Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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El estar en novillero
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El estar en novillero
Illescas. 1ª del III Certamen "Soy Noviller@"

El estar en novillero

Leo Cortijo

Arrancó por fin la tercera edición del certamen “Soy Noviller@”, que tal y como están las cosas en esto del toro, se convierte en una oportunidad enorme para un grupo de 18 novilleros sin picadores que sueñan con llegar a lo más alto. Para llegar a esa ansiada meta lo que nunca jamás debe faltar es la fe, el empeño, las ganas… la actitud del estar en novillero. O lo que es lo mismo, la voluntad de querer mejorar tarde a tarde, aunque a veces el corazón atropelle a la razón. Se les debe perdonar, se encuentran en el escalón más primario de su formación. En este sentido, la partida la ganó Cristian Pérez, que aunque por momentos estuviese más heterodoxo que ortodoxo, no le faltó nunca de esa voluntad de la que hablamos. Un peldaño por debajo, Alejandro Rodríguez; y otro más por debajo, Abraham Reina, aunque también hay que decir que fue el que peor suerte corrió. Todo esto, ante una descastadísima, deslucida, reservona y muy desigual novillada de Antonio San Román. Esperemos que en lo ganadero el certamen alce el vuelo.

El certamen comenzó con la competencia y rivalidad que se les debe exigir a estos novilleros, pues tras el saludo capotero por verónicas de Abraham Reina a Felicidad, Cristian Pérez realizó un quite en el que hizo de todo que fue replicado de nuevo por el talaverano. Se movió el animal en los primeros compases de faena sin pizca de gracia, pero tras una primera voltereta que le sentó como un tiro, su embestida se descompuso, y después ya nada fue igual. Además, no fue la única, pues sufrió otra en la tercera serie. Así, papeleta muy complicada. Todo esto pasó por el derecho, por el que Reina quiso cimentar casi todo su trasteo, pero lo cierto es que éste no alzó el vuelo en ningún momento y el de Talavera se vio obligado a alargar su labor en exceso sin mayor gloria. El mal uso de los aceros terminó de emborronar todo un poquito más. No pasó turno tampoco Pérez en el segundo del lote de Reina, quitando por espaldinas y una caleserina, tras el lanceo a la verónica del titular al más ofensivo de pitones de la novillada. Como ocurriera en su primero, casi al primer muletazo, costalazo tremendo del novillo tras una voltereta de la que salió maltrecho. Dispuso Abraham y puso encima de la mesa mucho más que el novillo, que por el izquierdo no tuvo ni uno, y por el derecho lo poco que ofreció fue sin entrega ni transmisión. Voltereta después de perderle la cara y espadazo más efectivo que pulcro, que calentó al tendido para pedir la oreja.

A porta gayola recibió Cristian Pérez a Vanidoso, y se libró del topetazo de puro milagro, para luego seguir de forma impetuosa y popular con faroles de rodillas en el tercio. Al que no perdonó fue a Alejandro Rodríguez en el quite, que sí se lo llevó por delante sin mayores consecuencias. Inició trasteo a derechas, dejando buenas sensaciones en el tendido por su disposición, pero haciéndolo todo de forma eléctrica y, por momentos, atropellada. A izquierdas, con un animal que se movió, ofreció poco contenido antes de una voltereta de la que se recompuso sin más. Ante un animal deslucido y complicado, el de Hellín firmó una faena marcada por la disposición, los arrestos y las ganas de ser, pero también por la falta de temple y quietud. Muy en novillero. Algo que es lógico y hay que entender. Bien al ejecutar la suprema y oreja al canto.

De nuevo se fue a la puerta de toriles el albaceteño para recibir a su segundo por saltilleras, y susto de nuevo: el novillo le hizo perder el equilibrio y quedó vendido en su cara, pero se volvió a librar de milagro. A partir de ahí, un recibo convincente, un nuevo quite frustrado de Alejandro y un desorden total en la lidia en banderillas. Cambiados por la espalda en el centro del redondel como prólogo de una meritoria labor del hellinero ante el descastado astado de San Román. Más mérito tuvo todavía cuando el novillo sacó un punto de genio en cuatro embestidas por el izquierdo que pusieron en un compromiso a Cristian, que no solo no se amilanó, sino que se creció y acabó dejando pinceladas, lo que resultó todo un trofeo, a base de tesón y coraje.

Con mucho gusto lanceó con el percal Alejandro Rodríguez en el recibo a Vitoriano, antes de brindar al respetable. Otra historia muy distinta fue la franela, y es que el de Alovera no terminó de acoplarse con el animal, que se vino clamorosamente abajo desde el primer muletazo, tomándola a media altura, a base de arreones y acortando el viaje. No quedó por el novillero. Ganas en forma de pases alternando ambos pitones que no llegaron arriba por la falta de transmisión del astado. Se tiró por derecho a matar, y eso, junto a la voluntad derrochada, le valió la oreja. Pintor, que cerró la primera de “Soy Noviller@”, fue abanto de salida y no se enceló en ninguno de los capotes que le mostraron, cantando la mansedumbre que atesoraba. Su lidia y el tercio de banderillas fue nefasto, y el orden brilló por su ausencia. Su actitud era la de huir en lugar de la de pelear, y así resultó muy difícil para el alcarreño mostrar cosas reseñables. Con más corazón que cabeza, -lo que le costó algún sobresalto-, intentó sobreponerse fructificando en una oreja que pidió el público.

 

  • Plaza de toros de Illescas (Toledo). 1ª novillada del III Certamen “Soy Noviller@” de RTVCM. Media plaza en tarde fresquita. Se han lidiado seis novillos de Antonio San Román, muy desiguales de presentación. Flojos, descastados, reservones y deslucidos en su totalidad; exceptuando el 2º, con mayores complicaciones, pero con emoción e interés.
  • Abraham Reina (grana y oro): palmas tras aviso y oreja.
  • Cristian Pérez (nazareno y oro): oreja y oreja.
  • Alejandro Rodríguez (rosa y oro): oreja y oreja.
  • Se guardó un minuto de silencio en memoria del ganadero Antonio San Román.
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