La tercera del ciclo portuense empezó sin el recuerdo y homenaje al maestro de Camas, Paco Camino, recientemente fallecido, pero sí con el homenaje a Enrique Ponce en su temporada de despedida al romper el paseíllo.

El cuarto no le dejó a Enrique terminar de estirarse a la verónica pero le robó dos por el izquierdo muy buenas de mano baja. Se relajó y gustó en la muleta Ponce a sones de La Misión. Faena de temple en la que el de Chiva disfrutó con el de Garcigrande. Se le quiso rajar en las primeras tandas pero Enrique, conocedor de estos toros rajados, se lo llevó toreando a los terrenos que quería el toro. Hubo temple y gusto por ambos pitones pero también faltó ajuste, característico en la tauromaquia de Ponce. El cierre fue por poncinas y doblones. Una estocada en el sitio a la segunda valió para cortarle las dos orejas. En la vuelta al ruedo con las dos peludas se arrancó la plaza por bulerías.

Ponce recibió al colorado que hizo primero con verónicas de mano alta, sin obligar al animal, acompañando más que toreando. En la muleta, el de Chiva realizó un trasteo basado en la mano derecha a media altura, en línea y abusando del pico. El palco estuvo generoso dando la primera oreja ante una leve petición.

Manso pregonado fue el terciado animalito que salió por toriles en segundo lugar. El público le protestó por manso. Daniel Luque intentó sujetarle con el capote en los medios mientras pedía calma a las protestas. El de Gerena cogió la muleta y empezó a taparle la cara. Las protestas se convirtieron en ¡olés!. Y es que los mansos también tienen su lidia y Luque ve toro por todas partes. Intercambió ambos pitones dejándosela en la cara para que no se fuera. Los remates de las series por trincherillas tuvieron su gusto. Una última serie por naturales muy lentos terminaron por enloquecer a la plaza que pidió con mayoría la oreja concedida por el palco.

Bien le volaron los vuelos del capote a la verónica a Luque en el quinto tanto en el recibo como para llevarlo al caballo y en el quite correspondiente. El vuelo que le faltó coger a la faena. En el inicio se lo sacó al tercio por ayudados por bajo. Se puso a torear con la mano del dinero, la izquierda. Una serie buena le sacó el de Gerena, después el toro empezó a desarrollar sentido y no se acopló con él. Cambió al derecho y, aunque también le sacó una tanda buena, no terminó de coger vuelo la faena por ese pitón. El vuelo que no cogió con el toreo fundamental lo cogió con las luquesinas de cierre que, con una muy buena estocada en el sitio, le valieron para cortar dos orejas.

Más que terciado el tercero, un novillete, con el que se gustó el de San Fernando, David Galván, en el recibo capotero por verónicas rematadas con una media mirando al tendido. Torero inicio de faena por doblones por parte del de la Isla. El animal no terminó de entregarse en la muleta de Galván, sobre todo por el derecho, queriendo embestir con el pitón contrario. Por el izquierdo se entregó más y fue más franco y ahí David no se acopló del todo. Los circulares por la espalda en el final de faena llegaron a los tendidos sirviéndole para cortar otra oreja.

El isleño se estiró a la verónica con el también terciado sexto. Fue haciéndolo en la muleta jugando con las alturas hasta que en mitad de faena lo rompió por abajo en tres tandas de naturales de trazo largo y profundo.

Ficha del festejo:

Real Plaza de El Puerto de Santa María. Se lidiaron seis toros de garcigrande. Algo más de 1/4 de entrada. Desigual de presentacion y de juego.

Enrique Ponce: oreja y dos orejas

Daniel Luque: oreja y dos orejas

David Galván: oreja y dos orejas