Quinto encierro y lunes, ya en la previa se ha notado un bajón en la asistencia a este quinto capítulo del serial de encierros de Santa Ana en Tudela, muchos menos participantes, menos corredores y menos espectadores que estos días de atrás. Los protagonistas elegidos para este caluroso comienzo de semana han sido los toros de Enrique Dominguez de Funes, los cuales nos han ofrecido un encierro bastante vistoso y bonito con un gran susto al final. Desgranemos:
Pasaba un segundo de las 8 de la mañana cuando se ha escuchado el cohete en el cielo, torada a la calle y como viene siendo habitual esta semana en Tudela los toros han salido por delante. Hay quien dice que los bueyes necesitan descansar, por mí están bien así.
A la cuesta de Estación un toro ha llegado bastante adelantado del grupo principal, el cual también era liderado por otro morlaco. Ese primer astado subía sólo, tres mozos le han corrido a la distancia, pero se lo han pensado mejor y se han refugiado en el vallado, así pues, sin mozos por delante, con un trote alegre pero sin meter riñones, vamos, que no iba muy rápido, el torico subía la cuesta mientras le daba tiempo a ir mirando a los lados, por si casualmente pillaba algo por el camino.
El burel que lideraba el grupo principal también se ha adelantado en ese punto, pero a este sí le han aguantado otros mozos, carreras bonitas y meritorias, pues el astado ha metido la cabeza hacia la izquierda como queriendo coger. En la siguiente curva, uno de los toros ha chocado y se ha ido al suelo, quedándose a cerrar la torada por unos momentos.
Ha durado poco esta situación, pues en Caritat ya iban los seis toros por delante, con un ritmo muy asequible y distanciados entre ellos, primero dos astados, luego a muchos metros tres más y cerrando uno delante de los bueyes; muchos huecos para colocarse y disfrutar, y así ha sido, los mozos han aprovechado la situación y nos han regalado unas bonitas carreras. Decir también que no había mucho corredor en este punto y que por momentos algunos toros han ido solos…
La curva de Caritat con Almajares, que es la curva más parecida a la de Mercaderes por el ángulo de 90 grados que tiene, ha sido muy bien corrida hoy. Los astados han cogido por el centro de la calle la curva debido a la baja velocidad que llevaban y varios mozos la han cogido delante de forma muy limpia.
En Almajares ha sido todo una belleza. Los toros completamente sueltos, uno por cada lado y los mozos aguantándoles, carreras buenas y Preciosas con todos los toros, espectacular; además el quinto toro iba metiendo la cara y cruzándose. Ha sido una coreografía del encierro perfecta en esta calle, los toros poniendo emoción y los mozos casta, además con predominio de camisetas blancas dando relevos de forma exquisita. Maravilloso.
Ha habido algunos mozos que han empezado a correr en Caritat y seguían con toro en la espalda en la Avenida Zaragoza, concretamente un mozo habitual con rayas en su camiseta blanca se ha ido hasta la mitad de la Avenida Zaragoza con el quinto toro, donde ha tenido que terminar arqueándose para retirarse por la mirada que le ha lanzado.
Curiosamente en la Avenida Zaragoza la confirmación de la manada ha vuelto a cambiar. Tres morlacos por delante, con los cuales se ha colocado el mismo corredor del que hablábamos ayer que fue pisoteado por toda la torada el primer día, pues bien, se ha marcado otro señor carrerón a lo largo de toda la calle; sensacional un día más pese a las contusiones. Viva la cantera navarra.
Al poco de comenzar la avenida se ha unido a la cabeza de estos tres toros otro corredor vestido de blanco, el cual ha acompañado en esta carrera y no sólo ha llegado hasta el final de la calle sino que se ha ido hasta la plaza con ellos. Corredor que brilló este año a diario en Mercaderes y que hoy ha vuelto a brillar. Fantástico.
Mientras el cuarto y el quinto toro corrían por la Avenida en solitario, muy distanciados del resto de sus hermanos y entre ellos, además iban metiendo la cara… mucho hueco ahí y algunos valientes les han corrido en distancia, realmente bonito.
Todos los cabestros menos uno habían adelantado al sexto toro, así que la bueyada ha pasado por allí, como quien va a saludar a la afición y detrás venía el último de los morlacos con ganas de lío. Justito de presentacion pero con unas velas impresionantes ha puesto la emoción, el peligro y la sangre en este final de encierro:
Primero se ha vuelto antes de llegar a la última curva del recorrido, los pastores que iban detrás del último cabestro han tenido que recortarle, lo han reconducido a punta de vara y el mismo pastor de la misma manera lo ha bajado hasta el albero. Había visto guiar a los toros a punta de periódico, pero hacerlo tantos metros a punta de vara es la primera vez. Aplausos para este pastor que ha evitado momentos de peligro.
Pero este pastor no contaba con lo que iba a venir en la plaza. Él como buen pastor y seguramente como buen conocedor del encierro, cuando ha entrado en el ruedo con el toro se ha abierto el abanico, al lado derecho, como debe hacerse; sin embargo, detrás de los cabestros había entrado un mozo corriendo, sin abrirse en abanico, que ha resbalado, ha caído y este último toro se lo ha encontrado casi de frente para su mala fortuna. El morlaco no ha desaprovechado la oportunidad, se ha cebado con él haciendo caso omiso a los dobladores y le ha recetado una cornada en el muslo. Le deseamos una pronta recuperación desde aquí.
Y con este percance ha terminado este bonito y emocionante quinto encierro, mañana el último, mañana Santos Zapatería, esperemos despedirnos con un buen encierro, donde los mozos y los aficionados puedan disfrutar. Suerte a todos.