Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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J. L. C. @villasecatoros
'Molina y García Pulido firman las dos faenas más importantes de la temporada novilleril'
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'Molina y García Pulido firman las dos faenas más importantes de la temporada novilleril'
Alfarero de oro de Villaseca

'Molina y García Pulido firman las dos faenas más importantes de la temporada novilleril'

Darío Juárez

La entrega de Chicharro en la tarde del miércoles con el 5° de Ibán estuvo a la altura del juego de la vida librado por el monosabio que se echó al ruedo para defender la integridad física de su percherón, cuando el 6° de Montealto descabalgaba sobre el desfiladero de las tablas con soberana fuerza al Legionario. Tristán Barroso se había ido a recibirlo a la puerta de chiqueros por chicuelinas, espoleado por las dos faenas más importantes, aunque muy distintas entre sí, posiblemente, de la temporada novilleril. El novillo le humilló y le respondió, pero el extremeño con su escaso bagaje estaba apabullado por lo que acababa de ver en sus compañeros de cartel cuando las prisas, además, nunca son buenas consejeras.

Cuatro de los seis novillos de Montealto podrían haber pasado el fielato veterinario de toro en alguna que otra plaza de primera, si el guarismo chivato que rezaba en su paletilla no les hubiera delatado. Soberbia y categórica presentación de la utrerada que Agustín Montes trajo este jueves a Villaseca, complicada, poniendo en jaque el valor y el oficio de la terna, pero tremendamente interesante en manos de Jorge Molina primero y García Pulido después, desorejando ambos a 4° y 5° de manera inapelable.

Se vino a menos el novillo negro que abrió plaza, pese al firme buen hacer de Jorge Molina, que le había visto cositas en el capote por el izquierdo y que acabó perdiéndolas, vaya usted a saber dónde, cuando llegó a la muleta muertito en vida antes de que sonara la primera nota del pasodoble; encogido como un estropajo recién escurrido.

La voluntad de Barroso frente al manso redomado 3° taparía en gran medida las carencias de ese animal defenestrado por la puya de Javier González, que había puesto en jaque a los rehileteros y al peón de brega, logrando por naturales mandones hilvanar alguna serie corta con cierta limpieza.

Y entonces apareció Basurilla, con su cuajo de toro hondo y esa cara paletona que moría en los dos garfios estirados a martillo que hacían las veces de puntas. ¿He dicho puntas? Uy, que no me oigan los taurinos (...) Complicado el toro en los primeros tercios, que poco a poco se fue dejando en las manos de un Jorge Molina presto, dispuesto y citando al toro con media panza de muleta mientras la otra mitad la ponía el pecho, metido entre esos pitones, y firmando un toma y daca de valeroso autor, de uno en uno, con la zocata primero y la derecha después, antes de enterrar la espada. Una faena de aficionado, de un novillero que exige desde mañana mismo verle las barbas a diario al de los cuatro y cinco años.

Jorge Molina entrena en el ruedo de esta plaza con García Pulido. Se conocen a la perfección y se respetan aún más. Este último se había jugado los muslos con la joya segunda que se encargó de hacer suya la plaza durante la lidia peligrosa que protagonizó, yendo siempre a peor en la muleta, pero aún no había salido el 5°, con el que rubricó la tarde más importante junto a su compañero, posiblemente, de toda la temporada novilleril.

Se quiso frenar de salida, costándole la vida salirse de los vuelos del capote del novillero y mostrando falta de fijeza en los primeros tercios. Sin embargo, cuando Guillermo tiró la moneda al aire y se embraguetó con él en la primera tanda por el derecho, aquel era otro toro. La confianza del torero burbujeaba por sus poros, sintiéndose capaz de encajarse con el animal de Agustín, que cada vez iba a más respondiendo a la muleta profunda de García Pulido, ofreciéndole en bandeja la voluntad de poder elegir cuando lo esperaba para tirar de él y alargar un muletazo limpio y bello por ambos pitones, adornado con tres redondos invertidos por el izquierdo unidos al cambio de mano y las luquesinas de postín antes de enterrar la espada en el hoyo de las agujas, tirándose con una rectitud pasmosa entre las fauces del de Montealto. Otras dos orejas y la puerta grande al fondo para él y Molina: cumbre en el Alfarero de Oro 2023.

*Ficha del festejo:

Plaza de La Sagra. 3ª del Alfarero de Oro. Se lidiaron 6 novillos de perfecta presentación, complicados en su conjunto, mansos 2° y 3°, destacando la profundidad del 5°, premiado con una exagerada vuelta en el arrastre.

Jorge Molina, de buganvilla y oro. (Ovación con saludos y dos orejas). Salió a hombros.

García Pulido, de lila y oro. (Ovación con saludos y dos orejas). Salió a hombros.

Tristán Barroso, de rosa y oro. (Silencio tras aviso y silencio).

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