Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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'Marco Pérez, profeta en su tierra'
Marco Pérez saliendo a hombros del coso de Guijuelo:// @torosguijuelo
Guijuelo

'Marco Pérez, profeta en su tierra'

Noelia Crespo | Guijuelo

Con un ambiente inmejorable, Guijuelo se convirtió en el centro de todas las miradas del orbe taurino charro ante la presentación de novillero con picadores de su paisano, Marco Pérez, seis meses después de su debut con los del castoreño. La expectación fue máxima desde el primer momento en que se pusieron las entradas a la venta - agotándose en unas pocas horas -, y el joven novillero no defraudó a su gente brindando una variada y entretenida tarde de toros en la que impuso su capacidad al apartado ganadero saliendo a hombros.

Con un retraso de más de veinte minutos por la masiva afluencia de público comenzó el festejo. Anunciado como astado de El Capea, pero con la divisa y el hierro de Carmen Lorenzo, saltó el número 13 a la arena charra. Un novillo alto, pero tocado de pitones que acabó transmitiendo poco en la muleta de Marco. Desde el primer instante se mostró muy dispuesto y entregado buscando la variedad de capote con unos delantales iniciales y un quite por chicuelinas que provocaron las primeras ovaciones de la tarde. Aprovechando la nobleza y fijeza de su oponente, estructuró un trasteo por ambos pitones falto de ritmo por la condición del astado. Finalmente fue por el derecho por donde le cogió el aire logrando los pasajes más templados y acoplados. Acabo invadiendo los terrenos del animal por circulares para acabar de conectar con el público. Estocada atravesada, trasera y suelta. Se atascó con el descabello.

De bellas hechuras para una novillada sin caballos fue el número 116 de Domingo Hernández, un astado noble y con calidad que exprimió al máximo el joven novillero en sus trastos. Varió nuevamente en el quite luciendose en esta ocasión por tafalleras y cordobinas. En los medios y de hinojos comenzó con un farol para seguir a continuación toreando en redondo provocando el éxtasis de los tendidos. Más encajado, asentado y acoplado que en su anterior burel, se pudo expresar Marco con mayor suavidad y torería en tandas por ambos pitones de mayor temple. Presentándole los vuelos de la muleta y llevándolo cosido, entendió la altura y distancia que requería su oponente para ligar tandas de mérito que remató con pases de pecho hasta la hombrera contraria. No quiso dejarse nada dentro y culminó su labor dejándose llegar los pitones a la taleguilla por circulares. Con la plaza a su favor, siguió por luquesinas y enterró una espada rendida que le valió para cortar las dos primeras orejas de la tarde.

Generosas fueron las dos orejas que paseó el salmantino del número 6 de El Puerto de San Lorenzo. Empujó el burel con entrega en el caballo de picar hasta derribarlo para después realizar un quite por navarras de mucho lucimiento. Destacó con los palos Elías Martín. En las telas resultó muy incómodo y deslucido, no se lo puso fácil a Marco con una embestida andarina y un derrote al final de cada muletazos que lo deslucía todo. A pesar de todo, se mostró ambicioso, digno y muy firme logrando extraerle algún muletazo suelto de mayor calado. Alargó en exceso un trasteo que acabó en la puerta de chiqueros por la mansedumbre de su oponente. Enterró el estoque y obtuvo el doble trofeo.

El astado de Casasola herrado con el número 6 fue el encargado de cerrar un festejo de altibajos. A la puerta de toriles se fue el salmantino en toda una declaración de intenciones en la que sufrió un pequeño percance a consecuencia de un pezuñazo en la rodilla que le dejó renqueante. Fue el astado con mayor cuajo y seriedad del conjunto al que Marco decidió comenzar por unos comprometidos y arriesgados estatuarios desde el tercio. A medida que transcurrió el trasteo le fue bajando los humos con poder y mando y templó por derecho la incierta embestida. Se entregó y apostó con mérito en una nueva y larga faena en la que faltó orden, pero en la que sobró capacidad y valor. Se atascó en exceso con los aceros.

Ficha del festejo:

Plaza de toros de Guijuelo (Salamanca). Lleno de “no hay billetes” en una calurosa tarde. Novillos de El Capea (1º), noble, soso y sin transmisión; Domingo Hernández (2°), noble y con calidad; El Puerto de San Lorenzo (3º), manso y deslucido; y Casasola (4°), serio, exigente y con fijeza.

Marco Pérez (de azul cielo y oro): ovación, dos orejas, dos orejas y ovación tras aviso.

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