Tras la primera semifinal del IV Circuito de Novilladas de Castilla y León celebrada en Sahagún entre Daniel Medina y Pedro Andrés, este sábado llegará el turno de la segunda en Herrera de Pisuerga -municipio donde arrancó el primer Circuito en 2021- donde harán el paseíllo Cristiano Torres y El Mene para medirse a novillos de La Glorieta.
El zaragozano Cristiano Torres llega a la segunda semifinal tras su notable paso por la reciente feria de novilladas de Arganda del Rey y tras haber pisado en 2023 plazas de relevancia como fueron Madrid, Pamplona y Zaragoza. Debido a una grave cornada sufrida en la Feria de San Jorge de su ciudad natal se vio obligado a reducir el número de festejos firmados para esta temporada, volviendo más fuerte y tocando pelo en todas las tardes desde su reaparición, a excepciónde Villaseca. En la fase clasificatoria de Villanueva del Campo cortó una oreja perdiendo más trofeos por el mal uso de los aceros.
Iker Fernández 'El Mene' aterriza en esta segunda semifinal como el reciente triunfador de la Feria de Arganda y del Alfarero de Oro de Villaseca de la Sagra en el que entró por la vía de la sustitución, ocupando la vacante de Samuel Navalón. Debutó este mismo 2024 con caballos tras pegar fuerte durante su etapa sin picadores, para seguir cosechando triunfos importantes de gran calado entre los que se encuentra su puerta grande en Arévalo en la fase clasificatoria que le colocó como líder de la clasificación del Circuito.
El duelo entre Cristiano Torres y El Mene en el que pelearán por un puesto en la final será con ejemplares de La Glorieta. Esta ganadería fue fundada en 1997 por el añorado maestro Julio Robles. Tras su fallecimiento en el año 2001 es vendida por sus herederos a su actual propietario, quien en 2005 se ve obligado a sacrificar toda la ganadería por exigencias administrativa de vacío sanitario. Actualmente está formada por vacas de Sánchez-Arjona y Jaime Brujó, con sementales de Sánchez-Arjona, El Pilar y Conde de Mayalde. En 2011 se modifican hierro y divisa sustituyéndolos por los utilizados en 1927 por Mariano Bautista de Aristizábal. Su procedencia actual reside en la sangre Domecq (Juan Pedro Domecq Solís y Marqués de Domecq, vía Maria Isabel Ybarra).