Por segundo año consecutivo la baja de Morante de la Puebla pesó en los aficionados salmantinos que tan solo consiguieron llenar la mitad de los tendidos. Borja Jiménez suplió la ausencia del diestro de la Puebla y de qué manera. Consiguió deleitar nuevamente a La Glorieta con una versión poderosa y entregada demostrando que es el triunfador de la temporada por méritos propios. Triunfó junto a un maduro y digno Ismael Martín que no dejó indiferente a sus paisanos y levantó al público de sus asientos. Por su parte, a José María Manzanares ya ni está ni se le espera.
De El Capea y de nombre «Botijero - 36» saltó al ruedo charro el primer toro de la supuesta corrida concurso organizada por la empresa al que recibió José María Manzanares. Se arrancó con alegría y prontitud al caballo de Óscar Bernal que le propinó dos certeros puyazos (siendo a la postre premiado como mejor picador). La falta de fuerza no opacó las virtudes de un gran animal de San Pelayo de Guareña. Trató el alicantino cuidarlo desde los inicios a base de tiempos y con suavidad comenzó las primeras tandas por el pitón derecho. Dejándosela puesta y toreando en redondo logró hilar varias tandas profundas que conectaron los tendidos. No terminó de cuajar la enclasada embestida de un astado con recorrido y buen son al que le faltó acabar de entender y acoplarse. Se atascó con la espada. El toro acabó siendo premiado como el mejor de la concurso.
Ante «Virrey - 75» de Hnos. García Jiménez se le complicó el saludo capotero teniendo que variar las suertes sin apenas lucimiento. Tras pasar el tercio de varas como un mero trámite, no consiguió estructurar un trasteo que captara la atención del respetable. La prontitud y nobleza del de El Cabaco no fue aprovechada por el alicantino que no terminó de ajustarse ni acoplarse a su oponente. Tan solo su primera tanda al natural le permitió expresarse y relajarse dejando un par de naturales más puros. Faena medida y sainete con la espada para volver a dejar a Salamanca fría un año más.
Regresó y triunfó como hizo hace tan solo una semana atrás, y es que el momento que vive Borja Jiménez es para disfrutarlo. Alto, largo y con volumen saltó «Cuba - 116» de El Puerto de San Lorenzo que fue pronto ante los cites del caballo Tito Sandoval, pero no galopó ni peleó. Destacó José Luis Barrero con los palos. En las telas de el de Espartinas desarrolló clase y buen tranco el de Tamames al que le comenzó abriendo los caminos por doblones e hinojos de manera entregada y profunda. Protagonizó un brillante y torero trasteo por el pitón derecho, cuajando varias series encajadas con la figura erguida, asentado de zapatillas y llenas de empaque. Se gustó y disfrutó con la diestra hilando pasajes con mucha pureza y de mano baja que pusieron de acuerdo a La Glorieta, por tercera vez en siete días. Finalizó su obra por ayudados de manera torerísima y detalles clásicos que le dieron una oreja tras una estocada desprendida.
Manso, pero con ese punto de casta que hace no perder la atención a todo lo que suceda en el ruedo fue «Sosito - 40» de Olga Jiménez al que logró cortar otra oreja Borja para abrir el portón de los sueños de Salamanca. El tercio de varas fue un mero trámite por el que no entró en concurso y el de banderillas fue un completo caos haciendo pasar fatigas a los subalternos. Sentado en el estribo del tendido 1 en una bella imagen inició por genuflexos poderosos y largos. Entendió al burel y aprovechó su transmisión para enroscarse por derecho la embestida codiciosa y ligar varias tandas de mérito. Elaboró una faena poderosa y mandona en la que derrochó valor y entrega atacando a base de toques fuertes y tirando del de El Cabaco hasta el final. Los ayudados finales arrebatados tuvieron mucho sabor y torería y dieron paso a una media estocada que le puso en la mano un nuevo trofeo.
En su tierra y con su gente, regresó Ismael Martín a la plaza que le vio prácticamente nacer como novillero sin caballos y no se arrugó en ningún momento. A la verónica con temple y cadencia recibió a «Soviético - 35» de Garcigrande cuajando un toreo de capa de nota. No se entregó en el peto de Nicolás Martín y tampoco terminó de cuajar un brillante tercio de banderillas. De manera explosiva inició en los medios su faena por cambiados por la espalda con mucha verdad. Se mostró muy entregado en todo momento, demostrando una madurez impropia de quien tan solo lleva unos pocos festejos como matador de toros a sus espaldas. Inteligente, templado y asentado aprovechó la movilidad incierta del de Alaraz para cuajar tandas de torero hecho y comprometido. Finalizó en cercanías aguantando parones y miradas como durante toda su labor y demostrando tener la cabeza muy despejada para cualquier reto. Aprovechó su oportunidad y culminó con una estocada trasera que le otorgó dos generosas orejas.
Nuevamente de rodillas y con una larga cambiada saludó a «Torerito - 12» de Lorenzo Espioja al que paró con solvencia en redondo a la verónica. Suelto y distraído resultó en los primeros tercios sin querer pelea en el caballo de El Legionario. Tras una buena lidia de Rubén Sánchez, enloquecieron los tendidos en una ovación sonora y de pie con el de Cantalpino que colocó cuatro pares de banderillas meritorios y lucidos ante la incertidumbre del astado. Pronto se apagó el de Campo de Ledesma, acortando el viaje y quedando solo la entrega de Ismael. Muy firme y asentado, tiró del burel para extraerle lo poco que tenía dentro con seguridad y capacidad. Se metió en los terrenos del toro entre los vivas cansinos de algunos voceras y enterró una certera estocada que le concedió un nuevo trofeo.
Ficha del festejo:
Plaza de toros “La Glorieta” de Salamanca. Media plaza. Corrida concurso de ganaderías salmantinas. 1º de El Capea, justo de fuerzas, pero con clase, nobleza y recorrido; 2º de El Puerto de San Lorenzo, enclasado y buen tranco; 3º de Garcigrande, incierto y con movilidad; 4º de Hnos. García Jiménez, pronto y noble; 5º de Olga Jiménez, recorrido, manso, pero con casta; y 6º de Lorenzo Espioja, incierto y corto de recorrido.
José María Manzanares (de nazareno y oro): ovación y silencio.
Borja Jiménez (de azul rey y oro): oreja y oreja.
Ismael Martín (de blanco y oro): dos orejas y oreja