A las 13.30 tras el apagón nacional me conjuraba con un colega a la salida de clase para estar a las 17.30 en la estatua de Curro Romero -pasase lo que pasase-. Allí nos plantamos ambos, sin ningún mensaje previo, como los antiguos, con la confianza férrea que se tiene en un amigo.
Pero confianza realmente fue la que tuvo Marco Pérez en sus capacidades. Por poco no logró su segunda puerta del príncipe, a base de técnica, raza y toreo. La novillada de Talavante sirvió, sin llegar a ser completa. Destacaron el primero por su castita y cuarto por su excelencia. El quinto y sexto tuvieron sus teclas.
A la puerta de chiqueros se fue para recibir al primero de la tarde Marco Pérez. Tras la porta gayola, intentó fijar al novillo en los medios por delantales. Algo abanto de salida el de la divisa extremeña, con castita y profundidad. Puyazo trasero y quite por chicuelinas del salmantino; con una buena media belmontina. El segundo, un mero picotazo y un apunte de chicuelinas por Zulueta para soltar tensiones. Tras el tercio de banderillas brindó al público. Un inicio por estatuarios y variedad en sus muletazos. Arrucinas, molinetes, faroles, pases por la espalda y un largo repertorio durante su faena. Se fue acomodando y templando tras estar algo precipitado. El novillo era un huracán por el pitón derecho y había que poderlo. Por el izquierdo se fue quedando cada vez más. Lo pudo y finalizó en las cercanías con redondos y pases cambiados. Media estocada agarrada. Oreja.
Abantito de salida el tercero de la tarde; no se pudo lucir Marco con el capote. Buen tercio de varas midiendo al toro y ejecutando bien la suerte. El novillo, falto de fuerza se llego a echar en medio de la faena. El inicio fue exigente en los medios, con pases cambiados y de pecho. Lo embebió bien en la muleta por el pitón derecho en los primeros compases de la faena. Más tuvo que tirar del animal por el izquierdo. Se colocó cruzado, le dio el pecho y le echó la muleta al hocico para lograr bellos naturales. Dos pinchazos y estocada trasera. Silencio.
En el sexto volvió a porta gayola Marco Pérez en busca de la Puerta del Príncipe. Lo buscó por delantales ante el brío inicial del animal . Tras los dos puyazos de Alberto Sandoval saludaron Curro Robles y Prestel en banderillas. Marco vió la condición del novillo desde el inicio, este se venía larguísimo y él lo aprovechó. Que Marco tiene una técnica privilegiada no lo duda nadie, pero está tarde ha vuelto a demostrar que es uno de los elegidos. Lo muleteó con mucha soltura por el pitón derecho, se colocó de forma extraordinaria y le fue pudiendo. Cuando el toro parecía que se acababa se empeñó en sacarle los mejores muletazos, sobre todo por el pitón izquierdo. Totalmente volcado dándole el pecho al natural. Lo mejor de la tarde fueron los dos pases de pecho tan largos y rematados que pegó en el epílogo de la faena. Remató por luquesinas, pinchazo y estocada entera. Oreja con petición de la segunda.
Mucho aroma tuvo el primer recibo capotero de Javier Zulueta ante un astado que colocaba la cara de forma excepcional. El de Talavante se fue apagando con el paso de la lidia a pesar de lo que se le cuidó en varas y en banderillas. Bonito inicio de Zulueta sentado en el estribo y saliendose al tercio con ayudados por alto rodilla en tierra; después todo se acabó. El novillo metía bien la cara y Zulueta componía su figura mientras acompañaba la embestida, pero todo lo que hizo tuvo escasa importancia sin oponente claro. Pinchazo y estocada baja. Saludos.
Tres fueron las tijerillas que le recetó Javier Zulueta al 4° de la tarde, y un ramillete de verónicas de mano baja. Tras los dos puyazos quitó Marco por Gaoneras. Se desmonteró la cuadrilla en el tercio tras las banderillas. Brindo a Marco Pérez e inició en el tercio muy torero, remantando con un cambio de mano de buenas formas. El novillo de Talavante fue extraordinario, con ritmo, clase y profundidad. Metía la cara solo en la muleta y tenía un tranco para hacer el toreo. Zulueta se puso bonito pero sin terminar de cuajarlo, lo llevaba cosido pero sin ajuste. Pudo bordar el toreo ante este burel. Más roto Javier pudo darle varios naturales a pies juntos -fueron una delicia- junto al cartucho de pescado que propició a mitad de faena; fue lo más destacado. Estocada trasera. Una oreja con petición de la segunda. Muy incierto este sexto novillo que le tocó en suerte a Zulueta.
A porta gayola lo recibió y con unas chicuelinas sin llegar a fijar del todo al astado. Galleó por garbosas chicuelinas para un buen puyazo. Tras el segundo puyazo más medido Marco quitó y saludó Daniel Duarte en el tercio. Arrebatado totalmente en un inicio con reminiscencias antiguas intentó Zulueta dos ayudados por alto con las rodillas hundidas en la tierra. Tardó en cogerle el aire al novillo, dándole su espacio y tirando de él poco a poco con la muleta en el hocico. Se metió en la oreja y el animal protestó. Estocada entera. Ovación