Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Si algún día me pasa algo grave,  sabed que seré feliz
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Si algún día me pasa algo grave,  sabed que seré feliz
Si algún día me pasa algo grave,  sabed que seré feliz
Si algún día me pasa algo grave,  sabed que seré feliz
Entrevista a El Peta

"Si algún día me pasa algo grave, sabed que seré feliz"

Cristina Bardenas
Hace diez días, un bisonte de Jandilla le pegaba una tremenda paliza en el concurso matinal de Fallas, del que acabaría saliendo vencedor. Jonatan Estébanez El Peta (Arganda del Rey) se ha convertido en una leyenda viva del recorte. En estos momentos, su cuerpo sólo habla el idioma del dolor, pero su cabeza no deja de pensar en el toro desde que se levanta hasta que se acuesta: "No estoy seguro cómo viven los toreros, pero yo vivo como ellos, en torero". Doce son las cornadas que lleva cosidas como medallas, muchos sueños por cumplir que no necesariamente terminan en lo alto de un pódium, aunque "a todos nos gusta ganar, que para eso competimos". 
 
Defiende a ultranza y por encima de todo la integridad del toro, tanto en las corridas como en el festejo popular. Así se lo ha hecho saber a POR EL PITÓN DERECHO: "El toro tiene que salir íntegro. El que quiera cruzar la línea, que la cruce. Y el que no, que se dedique a otra cosa".
 
¿Cómo han sido estos diez días lleno de dolores, sabiéndose campeón de Fallas?
 
He tenido muchos dolores. Me pegó un golpe muy fuerte y se me juntó un poco el golpe de la cara, el de la boca, luego en la rodilla izquierda un esguince, la fractura del maléolo posterior del tobillo...Pero por otra parte, cuando salen las cosas así como salieron en Valencia, te das cuenta que merece la pena y sin duda volverías a repetir lo mismo que pasó allí. Son dolores pero mereció la pena.
 
Se llevan con gusto...
 
Así es, son dolores satisfactorios.
 
Hace cinco meses un toro te saca las tripas literalmente en Ágreda. Ese día también vuelves a la cara del toro después de la cogida, ¿cómo se recupera uno física y mentalmente para reaparecer en el corazón del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo?
 
Cuando yo reaparezco en Ciudad Rodrigo todavía no llevaba ni cinco meses de la operación. Este invierno ha sido dedicarme plenamente a mí, no he hecho otra cosa que intentar recuperarme, tanto físicamente como psicológicamente. A mí me dieron una noticia bastante dura cuando me operan el abdomen, porque fue una cornada bastante fuerte. De hecho tuvieron que ponerme una malla abdominal por dentro y lo primero que me dijeron es que ese abdomen no iba a volver a ser lo mismo debido al destrozo muscular que tenía. Entonces, una vez que salgo del hospital mi obsesión fue recuperarme y trabajar lo máximo posible para recuperar ese abdomen. Yo tenía dos opciones, que eran la de reaparecer en Ciudad Rodrigo o en Valencia, y decidí que era mejor era empezar en Ciudad Rodrigo porque necesitaba cuanto antes estar en la cara de los toros. Pensé que lo mejor era empezar cuanto antes y empezar a olvidar lo que lo que me había pasado. 
 
Supongo que la adrenalina ayuda.
 
Sí, hombre, ayuda. En Valencia después de la cogida que tuve, yo sabía que, por ejemplo, el tobillo lo tenía roto. Sabía que había algo que que no era normal, tengo muchas lesiones; lesiones, cornadas...Y conozco mi cuerpo a la perfección, sabía que ahí pasaba algo que no era lógico. Tenía claro que una vez que pegara el último recorte y se enfriara, no iba a poder andar, pero claro, también es cierto que por mucho que haga la adrenalina, no todo el mundo está capacitado para que un toro te coja así y te reviente la boca. No tenía cornada pero tampoco sabía si la llevaba o no.
 
Te sacan en volandas dos grandes como son El Peque y Cuatio, ¿qué significan esas lágrimas que caían sin piedad?
 
Cuando El Peque vino y me dice "¿nos das el honor de poder sacarte a hombros?", yo sólo pensaba, no tenía fuerza ni hablaba porque ya me habían cosido la boca, los golpes que tenía en la nariz, el dolor del tobillo.. no tenía ni fuerza ni de hablar, sólo pensaba "¿qué hacéis? en plan, ¿cómo dos personas como sois vosotros, dos figuras y dos leyendas del mundo del recorte váis a hacerme esto a mí? En ese momento no lo entendía, estaba viviendo algo surrealista y me caían las lágrimas pero eran una fuerza, de toda la emoción que me hicieron sentir Cuatio y Peque. Se mi vinieron a la cabeza todos los días que he entrenado duro y lo mal que lo pasé cuando la cornada de Ágreda.
 
¿Qué te dijo tu madre cuando te vio entrar en casa?
 
