Creo que como bien dicen muchos entendidos, el torero tiene su mejor maestro en el toro. El toro a final de cuentas es quién será el encargado de enseñarle a lidiar, es quién le enseñará a templar, le enseñará las distancias y las alturas, le enseñará a distinguir la bravura y la casta; le enseñará en cada cornada sus errores. Algunos aprenderán, otros jamás lo harán. Y más allá de tauromaquias distintas, la realidad es una: saber o no saber torear.

Se llevó acabo una corrida más en La México, sobre el papel se esperaba una mejor entrada, en un inició pintaba para ser mala, terminó siendo aceptable.

En el cartel, José Mauricio (de azul y pasamanería en blanco), Emilio de Justo (con un precioso terno verde botella y oro) que confirmó y el queretano Diego San Román (de nazareno y oro) con toros de la ganadería zacatecana de Pozo Hondo (divisa verde y azul rey).

En el tema del trapío cumplió sin pero alguno. Hay que entender y conocer lo que es el encaste Llaguno. Nos mostró que es indispensable, primero que nada, que el toro tenga la edad suficiente para ser toro, y así no se hagan pasar por toros a novillos, y en ocasiones hasta becerros. No se puede pedir de todo, quizás con un poco menos de kilos...pero bueno, su servidor no es ganadero.

En el tema del comportamiento hubo de todo un poco, nos hubiera gustado que la casta y la bravura fueran más que un poco. No podemos decir que cumplió en el caballo cuando la suerte es tan breve, un solo puyazo. Bien se dice que el primer encuentro van todos los toros, a la segunda van los tontos, y a las tercera, van los bravos. No me haga caso con estas líneas anteriores, es que estoy un poco loco.

Confirmó Emilio de Justo de manos de José Mauricio y como testigo Diego San Román, con "Tinterillo", cárdeno nevado de los cuartos traseros. Dejó ver su buen manejo con el capote. César Morales picó trasero y eso terminó por mermar la justa fuerza que tenía el toro. La faena de muleta fue más para la galería que para otra cosa. Por momentos encajado, pero abusando del codo. Dejó el ayudado para torear tanto por el derecho como por el izquierdo, pero sin ajuste. Saludó en el tercio después de un pinchazo, entera, trasera, tendida, para escuchar un aviso.

"Palmero" fue su segundo. Un toro que desde su salida pidió el carnet. Lo mejor de Emilio fue su brega con el capote, impecable, enseñando (tratando) al toro a embestir por ambos pitones. Llevó al toro al caballo de forma magistral. Con la muleta en un inicio trató de hacer lo mismo, enseñar al toro, pero el toro fue quién le enseñó que necesitaba delante una muleta poderosa, esa la encontró sólo en una serie por el derecho. El resto de la faena, el de Pozo Hondo siempre fue con la cabeza suelta, imponiendo su ley. Se le olvidó a De Justo todo lo aprendido en tierras francesas como Vic Fezensac. Entera trasera, tendida. Escuchó dos avisos.

José Mauricio, primer espada del cartel, con "Bandoneón" ha tratado de hacer las cosas bien, pero creo que no le encontró la cuadratura al círculo. Hasta el final de la faena logró un par de tandas cortas que fueron coreadas. Mató de una entera y con poco, cayó la primera oreja. "Compae" fue su segundo, un toro de trapío impecable, demostrando que sí hay TOROS en el campo mexicano. Una bonita media fue aplaudida en el tendido. Con la muleta nunca se le vió cómodo, el toro le imponía. En ocasiones no estaba bien colocado entre muletazo y muletazo. Pinchazo hondo para escuchar leves palmas.

Diego San Román completo el cartel. "Habano" fue su primer toro. Con el capote después de bregar, una bonita revolera. El inicio de muleta, con doblones fue correcta para poder entender lo que el toro podía llegar a ser. Si bien la embestida era un poco corta, Diego terminó como normalmente lo hace, ahogando al toro. Incluso en una ocasión lo empaló sin consecuencias. El valor siempre ayuda en el toreo, pero jamás estará por encima del bien torear. Entera en buen sitio para que se le otorgara una oreja, gracias a que el juez ya había puesto baja la vara de medir.

Con el mejor toro de la tarde, de nombre "Cenizo". Un bonito berrendo en cárdeno y girón. El inicio con el capote a pies juntos, combinados con chicuelinas fue coreado, al igual que el inicio por alto con la muleta. El toro no se cansó nunca de embestir, lastimosamente San Román tiene una misma forma de hacer el toreo al bueno, al malo y al feo...el arrimón. Esas maneras, con toros como "Cenizo" son un arma de doble filo, varios las aplaudirán; pero algunos otros ya no nos acordaremos de ellas saliendo de la plaza. Tres cuartos de acero muy trasero fueron suficientes para cortar su segunda oreja y salir a hombros. Arrastre lento al toro que deja mal parado al torero, que sin ser merecido, estuvo por encima de San Román.

Al final espero por bien de ellos, que hoy los tres toreros le hayan aprendido a sus toros.