Por el piton derecho
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¡Bendita democracia!
Foto: LM
Toros en la mexico

¡Bendita democracia!

Francisco Jara | México

Hoy día vemos como las democracias se acaban lamentablemente. Vivimos en un mundo donde todos quisieran que su voz fuera la única. Y hoy, una plaza de toros es quizás el último recinto democrático y verdaderamente popular que queda en todo el mundo. En una plaza de toros, uno ve, siente y es dueño de su verdad; y todos la tenemos que respetar. Lo que no podemos permitir en una democracia es la ineptitud o si quiere llamarle "apasionamiento" de quién está ahí para hacer cumplir un reglamento y que se supone tiene los conocimientos necesarios para hacer lo correcto. Tiene nombre y apellido, se llama Gilberto Ruiz Torres.

Tarde "triunfalista" en La México, ese triunfalismo no le hace bien a esa democracia, ese triunfalismo es pasajero. No se deben confundir. A su servidor le dio mucho gusto ver a gente volviéndose loca, desgañitándose, sintiendo y, alguno que otro, hasta llorando. Ahora, escribiré en lo que me toca de democracia lo que mis ojos vieron.

Antes del inicio un merecido homenaje a los monosabios de La México. Una labor seria, callada, humilde, sin reflectores, pero fundamental antes, durante y al final de una corrida de toros. Después de la suspensión por las inclemencias del tiempo de la corrida del pasado domingo, hoy lunes se celebró la primera del mini serial de aniversario. Buena entrada en el numerado sin llegar al lleno. En general, prácticamente cemento.

Se lidiaron toros de Xajay. Corrida pareja en su presentación, sin pero alguno. Cinco con sello muy en Santa Coloma y un Garfias. Primero y sexto muy malos, segundo y quinto fueron bravos, de esos soñados al ser de los que te permiten encumbrarse y que lamentablemente terminaron aburridos en tablas. El tercero soso y manso, el cuarto ha tenido casta y ha pedido el carnet. Sin ser una extraordinario corrida, ya tres toros hacen una buena corrida.

Hoy hemos visto dos muy buenos puyazos, y un buen puyazo. Una pena que no se les volviera a poner en suerte. Las cuadrillas en general han destacado. En el cartel, el ya experimentado Joselito Adame, Andrés Roca Rey y Arturo Gilio.

No fue la tarde de Joselito, con su primero de nombre "El Negro", nada que pudiera hacer, quizás tardó mucho en ir por la espada. Se retiró en silencio. Su segundo "Don Simón" le pidió el carnet. Un Joselito que con la muleta tuvo un inicio correcto por bajo, tratando de mostrar el poder que se necesitaba para lidiar. Pero el toro le respondió de la misma manera, con poder y así se hizo dueño de la escena. Nunca le pudo porque nunca lo entendió. Los gritos de su apoderado quizás lo terminaron por confundir. Al final se puso pesado con la espada, 4 pinchazos, una entera y un aviso para retirarse entre una rechifla generalizada. Preocupa como se le vió hoy sabiendo que tendrá quizás su última comparecencia en Las Ventas el próximo San Isidro.

El segundo espada fue el peruano, Andrés Roca Rey. Y vaya lote qué se llevó, pero que en mi nulo entender, en ambos quedó por debajo. Con su primero "Gamuzita", un precioso cardeno claro, ha estado en Roca Rey. Un toreo a mil por hora. Con el capote tuvo, después de 2 verónicas, que improvisar con chiculeinas porque el toro se quería comer el capote y lo apretó. El toro fue pronto y fuerte al caballo. Ahí Roca Rey vió claramente las condiciones y codicia del de Xajay. Ni tardo se echó de rodillas en los medios para comenzar con "su" toreo electrizante, pero vulgar. Lo siguiente fueron tandas por el derecho y algunas, las menos por el izquierdo. Trallazos por aquí, por allá y hasta el estadio azul. Poco temple, 9 enganchones, que hay que decirlo como es, una faena sucia. El toro en todo momento mostró codicia hasta que se aburrió de esa horrorosa forma de hacer el toreo y se fue a tablas. Cerró Roca la faena también muy a su estilo, con bernardinas ajustadas, y ¿qué cree?, con otro enganchón. Se tiró matar como se debe, volcándose tras la espada en un tiempo y dejándola hasta los gavilanes. 2 orejas excesivas por donde se le vea, y un correcto arrastre lento al toro. Y digo correcto porque si bien no fue de vuelta, aquí el reglamento contempla para bien o para mal, el arrastre lento.

Su segundo, quinto de la tarde, se llamó "Jefe Arana". Un toro precioso de hechuras, un toro bravo, un toro muy en la línea Garfias. Este es el que sí podemos llamar "el toro mexicano". Roca Rey sabía que esta era su tarde, sabía que tenía al público de su lado. Se fue a las rayas del tercio frente a la puerta de toriles y se puso de rodillas. Y es que así tienen que ser las figuras, no andarse con medias tintas y Roca Rey es un perro (dicho con el mayor de los respetos) para defender su sitio. Larga tirándose al piso para que el toro no lo arrollara. Es muy fea esa suerte, solo es para alborotar el cotarro, y tan tan. Con el capote ha estado solvente y manejándolo de buena manera, sobre todo con cadencia, algo no muy común en él. El toro acometió de buena manera al caballo, pero el puyazo fue muy breve. El inicio con la muleta fue tremendista, 5 estatuarios y el de pecho.

El toro fue más por lo que llevaba dentro. Roca Rey se fue lejos del toro y pensé por un momento que lo iba a lucir, iba a mostrar que era capaz de poderle, a torear de largo, aguantando cada embestida con el toro vieniendo a galope y con fuerza, pero me equivoqué. Después del primer muletazo en cada tanda por ambos lados, fue encimista y ahogó al toro a más no poder. Eso no es poderío, eso no es poderle, un toro así pesa mucho después de cada muletazo, y es muy difícil aguantar y poder realizar una tanda larga. Una gran diferencia entre los grandes y los que creen serlo. Y mire usted que al toro le faltó casta, eso hubiera puesto en serias complicaciones al matador. Un par de derechazos largos, y un natural en los que sí hizo el toreo. Al final una faena también muy en Roca Rey, muchos muletazos pero poco buen toreo. Dejó un espadazo trasero y desprendido, en el límite de ser un bajonazo.

Hábil se vió la cuadrilla para sacarla y así engañar el juez y a los asistentes que ya estaban locos de emoción. Y créanme que me dió mucho gusto ver los tendidos así, porque así son las democracias. Un rabo por demás exagerado y un nuevo y justo arrastre lento para el de Xajay. Lo del ganadero y su vuelta igual que el rabo, una exageración en su afán de protagonismo. Tapadito se ve más bonito, arquitecto.

Completó el cartel Arturo Gilio. En su primero ambos, toro y torero, sosos. Nunca supo descifrarlo. Su segundo fue malo, también quizás nuevamente se encontraron en igual de circunstancias, toro y torero. Al final, podrá usted estar o no de acuerdo conmigo, pero recuerde que esto es una democracia y como tal debemos respetarnos.

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