No, nada, en casa es algo que está muy normalizado, llevo dedicándome a esto ya muchos años. Tengo 12 cornadas, tengo el cuello abierto, operaciones de hombros, las tripas fuera (ríe)...En casa, dentro de lo malo, está muy normalizado. Saben como yo me tomo esto muy muy en serio. Me dedico todo el día de mi vida al mundo del recorte y a prepararme, tanto física como psicológicamente, con preparadores físicos, con alimentación, creo que incluso rozo la obsesión.
 
Hay una cosa que siempre me llama la atención cuando te veo en la plaza, que es la torería. Decía el maestro Antoñete que para ser torero había que parecerlo, y sin duda tú lo pareces, ¿un recortador vive en torero?
 
Creo que sí, no sé cómo viven los toreros, sé algo porque conozco a muchos, pero yo estoy seguro que vivo como ellos. De hecho, siempre he pensado que una persona puede trasmitir torería aunque no lleve un traje de luces, puede ser que se dedique a lo que sea y esa persona te puede transmitir algo distinto. Por el hecho de que lleves un traje de luces, no quiere decir que seas más torero que otra persona. Sé que hoy en día es una cosa que está muy de moda, la critica "los recortadores son recortadores, no son toreros". Por esa regla de tres, veo a rejoneadores y veo a Diego Ventura y me sale: ¡qué pedazo de torero!, le veo encima de un caballo y alucino. Y es rejoneador pero para mí es un torerazo; Y a banderilleros que no pegan un capotazo pero alucinas con ellos del arte que derrochan poniendo banderillas.
 
Al que es torero, cuando le ves venir de lejos, dices: "ahí viene un torero"
 
Efectivamente. Tú ves la serie de Juncal y parece torero de verdad, parece un torerazo que no veas (ríe). Creo que el tema ese del arte o no arte va innato en las personas, el que tiene arte tiene arte sea torero, cantante o bailaor.
 
Sabina canta "que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena", ¿El Peta lo piensa?
 
Por supuesto. Soy un fan de Sabina y claro que lo pienso, sin duda. En la vida hay que hacer lo que a uno le haga feliz y si el ser feliz conlleva jugarte la vida, pues que seas feliz así.
 
En Amanece en San Fermín, de Xabi Mintegi, leí "¿por qué seguimos midiendo la vida en la cantidad de años y no en la calidad de los momentos?
 
Como siempre digo a todas esas personas que, como me coge tantas veces y cada dos por tres estoy con lesiones y recuperaciones, me dicen "¿pero ya te sale rentable? Estás todo el día así, algún día te va a pasar algo grave". No quiero que me pase nada, pero si alguna vez me pasa, sabed que seré feliz. Sin embargo, si alguna vez me pasa algo en la carretera, entonces no seré feliz.
 
Cambiando de tercio, ¿cómo ha cambiado la afición en la infancia en un sitio como Arganda del Rey, cuna del recorte?
 
Como en todos los sitios. Cuando empecé en esto de los toros, cuando era un niño, era muy raro ir por Arganda y no ver a niños jugando a los toros. Hoy todavía los veo, pero mucho menos. Creo que hoy en día la gente está a otras cosas, en general, y también creo que nosotros, el mundo del toro, lo hemos dejado un poco de lado. No sólo en Arganda, sino en la mayoría de este país  Ahora parece que la gente joven está volviendo un poco, pero creo que sin ser aficionados a los toros. Son aficionados a ciertas corridas de toros, por así decirlo, o a unos festejos y demás, pero afición como tal creo que no hay.
 
Está de moda ir a ver a Roca Rey y todo el mundo va a ver a Roca Rey.
 
Por ejemplo, pero no hay aficion para ir a ver una corrida de Cuadri, por ejemplo también. Se está haciendo como una fiesta muy exquisita para un tipo de público y para un tipo de festejos, y es una pena.
 
Falta un poco de educación taurina.
 
Falta mucha educación taurina en todos los ámbitos, en la juventud también, pero creo que es por la falta de afición. Una cosa es ir a ver algunas corridas de toros y otra cosa es ser aficionado a los toros, son cosas distintas.
 
Una cosa puede ser la moda y otra muy distinta sentirlo, vivirlo.
 
Eso es. Ser aficionado a los toros es otro tema muy diferente a todo aquello.
 
¿Cómo ves la situación actual del recorte en la calle y en las capeas? ¿Se le ha perdido un poco el respeto al toro?
 
Creo que está en un momento muy bueno, en el sentido de la gente que va tanto a los festejos de recortes como a los festejos en la calle. Está en un momento de auge tremendo, porque hay una emoción increíble y luego el toro que se echa en el festejo de recorte o en las calles es una pasada. Pero sí que creo que se está perdiendo mucho el respeto al animal. Y si se le pierde el respeto al Rey, estamos muertos. En los últimos festejos que he ido a ver de encierros o capeas he visto mucha falta de respeto al animal, en todos los sentidos...Y eso no es bueno para fiesta.
 
Tampoco es bueno para la fiesta el hecho de que se arreglen tantos toros en el toreo, ¿cómo ves la situación actual como aficionado?
 
El toro tiene que salir íntegro. El que quiera cruzar la línea, que la cruce. Y el que no, que se dedique a otra cosa.
 
