La temporada de 2024 en Zaragoza comenzó por los mismos derroteros que acabó la de 2023: animales rechazados por la autoridad que finalmente se aprueban, los remiendos como titulares, uno de la ganadería anunciada como segundo sobrero,…y de aquellos barros estos lodos, claro. La novillada acabó siendo una escalera indigna para una plaza de primera categoría donde la mansedumbre y la falta de fuerzas fueron la tónica general del festejo. Tan sólo el quinto, el único de Jiménez Pasquau que recordó por hechuras y juego al toro de lidia, se salvó de la quema al cumplir sin estridencias en el caballo y desarrollar buen son por ambos pitones en la muleta.

Fran Fernando, que debutaba con picadores, se topó pues con este Alicantino, sorteado como sexto aunque lidiado en quinto lugar, que embistió mucho y bien y terminó yéndose al desolladero con las orejas puestas tras una faena de largo metraje y altibajos, lastrada por los enganchones por el pitón derecho y una cogida sin consecuencias cuando por la mano izquierda novillero y novillo parecían empezar a entenderse. El final por circulares invertidos, registro en el que el de Villamayor no pareció sentirse cómodo, preludió a las serias dificultades para acabar con el bravo utrero que acusó el estar pasado de faena. Con su primer oponente, un eralote sin cara ni remate, anduvo aseado en una faena de líneas rectas y mano a media altura ante la pobre condición del animal, que manseó ostensiblemente durante toda su lidia. La estocada en buen sitio le permitió tocar pelo en su presentación con los del castoreño paseando así la única oreja de la tarde.

Cristiano Torres había detectado que la tarde iba a necesitar que los de luces lo pusieran todo de su parte y en eso estuvo el zaragozano. Se las vio con el segundo de Brazuelas que, como su hermano, no alcanzaba los mínimos de raza y fuerza para afrontar la lidia. Torres basó su faena en la firmeza y el mando en la corta distancia, tras resultar prendido en el inicio de faena de hinojos. Se fue a por la espada con la oreja cortada tras poner la plaza a hervir con una serie de cambiados por la espalda ligados entre sí. Tras pinchar en el primer intento se tiró con todo en el segundo. Volvió a marrar pero el novillo no, resultando herido de gravedad en el muslo derecho.

Tristán Barroso, que tuvo que matar cuatro novillos, pasó sin pena ni gloria por La Misericordia. Reprendido por el público en dos ocasiones tras abusar en su derecho a quites y aliviado ante el escobillado primero de la tarde, un completo inválido de Toros de Brazuelas al que la raza le duró hasta mediado el tercio de varas, saludó sin que nadie se lo pidiese tras pasaportarlo de un bajonazo infame. Con el cuarto la riña de perros de Ángel Solís hubiera cabido holgadamente entre cornúpeta y coleta, y ante el sexto, otro destartalado sin remate del hierro jienense en el que los acordes de la Jota no lograron acallar las protestas ante la deficiente presentación, si bien anduvo más entonado y dejó un recibo capotero por verónicas sacándose al toro a los medios que fue el único momento de lucimiento con el percal de la tarde, volvió a desesperar al personal con una faena tan larga como intrascendente. Apoderado por el empresario de la plaza, volveremos a verlo ya como matador de toros en la Feria del Pilar.

Ficha del festejo:

Zaragoza. 20 de abril de 2024. Alrededor de un 1/5 de entrada en tarde de temperatura agradable y capota plegada. Se lidiaron novillos de Toros de Brazuelas (1º y 2º) y Jiménez Pasquau (3º, 4º, 5º y 6º) desiguales de presentación, faltos de trapío, raza y fuerzas salvo el buen quinto, ovacionado en el arrastre.

Tristán Barroso, bajonazo trasero (saludos con protestas), dos pinchazos y bajonazo trasero tras aviso (silencio), pinchazo, media tendida y tres golpes de descabello (silencio).

Cristiano Torres • Herido (ovación que recogió desde la enfermería).

Fran Fernando, que debutaba con picadores: estocada (oreja), dos pinchazos, golletazo con derrame (saludos).

PARTE MÉDICO

Durante la lidia del 2o toro, en la Novillada con Picadores celebrada en el día de hoy ha entrado en la Enfermería, el novillero Ricardo Cristiano Altismaveres Boicu que presenta las siguientes lesiones: Herida por asta de toro a nivel de la cara interna del tercio medio del muslo derecho con orificio de entrada de seis centímetros y tres trayectorias: una ascendendente, de siete centímetros que afecta a tejido celular subcutáneo y músculo recto interno; otra interna, de doce centímetros, que bordea el fémur y los vasos femorales y una última, descendente, de dieciocho centímetros que desgarra las fibras del músculo vasto interno y acaba en el hueco poplíteo, de pronóstico grave que sí le impiden continuar la lidia.