Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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'La cabaña brava de San Isidro 2025: ¿la de la escasez de toros?'
Foto: Plaza 1
previa feria de san isidro

'La cabaña brava de San Isidro 2025: ¿la de la escasez de toros?'

Álvaro Gómez

Arranca esta tarde el San Isidro con mayor incertidumbre de los últimos años en el plano ganadero: llegó el temido por veedores y empresas, y por ende por los aficionados, San Isidro 2025. El gran número de reproductoras que fue al matadero en los años 2020 y 2021 por la incertidumbre generada por la pandemia del SARS Cov2 (se pasó de 40.000 hembras en 2019 a 35.000 en 2021) va a condicionar, como ya lo ha hecho en la Feria de Abril de Sevilla, la presentación de las corridas.

Es de esperar que por la puerta de chiqueros de Las Ventas aparezcan en una misma tarde animales de varios guarismos cuando no de distintos hierros-. Ante esta más que posible desigualdad y que salten a la arena animales por debajo de la categoría de la plaza en cuanto a trapío, ¿defenderá la autoridad al pagano venteño o será abogado del diablo y sacará adelante las corridas con lo que baje de los camiones?

Porque a pesar de que Florencio Fernández Florito, mayoral de la plaza y veedor de Plaza 1, declarase ante las cámaras de Tendido Cero que la empresa visita cualquier finca, de cualquier ganadería y asociación, que tenga toros con el trapío de Madrid, los hechos parecen más bien indicar que el establishment taurino se ha encerrado sobre sí mismo y, lejos de abrir el abanico de hierros, se vuelve si cabe más endogámico y cerrado. A saber, tendrán doble presencia en el serial isidril los hierros de Victoriano del Río y Toros de Cortés, Alcurrucén –única representación del encaste Núñez-, la multimarca familiar de los Fraile, Conde de Mayalde y Juan Pedro Domecq. No tan del gusto de las figuras como las anteriores, pero sí garante de tener cualquier animal para cualquier plaza en cualquier fecha del año, Fuente Ymbro lidiará dos corridas de toros y media novillada en la encerrona de Marco Pérez. Esta doble aparición y media del hierro de Ricardo Gallardo viene avalada por el premio a mejor encierro de la feria pasada concedido por la Asociación El Toro de Madrid.

Una única comparecencia tendrá Jandilla, ganadería que a pesar de tener un largo historial de toros muy bravos en Las Ventas ha dejado un inicio de temporada preocupante con la mansa corrida lidiada en la Maestranza y la incapacidad de presentar un encierro completo en Fallas. La rama más picante de la familia, la procedente de Salvador Domecq, estará representada por los encierros gaditanos de Lagunajanda y El Torero, que lidió un encierro muy encastado en el San Isidro de 2024.

Sin miedo podrán enfrentarse a la báscula los aldeanuevas salmantinos de El Pilar y su alter ego afrancesado de Pedraza de Yeltes. Los hierros de José Escolar, Adolfo Martín y Victorino Martín, los tres estandartes del encaste albaserrada, inexplicablemente desligados a lo largo de la feria, en la que se echa en falta otro año más la “semana torista”, llegan a San Isidro a remontar la mala corrida del año pasado el primero, a echar más toros como Arenera lidiado el Domingo de Ramos el segundo, y a homenajear a su creador, Victorino Martín Andrés, uno de los ganaderos más geniales de la historia de la tauromaquia, el tercero. Siguiendo por el gris, pero por el gris de Santa Coloma-Buendía, la corrida de La Quinta –Periquito fue premiado por la Asociación El Toro de Madrid como más bravo de San Isidro 2024- llega tras lidiar dos importantísimas, por bravas, corridas en Valencia y Castellón (ésta con indulto) y con el morbo de su incomparecencia voluntaria del abono maestrante por desavenencias de la familia Martínez-Conradi con la empresa de Ramón Valencia. Un buen ingrediente para la que otrora fue la miniferia torista de San Isidro, amén de las ausencias de hierros como Cuadri –esperemos un retorno pronto a su principal feudo- y Miura –por deméritos propios- es la vuelta con corrida completa de Dolores Aguirre, que llega a Madrid con buen ambiente tras la encerrona de Damián Castaño con este mismo hierro en la Feria de Tres Puyazos en San Agustín de Guadalix.

El encaste Murube-Urquijo, predilecto de los rejoneadores, sólo se lidiará a caballo y una ganadería tan singular como la jienense de Araúz de Robles pondrá el toque original, en una feria que no va sobrada de la misma, tras una bien presentada y muletera corrida lidiada el año pasado.

Mucha comparecencia múltiple en la materia prima de la fiesta, con un elenco ya no de encastes, sino de ganaderías, cada vez más reducido. La variedad de comportamiento en el ganado debería ser per sé, máxime en un ciclo tan largo, un objetivo que la empresa de Las Ventas buscase. Sin quimeras, porque los experimentos siempre con gaseosa, pero hierros con solera y de garantías hay. Sólo hay que buscarlos y, claro, pagarlos. Confiemos en que los animales reseñados para 2025 salten a la plaza con las defensas y el remate que requiere la primera plaza del mundo y embistan con casta y bravura a toreros de a pie y varilargueros. Y confiemos también en un 2026 con murteiras, patasblancas, torrestrellas, rehuelgas o margés, entre otros.

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