Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Fotos: J.L.C @villasecatoros
'Chicharro paga su intachable entrega y pone caro el Alfarero'
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'Chicharro paga su intachable entrega y pone caro el Alfarero'
Villaseca de la sagra

'Chicharro paga su intachable entrega y pone caro el Alfarero'

Darío Juárez

La hierba en la boca y el pulso en la izquieda con los que había llegado Fabio Jiménez a Villaseca en la tarde del martes traía el runrún a la de hoy, con una seria, entipada, mal picada y carente de tanto novillada de Ibán, de la que salió a hombros Alejandro Chicharro después de desorejar al 5° tras una soberbia estocada. Y de entregarse a la causa con determinación, llegando a cobrar un espeluznante volteretón que no le partió el cuello de milagro.

A la puerta de chiqueros, capote en mano y rodillas en tierra, quiso irse Chicharro a recibir al colorado lucero de Ibán. Libró el trance con premura y ya en pie supo frenarlo antes de meterlo al caballo donde peleó con discreción, al contrario que los tres primeros novillos. El señuelo de la montera sobre las atornilladas manoletinas serviría para avisarle a la parroquia que ahí no se iba a mover ni el aire en el prólogo desde los medios por naturales, salvo el utrero fuerte y geniudo de Ibán, que no paraba, regalándole poquito por el derecho y trabajando a conciencia la intención de echárselo a los lomos por el contrario. Como así ocurrió,cuando en una de esas lo empaló sin herirlo. Sin embargo, la caída con el cuello totalmente doblado fue lo peor, previo al pitonazo del novillo para quitárselo de encima que le abrió una ligera brecha a la altura de la nuca, por donde corría un fino hilo de sangre que se perdía por el cuello de la camisa. Desconcertado y mareado por un momento, pero con la raza de volver a la cara a robarle la última tanda llevándolo muy toreado, antes del tremendo puñetazo en la yema que trajo el premio, probablemente excesivo por la falta de redondez de la faena, de las dos orejas. Entró a la enfermería. Y de ella salió dolorido para acabar saliendo a hombros.

Ni un solo capotazo del cerro que se llevó fue capaz de enseñarle a embestir al 2°, que no humilló, siempre con las manos por delante, hasta que Antonio Cama le echó los vuelos del suyo al hocico. Chicharro se entregó y tragó un quinario con ese utrero suelto de carnes descastado y violento, radiografiando al de Miraflores con un constante calamocheo por el que no se arrugó, echando la pata un poco más adelante si cabía.

Bruno Aloi fue la sorpresa de la tarde. Al menos para el autor de esta crónica. Si bien es cierto que el descastadito 3° no le permitió desenfundar su verdadera artillería, intentó templar los constantes derrotes que le tiraba al engaño. A veces también sin éxito. Pero fue en el 6°, el único que demostró clase yéndose humillado detrás de la muleta, aunque había que llegarle mucho para emborracharse de su clase, con el que el joven y poco placeado novillero mexicano descolgó los hombros y se puso a torear encajado de riñones, demostrando frescura en sus intenciones, habiendo iniciado la faena de rodillas con dos cambiados por la espalda. La estocada caída se llevó la oreja.

El abulense Sergio Rodríguez volvía a Villaseca con la de Ibán después del gran aldabonazo en el Alfarero del año pasado. No tuvo suerte con un lote dispar, como sería el encastado en varas 1°, que no terminaba de pasar y salía aburrido a partir del segundo muletazo. Y el imposible por rajado 4°, un toro, con el que por allí anduvo sin solución de continuidad ni emoción.

*Ficha del festejo:

Plaza de La Sagra. 2ª del Alfarero de Oro. Se lidiaron 6 novillos de Baltasar Ibán, excelentemente presentados. Interesantes en varas los tres primeros, complicados y venidos a menos en su mayoría a excepción del 6°.

Sergio Rodríguez, de azul pavo y oro. (Silencio y ovación con saludos).

Alejandro Chicharro, de sangre de toro y oro. (Ovación con saludos y dos orejas). Salió a hombros.

Bruno Aloi, de rosa y oro. (Ovación tras leve petición y ovación con saludos).

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