¿No crees que por el hecho de que el toreo se estén afeitando tantos toros y que en el festejo popular no se vea tanto ha hecho que varios aficionados sientan que ahí hay más verdad y más emoción por cómo sale el toro?
 
Si al toro le quitas su verdad, pierde emoción. Yo he visto en algunos concursos de recortes toros afeitados, no como en las corridas de toros, pero lo he visto. De hecho hay algunas comunidades autónomas que te obligan a despuntarlos. Por ejemplo, estuve el domingo en Guadalajara y cogió a dos y les pegó dos cornalones, pero es que eso es la verdad, eso es la realidad, eso es lo que hacen los toros y estamos viviendo una época que esto del afeitado se está normalizando. Lógicamente un toro te puede coger y te puede matar, pero es que es un toro, por eso es el animal que es y por eso no todo el mundo está capacitado para ponerse delante de él. Es un animal que te da tanto, pero todo lo que te da te lo puede quitar en un segundo.
 
¿Consideras justo el trato de las empresas a los recortadores?
 
Sí y no. El problema no es de las empresas, sino de los propios recortadores. De no llegar todos a un acuerdo e ir todos en el mismo barco. Hoy en día en el mundo del recorte hay muchísimos recortadores y así es muy complicado llegar al mismo camino. A veces he tenido problemas en festejos por temas económicos o lo que sea y hay compañeros que llaman a esas empresas para ofrecerse a ir a esos sitios. Entonces, cuando pasa eso tú no puedes hacer nada, porque en las corridas de toros la gente sí va expresamente a ver a este, a este y a este, pero es que en los concursos de recortes poca gente va a ver al Peta, al otro, al otro o al otro... Entonces, para llegar a un acuerdo y que todo cambiara, haría falta una unión de cien recortadores por lo menos. Y, hoy en día, cien recortadores no llegan a un acuerdo, porque hay muchos que les da igual y es lo que pienso. Son capaces de ir a los sitios por lo que sea.
 
Supongo que pasa lo mismo con la seguridad médica que hay en según que plazas.
 
Desde luego. Por ejemplo, en Aragón no es obligatorio que haya un equipo médico.
 
En Aragón salir a jugarte la vida es arriesgarte mucho.
 
Si hoy en día, en el año 2023 pasa eso... si tú lo piensas, es una burrada, es una aberración que haya sitios en que hay toros por medio y no haya obligación de que haya equipos médicos. Es una burrada.
 
¿En qué piensas cuando te encuentras con la almohada por las noches?
 
En intentar descansar, que creo que tengo esa cuenta pendiente, es lo que más me cuesta. Me cuido la alimentación, entreno bien, pero la cuenta pendiente que tengo es aprender a descansar mejor, porque creo que le doy tantas vueltas a la cabeza y sobre todo al mundo del toro, que lo tengo todo el rato al toro en mi cabeza. Creo que a veces ni descanso por eso. Siempre intento pensar en el toro e intentar mejorar.
 
¿Existe el recorte perfecto?
 
No, no, o por lo menos yo nunca lo he conseguido porque puedo pegar recortes muy buenos y muy bonitos y siempre le voy a buscar una pega. Creo que el recorte no sólo se basa en que un toro te pase cerca, que te pase cerca es la guinda, pero antes de que te pase cerca hay un montón de cosas antes y después. Es complicado.
 
Fácil no es.
 
Si fuera fácil lo haría todo el mundo.
 
¿Has pensado ya en dónde y cuándo reaparecer?
 
De momento no sé cuándo voy a poder volver a reaparecer. Tengo una radiografía la semana que viene y, depende de cómo tenga la fractura, si va sellando empezaré a apoyar y si no, pues habrá que esperar. 
 
Lo más costoso va a ser el tobillo.
 
Lo sé. Tengo una bota Walker, que es como una escayola y con ella tengo que estar un mes. Lo bueno es que lo voy a recuperar bien seguro, porque otra cosa no, pero a cabezón con estas cosas no me gana nadie. Lo bueno que tiene la fractura es que era limpia, no había desplazado y era pequeñita, pero claro, es una fractura. Lo único que se puede hacer mientras es entrenar, hay muchas formas de entrenar sin utilizar el pie y eso ya lo estoy haciendo.
 
¿Qué sueños le quedan por cumplir a El Peta?
 
Puuf, un montón. La verdad es que no tengo sueños de ganar aquí o allí. Hace mucho tiempo que dejó de importarme eso. Busco superación personal, mía y con los toros, eso es lo que busco. Si se gana mejor, al final todos queremos ganar que para eso competimos, pero hay cosas más importantes que ganar. Y ahí está el tema personal: buscar hacerles cosas distintas a los toros, aunque eso me lleve a veces a acabar en la enfermería.
 
Llegar a casa y decir he hecho lo que quería hacer, he sentido lo que quería sentir.
 
Todo eso me lo da el hacerle cosas diferentes a toros distintos, poniéndote en sitios difíciles y dando muchas ventajas a los toros.
 
Poniéndote donde queman los pies, como acostumbraba José Tomás.
 
Así es, la verdad sólo tiene un camino y es lo que busco.

 

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