Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Escolar vuelve a rendir Las Ventas con Cartelero
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Escolar vuelve a rendir Las Ventas con Cartelero
Escolar vuelve a rendir Las Ventas con Cartelero
CRÓNICA MADRID | 4ª de la Feria de San Isidro

Escolar vuelve a rendir Las Ventas con Cartelero

Darío Juárez | Madrid

Fue llegar la casta a San Isidro y el plantel taurino del papel cuché que habita en el callejón de Las Ventas en tardes de 'no hay billetes' emigró a Valladolid para ver a Roca Rey matar dos cabritas de Garcigrande. Hoy no se colgó el cartel ni se comieron pipas, pero la Monumental lucía cuajada con más de tres cuartos de entrada para disfrutar de la casta albaserreña y santacolomeña de don José Escolar, que volvía a rendir Las Ventas con un grandioso y bravo toro, de nombre Cartelero, premiado con una exagerada vuelta al ruedo en el arrastre. Pues desde el caballo no le quisieron picar, cuando el toro había acudido las dos veces por derecho y con la cara abajo. 

La corrida que el ganadero trajo de los cercados de Lanzahita fue una dicotomía de comportamientos y matices claramente diferenciados, destacando la primera parte de la tarde. Tarde que abrió el salmantino de Ledesma, López Chaves, el día que se despedía de la afición de Madrid tras veinticinco años de alternativa. Desmonterado por respeto a sus compañeros y a la afición de esta plaza, trazó Domingo su último paseíllo en la Monumental con la calma y la tranquilidad de haberle dado todo al toro y a la profesión, y por qué no, de intentar disfrutar. Sin embargo, la suerte no cayó de su lado y se dio de frente con un lote inservible, desrazado y muy a la defensiva, hasta el punto de ser cogido por el 1°. 

Como las guadañas de la pálida dama eran los pitones de ese galán cárdeno que apareció por la manga para abrir la tarde, echando las manos violentamente por delante en el capote de López Chaves. Salió del caballo cumpliendo habiendo entrado de largo, aunque pensándoselo mucho, en la segunda vara. Quiso brindar Domingo el penúltimo toro de su carrera en Madrid a su público, prologando la faena con muletazos genuflexos atacando y ofreciendo la femoral al de Escolar, que de ahí en adelante empezó a rebañar y a negarse a embestir, hasta que en un derechazo se le vino por dentro y lo levantó por los aires, volviendo a hacer por el matador en el suelo. No le dio tiempo a mirarse al salmantino cuando volvió a la cara del toro para robarle efímeros muletazos con un valor frío, teniendo delante un marrajito cabrón que no dejaba de escarbar, amenazante con llevárselo por delante en cualquier momento. Pundonoroso y sin motivos para tener que justificarse a estas alturas, se puso como si fuera bueno habiendo cobrado ya un minuto antes.   

Muy probón fue ese 4°, que se cargaron en el caballo sin miramientos y rápidamente se sintió podido, habiendo embestido dormido a los capotes desde el inicio, como hizo en el caballo. Toro con el que López Chaves se despedía de Madrid y que brindó a su primo Ignacio.   

Fernando Robleño volvía a Madrid después de la Goyesca del 2 de mayo con la infumable corrida de Valdefresno. Y de nuevo lo de Escolar tras el recuerdo del toma y daca con Camionero el pasado año en este mismo ruedo. Y de nuevo volver a reventar guitarras de palo con ayudas de junco jimihendrixando Las Ventas y ese capote con el envés azul que recogía al bravucón segundo en lidia antigua por bajo para sacarlo al tercio, siendo a continuación bien picado por Ángel Rivas. El asaltillado escolar exigía todo por abajo y a Fernando le costó verlo en los terrenos de tablas donde el toro se comía la muleta en cuanto se la echaba al hocico, como así se lo demostró a su matador y la Monumental en una última tanda llevando el vibrato de la emoción hasta los confines de la tierra. Y Madrid, en pie, como no podía ser de otra manera. El morrocotudo fallo a espadas le privó de abrir media Puerta Grande. 

La otra media la tenía ese fino toro 5° al que tampoco se le picó, gazapón e incierto, siendo consentido y esperado por un Robleño seguro que le corrió la mano muy de verdad, antes de encontrar en la izquierda, con la de verdad ya en la derecha, el cénit de la faena con una excelsa tanda de naturales ayudados que volvieron a levantar a Madrid. Mucho más despejado el de San Fernando de Henares con este que con el primero de lote. El pinchazo y la estocada rinconera se llevaron los laureles. 

Incluyendo a Escribano, el cartel de hoy, posiblemente, sea el más cuajado de toreros especialistas en las mal denominadas "corridas duras". Y Gómez del Pilar lo completaba vestido de un color de moda, como es el maquillaje y azabache, en este caso. Fue Noe quien se cruzó en el camino de ese gran Cartelero, que despertó de la siesta torilera dejándose manosear a la verónica en el recibo que le propuso el toledano. Momento en el que el matador vio la importancia del toro, poniéndolo de largo a ese caballo al que acudió con la cara abajo, pero sin darle castigo. Es decir, un toro sin picar. El toro estaba arribísima cuando Noe le presentó el engaño grana y le empezó a trastear por el derecho, ligando aquellos muletazos de la primera y segunda tanda, que terminaron hasta con tres de pecho y uno de la firma. Se encontraba a gusto y muy confiado con ese toro y su bravura, pues no le había hecho ni un feo y todo había sido por derecho, hasta que en un cite por el derecho también, dejó la muleta retrasada, el cárdeno lo vio y lo empaló afortunadamente sin mayor agravio.  Pasar por el pitón izquierdo no fue un trámite pero si un desliz del toledano en mitad de la faena, donde no encontró la continuidad de la emoción que habían tenido las tandas previas y esa última a su altura y en un palmo, ligando en redondo, enganchado, atornillado a una baldosa mientras Cartelero surcaba planeando la tierra de Madrid con el hocico y su bravura sostenida, franca y a más. Estocada y oreja, de un toro de dos, y pañuelo azul solicitado esta vez por algunos silbidos, pero no del todo merecido por la decisión de que Cartelero no fuera picado.   

El desrazado 6° no sirvió. Una preciosa lámina de Escolar inválida e inservible para Madrid, soso y sin decir nada.   

Ficha del festejo: 

Monumental de Las Ventas. 4ª de la Feria de San Isidro. Más de 3/4 de entrada. Se lidiaron 6 toros de José Escolar, bien presentados en distintas líneas morfológicas, destacando la bravura y casta del 3°, de nombre Cartelero, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. 

López Chaves, de grana y oro. (ovación con saludos tras aviso y silencio tras aviso). 

Fernando Robleño, de azul noche y oro. (ovación con saludos tras aviso en ambos) 

Gómez del Pilar, de maquillaje y azabache. (Oreja tras aviso y silencio).     

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