Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
Volver
El valor de Parejo y el corte de Navas frente a la dureza maña
El valor de Parejo y el corte de Navas frente a la dureza maña
El valor de Parejo y el corte de Navas frente a la dureza maña
El valor de Parejo y el corte de Navas frente a la dureza maña
El valor de Parejo y el corte de Navas frente a la dureza maña
El valor de Parejo y el corte de Navas frente a la dureza maña
El valor de Parejo y el corte de Navas frente a la dureza maña
El valor de Parejo y el corte de Navas frente a la dureza maña
El valor de Parejo y el corte de Navas frente a la dureza maña
El valor de Parejo y el corte de Navas frente a la dureza maña
CRÓNICA MADRID| 7ª DE LA FERIA DE ABRIL

El valor de Parejo y el corte de Navas frente a la dureza maña

Darío Juárez | Madrid
San Isidro descansaba en el 103 aniversario de la muerte de Gallito en Talavera. Plaza 1 decidió no dar toros en tal señalada fecha, haciendo un alto en el camino hasta la tarde de hoy retomando la feria con una seria, alta, desentipada y muy complicada novillada de Los Maños, que volvía a Madrid después de que los veterinarios les echaran para atrás el trío de toros que desembarcaron para el desafío ganadero del Domingo de Ramos, como al palco lo hacía Eutimio: el presidente de la bochornosa tarde de Garcigrande y sus delirios triunfalistas anémicos de afición, para quien en los bajos del 7 se siguen recogiendo firmas que exigen su inmediata dimisión. 
 
El cagómetro madridista de algún empleado de la plaza se delataba en la mañana cuando un saco de rollos de papel higiénico aparecía apoyado en el vierteaguas de uno de los ventanales derechos de la fachada de la Puerta Grande, mientras abajo, una larga cola se formaba en taquillas para devolver la entrada de hoy: Marcos Linares se caía del cartel tras la cornada del domingo en Sevilla y entraba en su lugar el vallisoletano Mario Navas, después de dejar en la memoria de la  Monumental el clasicismo temprano con el que se presentó frente a la novillada de Gallardo que abrió la temporada. 
 
Acudió pronto al caballo y allí se quedó dormidita la primera pintura maña, que madrugó para marcar las querencias cortando a los peones en banderillas. Pronto y repetidor el novillo se fue a la muleta de Diego García que, sin probaturas, se puso a torear en dos series aceleradísimas por el derecho, marcadas por el galope geniudo pero descastado del utrero que salía desentendido y negado a humillar. El de Sanse no se encontró ni supo ordenar aquel tejemaneje de embestidas por el izquierdo y se pasó de faena sin decir nada. 
 
Siempre con la cara por las nubes iba ese altote y feísimo 4° al que Diego García logró labrar un afable inicio genuflexo en los bajos del 6, después de brindarle la muerte a su abuelo. Fue en ese terreno donde le robó ciertos muletazos deslucidos por la huida permanente del cárdeno. Otro sainete a espadas y el aviso de rigor por el tedio de pases sin sentido. 
 
Cadencia templada fue la que impuso, rodilla en tierra a la verónica, Christian Parejo, al asaltillado y muy terciado 2° que echó la cara arriba en el estribo de Tito Sandoval. Cortó muchísimo a los peones en banderillas, marcando su mansedumbre y su falta de franqueza. La misma que se llevó por delante al gaditano en el segundo estatuario que atropellaba la razón cuando ya se había colado en los capotes por el derecho. Recompuesto, con innegociable valor y sin atisvar cornada aparente, se puso de nuevo para torear francamente bien al natural, dando el pecho al marrajito mentiroso de Marcuello como si fuera bueno, en dos últimas series que consiguió robarle en los medios vacilado por el viento. Se atascó con la espada y escuchó dos avisos. 
 
Un vendaval de anárquicos capotes salieron al paso del 5° que se arrancó al caballo con bravuconería engañosa, como lo haría casi todo el encierro. Curro Javier renovaba su hegemonía cerrando otro solemne tercio de rehiletes, antes de que Parejo se pusiera a concatenar series templadas llevando a ese novillo que respondía con nobleza aunque con falta de celo, destacando dos por el pitón izquiero. Muy de verdad y con el gusto que rezuma, cerró por manoletinas antes de pinchar y dejar en dos tiempos una estocada caída a ese novillo que se acabó viniendo a menos. 
 
Hasta tres veces se coló por el izquierdo el torito maño 3° en el capote de Mario Navas. No regaló ni una embestida por derecho hasta el prólogo que el pucelano le propuso sacándoselo por doblones mandones después de brindarle la muerte a su compañero herido por el que hoy había hecho el paseíllo, retando las miradas del cárdeno. Con mando e inteligencia le robó muletazos por ambas manos airosos, limando la aspereza del corto viaje y el reponer del novillo. Sin sucesión de continuidad, pero por allí quedó algún muletazo por alto con aires del sur y la sentencia de su verdad enrabietada cuando tiró la ayuda para irse a por la espada.   
 
Con mala saña no quiso pasar el 6° en la verónica por el izquierdo en la que se le coló a Mario Navas y le cazó, dejándole el vestido hecho trizas y una fuerte conmoción que le hizo meterse en el callejón hasta el sonido del clarín que anunciaba el último tercio. Lo demás no tuvo contenido y abrevió con premura ante la imposibilidad de estructurar una faena con cierta solidez, con más de media plaza fuera al reclamo del Real Madrid.   
 
Una tarde dificilísima para los novilleros, saldada por el milagro de que todos los profesionales salieran prácticamente ilesos.
 
 
Ficha del festejo:
 
Monumental de Las Ventas. 7ª de la Feria de San Isidro. Se lidiaron 6 novillos de Los Maños, de presentación adecuada para esta plaza, a excepción del escurrido 2º; mansos y peigrosos los 6. 
 
Diego García, de sangre de toro y oro. (Silencio tras aviso en ambos) 
 
Christian Parejo, de blanco y plata con los cabos negros. (silencio tras dos avisos y ovación con saludos tras aviso) 
 
Mario Navas, de azul azafata y oro. (silencio tras aviso y silencio)
 
Sigueme en Twitter Sígueme en Twitter @dariojuarezc
Comparte y comenta esta noticia: