Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
Volver
«El triunfo sirve para el negocio, pero lo que me quita el sueño es dar mi máximo nivel»
Foto: IG Ureña
PREVIA SAN ISIDRO / ENTREVISTA CON PACO UREÑA

«El triunfo sirve para el negocio, pero lo que me quita el sueño es dar mi máximo nivel»

Darío Juárez | Madrid

Mañana empieza San Isidro en la Monumental de Las Ventas o, lo que es lo mismo, la feria más importante del mundo. La expectación está servida encabezada por el retorno de Morante a la capital después de su reaparición y tras su gran paso por Sevilla, y el golpe de efecto de Roca Rey, arrollando en la taquilla tras colgar el cartel de "no hay billetes" de sus dos tardes antes del inicio del serial. Sin embargo, hay cuatro toreros con tres tardes en la feria. Uno de ellos es Paco Ureña, el único espada de ese cuarteto que se medirá a tres ganaderías diferentes de tres encastes diferentes: Fuente Ymbro (11 de mayo), José Enrique Fraile de Valdefresno (15 de mayo) y Victorino Martín (15 de junio). Una apuesta fortísima, de figura —aunque la mayoría de las llamadas figuras actuales no sepan de lo que les hablo—, que parte del compromiso y la responsabilidad del matador lorquino para volver a llenar de emoción el corazón de la afición de Madrid: “Me preocupa más dar el nivel máximo como torero que volver a abrir la Puerta Grande”.

PREGUNTA: Después de que la lluvia le impidiera torear en Fallas y sin haber entrado este año en el Abril de Sevilla, los tres compromisos de Madrid entiendo que son, por responsabilidad y ganas, los que más le quitan el sueño.

RESPUESTA: Madrid siempre a todos los toreros nos quita el sueño. Indudablemente, para mí, para mi vida y mi trayectoria, Madrid siempre ha supuesto y supone todo. Ahora mismo, mi situación quiere que toda mi temporada sea a partir de Madrid.

P: ¿O se lo quita más la posibilidad de un triunfo grande? Porque en tres tardes algo tiene que pasar...

R: A mí lo que más quita el sueño o lo que más me ocupa es dar el nivel máximo como torero. El tema del triunfo en mi caso, evidentemente, sí, es importante. Bueno, importante para el negocio, para torear más y todas esas cosas, pero para mí lo importante es dar el nivel máximo como torero. Ser el torero que el aficionado quiere ver. Eso sí que me quita el sueño. No me preocupa, pero sí me ocupo de ser mejor torero. El triunfo, pues bueno, ya he vivido todo o casi de todo en Madrid.

P: Entiendo que es consciente de que tres tardes en la feria más importante del mundo puede ser un arma de doble filo, aunque también entiendo que no le pese demasiado internamente cuando el aficionado siempre que paga por ver a Ureña es porque sabe que no se va a dejar nada dentro.

R: Para mí es algo que me hace tener mucha responsabilidad. Al fin y al cabo, lo que yo intento expresar como torero, a veces no es fácil que me salga todas las tardes. Yo lo intento dar todo, toda mi entrega, pero no soy un torero perfecto ni que te pegue esos veinte muletazos perfectos. Puedo ser capaz de torear a veces con esos muletazos perfectos y luego a veces hay ese desorden ordenado que es la entrega y lo que sí me conlleva a que estas tardes pesen mucho, a entregarme y a abandonar mi cuerpo para poder torear. Eso es lo único que me importa y, en el momento en el que estoy de mi vida, si antes me importaba, ahora mucho más.

P: Fuente Ymbro, José Enrique Fraile de Valdefresno y Victorino Martín. Tres hierros diferentes, tres encastes diferentes, una apuesta fortísima, pero un mismo objetivo.

R: Al final, el toro es el toro e indudablemente algo tiene que ayudar, pero cuando un torero lo da todo y es capaz de entregar su alma y abandonar su cuerpo, siempre salen cosas importantes y bonitas. Y ese es el objetivo. Evidentemente son tres ganaderías muy distintas y tres ganaderías muy del gusto de Madrid también.

P: ¿Cómo llega Paco Ureña a encontrarse con Madrid en estas tres tardes?

R: Con la máxima responsabilidad. He intentado hacer una preparación física y mental lo mejor posible, y ojalá sea capaz de estar lúcido y de llevar mi cuerpo hasta el límite.

P: Tres años seguidos pidiendo o entrando en la de Victorino en San Isidro dice mucho del compromiso y lo que quiere seguir mostrándole a la afición de Madrid.

R: He tenido suerte con esta ganadería. Es una ganadería que me ha hecho sentir y expresar mucho. Forma parte de mi trayectoria y, algunas veces, he sido capaz de llegar a ese corazón y ese alma que tiene ese toro. Ojalá pueda seguir haciéndolo mucho más, porque es un toro que cuando embiste tiene algo distinto y especial.

P: Después del glorioso 2019, el Covid se llevó todo. Incluida la memoria de la empresa que con la vuelta a la normalidad se olvidó de usted y del año que dio por las ferias antes de la pandemia, sobre todo en Madrid (consiguiendo su primera y única Puerta Grande hasta la fecha) y en la tarde redonda de las 4 orejas de Bilbao, ofreciéndole tan sólo encerrarse en solitario con 6 toros aquel 21 de mayo. ¿Aquello le sirvió más que le dolió o viceversa?

R: Aquello es una circunstancia que forma parte de mi trayectoria y de mi vida, pero no puedo ni mirar atrás ni mirar hacia adelante. Ni tampoco lo quiero. Lo único que intento es aprender de todas esas situaciones y no lamer mi herida ni tampoco exaltar los triunfos. Son cosas que forman parte de mi vida, está en mi trayectoria, yo sé lo que ha sucedido y solamente me queda seguir intentado ser mejor. Y cuando uno es capaz de entregarse y de unir todas esas cosas en una tarde, al final todo se ordena y ojalá se ordene lo que yo siento que me queda por hacer.

P: No se preocupe, le voy a dar una buena noticia: la plaza y la Puerta Grande de Madrid siguen estando ahí y tiene 6 toros para volver a pegarla una patada y que se abra de par en par.

R: Creo que lo he dicho muchas veces. Siempre ha sido un sueño poder conseguir abrir esa Puerta Grande y salir a hombros de Madrid. Soy una persona afortunada, pero para mí es más importante el respeto y lo que yo sea capaz de aportar a la profesión y a los aficionados, que esos triunfos de Puerta Grande. Que indudablemente me haría mucha ilusión volver a abrirla, pero lo que más me satisface es poder torear y emocionar al público que se sienta en el tendido.

P: Conociendo el camino de espinas y rosas por el que ha ido haciendo su carrera, cuando se levanta, además de darle gracias a Dios todas las mañanas, ¿qué le pide Paco Ureña?

R: Nada, no le pido nada. Solamente, pongo un pie en el suelo, doy gracias a Dios, a la vida, por todo lo que tengo y por todo lo que soy, pero no le pido nada. No le puedo pedir nada, sería muy injusto y de mucha hipocresía.

Comparte y comenta esta noticia: