empresario sea justo, y el año que viene vuelva a hacerlo, ya con la montera calada, y es que el torero maño ha sido el justo triunfador de la feria madrileña. El deseo de muchos, y de nosotros entre ellos, es que las dos orejas que cortó le sirvan de trampolín para esta temporada. Así debe ser. En este nuevo curso que ya ha comenzado debe ocupar algún puesto más de los que tenía previstos antes de esta corrida. Muy bien, Paulita. No rayaron a la misma altura sus dos compañeros de cartel, desdibujados, sin ideas y eclipsados anduvieron Javier Castaño y Manuel Escribano. Todo ante un interesante y buen encierro de Ana Romero. Fernando Sánchez y David Adalid, sensacionales, como casi siempre, en banderillas.

Nada más comenzar, ya dio muestras Paulita del guión que quería seguir en Valdemorillo. Lanceó muy bien a la verónica en los de recibo al segundo de la tarde, otro toro como el primero, sospechoso de pitones. Descarados los dos primeros en este sentido. Brindó al cielo el aragonés antes de sustentar toda su labor en la mano izquierda, con series cortas, templando la embestida sin recorrido del burel. Bien Paulita, muy bien. Ya hay ganas de volver a verle. Tres naturales y el de pecho que se repitieron una y otra vez como un estribillo. Muy buena la estocada, ejecutando bien la suerte, lo que le granjeó una merecida… ¿ovación? El día anterior el rasero se marcó muy bajo a la hora de dar las orejas, y al pobre Paulita le tocó pagarlo en su primero. Incomprensible, siendo hasta ese momento lo mejor de la feria…

… hasta ese momento, porque en el segundo capítulo personal Paulita no solo ratificó las buenas sensaciones que había apuntado en el primero, sino que las mejoró. Sensacional con el percal, moviéndolo con gusto, arte y transmisión. Faena muy seria alternando los dos pitones del noble 5º, otro muy buen toro de Ana Romero, que regaló series templadas a un Paulita que supo aprovecharlas, mandando y llevando por abajo al animal, embarcándolo en la muleta desde el inicio hasta el final, aunando todas las opiniones del público. Toreo del caro por abajo, con un trincherazo para enmarcar antes de tirarse a matar a por todas, sabedor de lo que se jugaba. Dos orejas, justo triunfador. Lo dicho, el deseo que tenemos es que le sirva de trampolín.

Permitió Javier Castaño, como viene siendo costumbre en él, -bendita costumbre, por cierto-, que viésemos un vistoso tercio de varas, en el que el cinqueño Clarito se arrancó con alegría, aunque no terminó de emplearse en el peto. Tampoco es que estuviera muy lúcido el del castoreño. Mención aparte merecen Adalid y Sánchez en banderillas, por estética, por gusto, por ejecución, por todo, ovación. Lo intentó el salmantino por ambos pitones, sin terminar de hilvanar una serie de altos vuelos por ninguno de ellos. Lo mejor llegó por el izquierdo, en forma de tres naturales templados con la figura encajada, pero carentes de remate.

Fue ovacionado de salida Almonteño, bien picado por Tito Sandoval. Para no romper la costumbre, y porque así lo merecieron, recogieron otra ovación desde el tercio Adalid y Sánchez tras parear a su oponente. Con la montera calada inició el trasteo Castaño ante el muy buen 4º de Ana Romero, un toro que humilló y repitió con clase en la franela salmantina. No lo entendió Javier Castaño, brusco y sin ideas durante toda su labor. Almonteño fue un toro que debió ser arrastrado sin orejas…, y todo lo contrario, se fue con ellas puestas. No era la tarde, se le escapó una buena oportunidad.

Qué susto se llevó José Manuel Quinta al caer derribado tras partirse la vara cuando fue a picar al tercero de la tarde. Quedó vendido en la cara del toro, pero afortunadamente éste no hizo por él. Al pica le tuvo que sentar como una patá en el culo, pues se tomó la revancha en el segundo puyazo, donde no midió. De nuevo Escribano con los rehiletes, de nuevo espantando los fantasmas de Sotillo de la Adrada, y de nuevo correcto el sevillano, ovacionado tras el tercio. Se justificó por ambos pitones, pero no hubo ni acople ni entendimiento entre Escribano y el de Santa Coloma, y como el tema empezaba a aburrir, mejor cortar por lo sano. Una pena.

Muy a su pesar, tuvo que abortar Escribano el recibimiento a porta gayola en el 6º, después de un tiempo considerable esperando a ver si el toro se arrancaba, pero no fue así. Ya erguido, dejó tres verónicas de cartel. Cómo humilló en el capote el toro de Ana Romero que cerró feria. Qué barbaridad. Ya en faena, Escribano repitió los mismos defectos que en su primero, no dando las distancias ni el tiempo que el toro requería. Falta de acople que terminó por desesperar al público y al propio torero.

 

  • Valdemorillo. Plaza de toros de “La Candelaria”. 3ª y última de la Feria de San Blas. Media plaza. Se han lidiado seis toros de Ana Romero, desigualmente presentados, nobles y encastados, con fijeza y humillación. De buen juego en líneas generales. Destacaron especialmente 4º y 5º.
  • Javier Castaño (azul turquesa y oro): Pinchazo hondo y dos descabellos (ovación). Estocada tras pinchazo (ovación).
  • Paulita (lila y oro): Estocada y descabello (vuelta al ruedo). Estocada caída (dos orejas).
  • Manuel Escribano (blanco y plata): Estocada caída (silencio). Estocada tras pinchazo (silencio).
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