Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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'Una pedida de mano y un descanso a los Lozano'
Foto: Plaza 1
17a de la san isidro

'Una pedida de mano y un descanso a los Lozano'

Darío Juárez | Madrid

A los Lozano, a la familia Fraile, al decretado por las figuras Victoriano y a toda ganadería que siga viniendo a Madrid con corridas impresentables, blandas, mansas y sin casta, más aún cuando saben que los equipos gubernativos les van a aceptar esos toros de 3ª RFEF y que el triunfalismo de este Madrid es de Primera. Mientras tanto, las protestas para la empresa, como saben, siempre serán "tercermundistas". La culpable de que se lidie lo que se está lidiando, con la palmadita en la espalda del Centro de Asuntos Taurinos.

Protestas que se volvieron a suceder una tarde más desde el comienzo, devolviéndose el impresentable inválido 1º y saliendo en su lugar un sobrero largo, muy bajito y venido muy rápido a menos de Juan Manuel Criado, con el que Víctor Hernández confirmó su alternativa -la quinta y última de la feria- de manos de un Luque que cerraba hoy su discreta feria, y en presencia de David Galván, que recogía la sustitución de Manzanares y vivía una pedida de mano en el tendido 5 en mitad de la vuelta al ruedo que se pegó tras la muerte del tercero.

Aprieta más el sol que destapa al veranillo temprano del final de mayo que tres cuartas partes de las corridas que se han lidiado este San Isidro. Demasiada mansedumbre y poca emoción. Sin casta todo se difumina y sin toro nada tiene importancia. O sí, quizá la salvedad del quite a cuerpo limpio de Juan Carlos Rey a Israel de Pedro cuando el sobrero 1º de Criado lo derribó y se quedó atrapado entre la arena y la montura, o el tercer par que le sopló al también vergonzoso por impresentable anovillado 3º, con el que Galván se puso bonito a torear al hilo y con los vuelos, sin redondez ni apreturas con el lozanito al que abrió los caminos con empaque, pero también al que no podía ni con su alma. Más de verdad se le vio con el descastado 5º, pero con notable desorden en el trasteo.

Daniel Luque trazaba el último paseíllo de su San Isidro, cumpliendo con aseo en el muleteo al manso 2º que pasaba siempre sin entrega alguna, y con el que terminó poniéndose pesado en un arrimón trascendente para un público festivalero y pueblerino que a esta hora desconozco si sabía lo que el de Gerena tenía delante. Mató mal y ahí se quedó todo. Porque si no, el triunfalismo ya tocaba diana. El huidizo y más manso todavía 4º fue imposible.

Cerró la tarde Víctor Hernández con un medio toro de Alcurrucén al que mató muy bien, con el que estuvo muy serio y aplomado, buscando siempre la verdad en su trazo, como en los tres naturales que pudo apuntar del sobrero con el que abrió la decimoséptima. Lo malo es que con petardos así, cada vez más sucesivos, la gente se va antes de la plaza aunque sus posaderas sigan pegadas a la piedra.

Ficha del festejo:

Monumental de Las Ventas. 17ª de la Feria de San Isidro. Casi lleno. Se lidiaron 4 toros de Alcurrucén 1 de El Cortijillo (2º) y 1 de Juan Manuel Criado (1º bis); muy mal presentados, anovillados e impresentables 1º y 3º; mansos y descastados.

Daniel Luque, de verde hoja y oro (ovación con saludos y silencio)

David Galván, de azul azafata y oro (vuelta al ruedo tras leve petición y tras aviso y silencio tras aviso)

Víctor Hernández, de blanco y oro (ovación con saludos tras aviso en ambos)

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